Un reconocimiento a Abel Martínez Oliva, profesor asesinado ejerciendo la docencia en Barcelona

 

La pasada semana un estudiante de 13 años entró armado a su instituto, hirió a cuatro personas y acabó con la vida de Abel Martínez Oliva, un joven profesor sustituto que al oir los gritos en la clase de al lado, acudió a auxiliar a quien lo necesitara.

Abel Martínez Oliva murió por cumplir con su deber como profesor: el de proteger a sus alumnos y compañeros profesores. Y, sin embargo, creo que no se le se está reconociendo lo suficiente. Abel merece un reconocimiento oficial de las autoridades. Hay precedentes y varias opciones para hacerlo. El Ministerio de Educación, Cultura y Deportes podría otorgarle la medalla de la Gran Cruz de Alfonso X para premiar como el suyo méritos en la docencia, la educación y la cultura. Abel también podría ser reconocido con la Orden del Mérito Civil, creada para premiar las virtudes cívicas de los funcionarios al servicio del Estado, tal y como sucede cuando un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado fallece en acto de servicio. En Cataluña, el Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Cataluña podría también considerar que un instituto público como el que le vio ejercer la docencia lleve el nombre de este profesor leridano a modo de homenaje. Cualquiera de esos reconocimientos ayudaría a recordar a Abel Martínez Oliva como el profesor vocacional y comprometido que fue.

Firma mi petición y pide conmigo este reconocimiento de las autoridades a la labor del fallecido profesor Abel Martínez Oliva.

Lo merece Abel. Lo merece su familia. Lo merecen sus compañeros, los maestros y profesores que cada día nos esforzamos en seguir nuestra vocación y ahora lloramos la pérdida de Abel.

Gracias por tu apoyo para esta iniciativa ciudadana.

CARTA A
Gobierno de España Ministerio de Educación, Cultura y Deportes
Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación
Departament d’Ensenyament – Generalitat de Catalunya

D. José Ignacio Wert, Ministro de Educación, Cultura y Deportes

D. José Manuel García-Margallo, Ministro de Asuntos Exteriores y

ACTUALIZACIÓN
¡Victoria! El gobierno concede la Cruz Alfonso X el Sabio por méritos en la docencia a Abel Martínez, el profesor fallecido por el ataque de un estudiante

Se llamaba Abel y era “profe” de instituto. Su familia y amigos nunca se olvidará de su persona. Ahora, gracias a este reconocimiento que el Gobierno le ha concedido, su labor como docente también perdurará en el tiempo.

Te escribo para contarte novedades sobre la petición que pedía un reconocimiento para Abel Martínez, el joven profesor que falleció hace algunas semanas por el ataque de un alumno en un instituto de Barcelona.

La semana pasada el Ministerio de Educación anunció que el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministro de Educación Jose Ignacio Wert, ha decidido otorgarle a Abel Martínez Oliva la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio a título póstumo por su labor docente. La Gran Cruz en concreto se otorga para premiar méritos extraordinarios como ha sido en este caso el sacrificio de Abel.

Este reconocimiento supone un hito y reconoce la labor de Abel junto con la de otros profesores que han contribuido a modelar y dignificar la labor docente en España, también implica una victoria para la iniciativa que con vuestras firmas habéis respaldado a través de Change.org y no puedo más que escribir estas líneas para expresaros mi más profundo agradecimiento: Quiero dar las gracias a cuantos con su firma dieron apoyo a mi petición, a la petición clamorosa de todo el colectivo de docentes y de la sociedad en general, gracias a Change.org por hacer de las causas perdidas, objetivos alcanzables.

Y quiero expresar también mi gratitud al Sr. Ministro de Educación, Cultura y Deportes, D. José Ignacio Wert, por haber recogido el testigo y llevar la propuesta al consejo de ministros del día 8 de mayo, es justo reconocer que el sr. Ministro ha escuchado el clamor de la sociedad.

Gracias a todos. Nada puede devolverle a su familia a Abel, pero que sus padres lleven bien alta la cabeza. La última lección que Abel impartió, nos hace a todos querer ser mejores.

EL COLUMBINE ESPAÑOL SILENCIADO POR LOS MEDIOS :»Se llamaba Abel Martínez, pero eso a casi nadie le interesa; era un profesor» D.E.P.

Si hubiera sido un militar caído en lejanas tierras, habría ido a buscar su cadáver el ministro del ramo. Pero Abel era simplemente un profesor. Un profesor interino para más inri. El primer docente muerto en las aulas de nuestro país… (carta abierta de un profesor)

Se llamaba Abel Martínez, pero eso a casi nadie le interesa. Era, según dicen, de Lérida y tenía 35 años. Trabajaba como profesor de Historia en un instituto de Barcelona, y murió en acto de servicio. Cayó abatido a la puerta de su aula, cuando acudía a poner orden en un incidente escolar.

Fue muerto (¿podré decir asesinado?) por un estudiante incontrolado del que lo sabemos casi todo y por el que todo el mundo, desde jueces a periodistas, pasando por psicólogos y políticos, está muy preocupado. Nadie sabe nada (ni importa, al parecer) de Abel y su familia, de su novia o tal vez de sus hijos.

Era un profesor. Si hubiera sido un militar caído en lejanas tierras, habría ido a buscar su cadáver el ministro del ramo, se le habrían hecho honores de Estado y seguramente le habrían condecorado con distintivo rojo o amarillo, vaya usted a saber.

Pero Abel era simplemente un profesor. Un profesor interino para más inri. El primer docente muerto en las aulas de nuestro país no se merece el oprobioso silencio, el incomprensible ninguneo que le han dedicado los medios de comunicación.

Así que solicito desde aquí que el próximo instituto que se inaugure en España lleve el nombre de Abel Martínez, y que se conceda al profesor leridano, a título póstumo, la Cruz de Alfonso X el Sabio.

Luis Azcárate Iriarte. Pamplona (carta en El Mundo)

Retrato del españolito medio

A: Killo. Estas currando???
X: Que va tío. Estos políticos sinvergüenzas tienen la culpa de todo. Nos tienen en la miseria.
A: Y como lo llevas???
X: Pues mal, estoy cobrando la ayuda familiar.
A: La ayuda familiar??? Vaya miseria!!! Así no se puede vivir.
X: Pues si tío. Y gracias q hago unos trabajitos en negro y tengo algo mas de ingresos.
A: Hostias. Pues yo necesito reformar mi cuarto de baño. Tu podrías???
X: Sin problemas. Además, te Cobraré muy barato. Sin facturas y sin IVA. Solo tienes q pagarme al contado.
A: De lujo. Pues iré a pedir el permiso de Obra.
X: Ni se te ocurra. Yo trabajo en negro. Además, quien se va a enterar???. Yo la reforma te la hago en un par de días. Cuando te denuncien ya habré terminado.
A: ah. Pues muy buen. Podrías empezar esta semana???
X: ufff… Imposible. Me voy de viaje con los niños a Disneyland París. Regalo de comunion. La próxima semana sin problemas.
A: ah vale. Te viene bien de tarde???
X: Por la tarde fatal. Los niños salen del colegio a las 17:00 y tengo que recogerlos para llevarlos al fútbol.
A: salen del colegio a las 17:00???
X: Si. Como tengo pocos ingresos la Junta me subvenciona el comedor y las actividades extraescolares.
A: Joder. Q bien. Por cierto, furgoneta nueva???
X: si tío. Tiene una semana. La utilizo para los trabajitos en negro.
A: ahhh… Y como la has financiado???
X: La pagué al contado. Yo no puedo financiarla con mis ingresos. La puse a nombre de mi padre que tiene una minusvalía y me hicieron un gran descuento. Y como es minusválido no pago el impuesto de circulación.
A: Vaya. Que chollo. Por cierto. Y que haces por aquí. Tu no vives al otro lado de la ciudad???
X: Si, pero tengo a la peque en esta Guardería. Nos gustaba mucho mas. Tienen mas actividades y está en una mejor zona.
A: Y como has conseguido que entre en esta guardería???
X: Pues mi suegros viven en esta calle y mi mujer esta empadronada con ellos. Gracias a eso nos dieron muchos puntos.
A: tu mujer esta empadronada con ellos??? Pero vosotros estáis viviendo juntos, no???
X: Si tío. Pero como no estamos casados nos venia bien para que mi mujer cobrara una ayuda de madre soltera y de paso para los puntos de la guardería.
A: Vaya. Pues menos mal que tu mujer tiene esa ayuda. Si no, no se como podríais llegar a fin de mes.
X: Pues si tío. Encima ahora se le acaba el PER.
A: Ella esta cobrando el PER??? Ha trabajado en el campo???
X: Que va!!! Ella no tiene ni idea de trabajar en el campo. Pero tenemos un conocido que tiene unos terrenos agrarios y nos hizo un favor, como sabe que estamos en paro y tenemos tres niños le hizo a mi mujer un contrato de seis meses. Solo tuvimos que pagarle la seguridad social y un regalito que le hicimos. De esa forma a mi mujer le correspondia un año de PER.
A: Vaya suerte!!! Venga te invito a una cerveza.
X: Que va. Me voy corriendo. Voy al cine con la familia.
A: Al cine??? Pero hoy no es el día del espectador. Te va a salir caro.
X: Que vaaa!!! Con el carnet de familia numerosa y el de minusvalía de mi padre (tapándole con el dedo la foto) me cuesta tirado de precio las entradas. Nosotros venimos casi todas las semanas.
A: Que bien!!! Por cierto. Me acabo de acordar. Mi cuñado ha montado una empresa de construcción. Si quieres puedo hablar con él y que te consiga un contrato de seis meses. No es mucho, pero al menos metes la cabeza en la empresa. Y quien sabe??? A lo mejor te acaba contratando indefinido. Tu eres un currante muy bueno.
X: Ufff… Q va tío. Por seis meses no me merece la pena. Además, perdería el derecho a las ayudas. Te lo agradezco pero no me arriesgo.
A: Bueno. Sin problemas. Era mirando por ti. Vaya!!! Mira lo que esta saliendo en la tele. Otro caso de corrupción política!!!
X: Que asco!!! Si es que estos políticos son unos corruptos y sinvergüenzas!!! Se aprovechan de nosotros y tienen al país en la ruina!!! Aprovechan cualquier resquicio para sacarnos el dinero y estafarnos. Deberían de estar todos en la cárcel!!!

Un gran análisis sobre el tema de la inmigración

Por qué no detenemos el drama de la inmigración

Los movimientos que siembran de cadáveres el Mediterráneo, que en África revisten forma de emigración necesaria y en Europa de inmigración ilegal, tienen tres causas fundamentales: la miseria, las guerras de todo tipo y condición -desde conflictos de universales hasta matanzas tribales-, y el grave desorden político que hace imposibles los controles en origen. Y por eso cabe temer que la gente seguirá cruzando el mar en todo tipo de artilugios hasta que la acumulación de cadáveres les permita pasar a pie sobre las calaveras.

Europa podría impulsar el desarrollo del Norte de África y disminuir la presión sobre el territorio de la UE, pero no quiere. No quieren los Gobiernos y las instituciones europeas, porque piensan que nuestro modelo de vida y desarrollo no se puede compartir. Tampoco queremos los ciudadanos, a los que nos es suficiente la caída de un punto del PIB para levantar grandes oleadas de indignación contra los asesinos de nuestros derechos y del Estado de bienestar. Y no quieren tampoco ni las grandes multinacionales ni las alianzas políticas de alcance global, porque piensan que sin zonas de miseria política y económica no tienen sentido -ni son posibles- las grandes potencias. Así que por ahí no vendrá la solución.

La guerra tampoco se va a acabar, porque todas nuestras intervenciones «pacificadoras» apagan el fuego con gasolina; porque creamos o derribamos dictadores sin lógica ni justicia; porque destruimos hasta los cimientos los poderes institucionales y estables (Libia, Irak, Afganistán); porque el control caótico de África y Medio Oriente nos sale mucho más barato que el control legal y democrático; y porque seguimos armando a los tiranos y a los que derriban a los tiranos, a las milicias multinacionales y a las tribus y religiones, sin que nadie reconozca ninguna enfermedad social o política que no se pueda curar con cazas supersónicos y misiles de alta tecnología. Y tampoco va a aumentar el orden interior de los pobres países afectados. Porque son pasto de matones que solo buscan enriquecerse rápidamente para lograr un plácido y civilizado retiro en una villa de Lausana.

Dirá usted, casi seguro, porque está siendo adoctrinado como yo, que no cito a las mafias de las pateras. Pero no las cito a propósito. Porque las mafias no son causa del caos migratorio, sino consecuencia, y no vale -o «no se vale», como diríamos en Forcarei- desviar los tiros hacia los últimos eslabones del problema. Por no tener, ni siquiera tenemos intención sincera de solucionar el asunto. Por eso carecemos de política común de migraciones y defensa. Para que cada cual describa problemas y soluciones a su medida, interpele a los demás con utopías y cuentos de hadas, e impida la conciencia clara de que en realidad somos los malos. Malos a rabiar, pero con los ojos vendados.

 

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2015/04/23/detenemos-drama-inmigracion/0003_201504G23P14993.htm

Cómo la educación española se echó a perder, contado por una profesora veterana

He hablado ya muchas veces de ella: Luisa Juanatey, profesora jubilada, y una vez más da en el clavo de lo que tenemos en las aulas:

Cada vez que se publica un nuevo informe PISA, el reflejo natural de todos los españoles es el de llevarse las manos a la cabeza. ¿Cómo hemos podido llegar hasta aquí? ¿Qué hemos hecho mal? ¿Quién tiene la culpa de esto? Todos llevamos dentro de nosotros un seleccionador de fútbol, un politólogo y un experto en educación que no titubea a la hora de explicar qué es lo que ha ocurrido. Uno de los objetivos más frecuentes de nuestros dardos son, precisamente, los profesores, aquellos que en un pasado fueron respetados y que, súbitamente, fueron despojados de su autoridad en el aula.

“Hablo de los profesores de enseñanza secundaria y, más precisamente de los de mi generación, de los nacidos en un lapso aproximado de quince años y que en el apogeo de su juventud/madurez extrañamente pasaron de ser competentes a ser incompetentes de manera inopinada”, escribe la profesora retirada Luisa Juanatey (Santiago de Compostela, 1952) en Qué pasó con la enseñanza. Elogio del profesor (Pasos Perdidos), un lúcido ensayo en primera persona sobre su trayectoria vital en la enseñanza desde los años ochenta hasta la actualidad, que es tanto un retrato de una generación que se propuso revolucionar la escuela heredada del franquismo como un certero diagnóstico de los problemas que aquejan a la educación española secundaria.

Si la enseñanza y el profesor no están valorados, no hay nada que hacer

“Lo que me propongo es que se valore al profesor como un elemento clave”, explica a El Confidencial la profesora de Lengua y Literatura que dio clase en institutos andaluces, madrileños, gallegos, valencianos y del País Vasco. “Si la enseñanza y el profesor no están valorados, no hay nada que hacer. Si enseñas algo que puede no ser útil en un sentido inmediato pero alguien lo aprende bien y eso se valora, le va a servir siempre y le va a enseñar a aprender”.

Nos sumergimos con Juanatey en los abismos del sistema educativo español a partir de algunas de las claves que nos ayudan a entender qué ha ocurrido durante las últimas décadas.

La LOGSE, un antes y un después

El 3 de octubre de 1990, el PSOE aprueba la Ley Orgánica General del Sistema Educativo, que sustituye a la Ley General de Educación, vigente desde 1970. Con ella se propone llevar la educación a todos los rincones del país, pero para Juataney, que en su día recibió la reforma con esperanza y algo de candor, supone el principio del fin de la escuela española. “Cada vez había más institutos y era una ley de izquierdas que garantizaba la educación hasta los 16 años”, rememora la autora. “Pero lo trastocó todo porque, fundamentalmente, devaluó la enseñanza”.

¿De qué manera? Al principio, a base de conceptos que servían para llamar de otra forma a realidades que ya existían. “Pusieron en circulación palabras como motivación, como si no lo fuésemos suficientemente, o como si no fuese un estímulo tener una enseñanza pública para todos”, explica. El profesor pasó a ser un docente que tenía, entre sus funciones, motivar a los alumnos, algo que siempre habían hecho aunque quizá no se llamase de la misma forma.

“Empezó a darse una depreciación de la idea de autoridad, a la que añadían cosas como que no se podía expulsar a un alumno de clase, de lo que no abusábamos, pero que era una herramienta”, rememora la profesora. “En lugar de que la sociedad ayudase a trasladar a los niños un sentido de las normas (no se puede interrumpir al profesor, no se puede molestar a los compañeros), se produjo lo contrario”. Es el caso de la irrupción de los pedagogos, expertos en psicología que pasaron de súbito a saber mejor que los anticuados profesores lo que estos debían hacer en las aulas en las que vivían día tras día. O la obligación tácita de aprobar a los alumnos, aunque no cumpliesen los mínimos exigibles. “Empezó mal y mal ha seguido, a pesar de que todos hemos tenido algún grupo que trabajaba bien. Pero eso no es un sistema público de enseñanza que se basa en la igualdad”.

El profesor no es el modelo del deportista esforzado y triunfador al que continuamente están expuestos los alumnos

Fue la izquierda quien, en apariencia paradójicamente, impulsó este cambio, aunque tampoco el Partido Popular hizo nada por revertirlo, más preocupado por las privatizaciones. “Ahora es muy difícil volver atrás”, se lamenta la autora.

El día que el profesor dejó de tener razón

Entre la confluencia de factores que explican la evolución del sistema educativo español de las últimas décadas, Juataney encuentra la raíz en el descrédito del profesor, que pasó en menos de 20 años de ser un severo y a veces despótico dictador a verse desposeído de toda credibilidad. “Los adolescentes viven en una constante incitación, la sociedad de consumo tiene una cantidad de estímulos perenne que les da una serie de cosas muy dinámicas y móviles, pero también superficiales”, explica la profesora. “La figura del profesor como grupo social encarna esos valores de no tratar de ser famoso, de no triunfar, de no tener dinero o un gran coche, ni es el modelo del deportista esforzado y triunfador al que continuamente están expuestos los alumnos”.

Los profesores, recuerda la autora, no tienen mayor ambición que la de transmitir su conocimiento ejerciendo su autoridad pero siendo conscientes de que, tanto sus alumnos como ellos, lo ignoran casi todo. “Otra contradicción fue lo de que el aprendizaje no debe ir de arriba abajo”, recuerda. “¡Qué absurdo! ¿Los que nacen después enseñan a los que nacen antes? Ese absurdo se ha propagado: los profesores están anticuados, no se adaptan, no se reciclan…” La escuela pública española fue durante mucho tiempo un paradigma de igualdad, en el que había tantas mujeres como hombres (o más) en un clima de respeto y compañerismo.

De repente cambió todo, y te encontrabas con que nada más entrar en clase había grupos que te recibían con un rechazo absoluto

En el debe de la sociedad española hay que añadir pequeñas decisiones promovidas desde las nuevas instancias de la autoridad educativa, como el desprecio de la memoria (“que es valiosísima para aprender; imagínate ir a la autoescuela y decir que lo que quieres es aprender distraídamente y jugando”) o el esfuerzo. “Esforzarse, luego memorizar tras haber entendido y leído, manejar textos, poner en práctica… esto es lo que te permite aprender”, explica Juanatey.

¿Mi hijo no estudia? La culpa es del profesor

Al mismo tiempo que los docentes perdían su autoridad y se veían desprotegidos ante unos alumnos cada vez más cargados de razón, la sociedad encontró un culpable propicio para todo aquello que estaba ocurriendo… Y que volvía a ser el propio profesor, tildado de acomodaticio yvago. “De repente cambió todo, y te encontrabas con que nada más entrar en clase había grupos que te recibían con un rechazo absoluto”, rememora Juanatey. “Desde todas partes empezamos a oír que éramos unos vagos. No lo éramos, simplemente no aspirábamos a grandes cosas: lo pasábamos bien preparando las clases”.

Luisa Juanatey.
Luisa Juanatey.

“De la noche a la mañana llegó lo de que no servíamos para nada, que éramos material de desguace, ¡peroéramos los mismos que el año anterior!”, recuerda, a pesar de la voluntad de adaptación de los profesores, que introdujeron poco a poco cambios como el rediseño del aula. Pequeñas alteraciones que funcionaban si los alumnos estaban dispuestos a aceptarlas, pero que “es muy distinto si lo primero que tienes que hacer es decir a los chicos que no pueden estar espachurrados sobre el pupitre, que hay que traer el cuaderno, que así no se puede trabajar, que les pidas que no se vayan a la construcción porque son jóvenes y te respondan que eso era en nuestros tiempos… Esa clase de ambiente nos desprestigió, porque empezaron a prevalecer valores que iban en contra de todo esto”.

Juataney habla del reciente ejemplo de las reformas llevadas a cabo por los colegios jesuitas de Cataluña para ilustrar por qué la educación en nuestro país es, desde hace 20 años, cada vez más clasista: “Si tú me das una clase de gente que en su casa tiene libros, que oye un vocabulario determinado y trata ciertas cuestiones, que viene a aprender y que van a mandarlos a Estados Unidos después del bachillerato, se pueden hacer maravillas. Pero también he dado clase en barracones como los que hay en la Comunidad Valenciana. ¿Qué hacemos, el modelo de los jesuitas con los chicos metidos en un cajón de obra? ¿Con quién lo hacemos, con los que han tenido suerte y estudian en un aula mejor? Esto no es un sistema público de enseñanza”.

Padres malcriadores para niños malcriados

Los alumnos no cambiaron de comportamiento, hábitos y costumbres por sí mismos. Ni siquiera únicamente por la ley ni por los medios de comunicación, aunque ambos favoreciesen el nuevo sistema de valores: los padres tuvieron mucho que ver. “Fue esa moda de que a los niños no se les puede contradecir, que tienen que ser creativos y libres”, explica la autora. “Fíjate ahora que los que lo defendían son los mismos que se han enamorado de la expresión ‘poner límites’. Pero era lo que decíamos todo este tiempo cuando nos ponían verdes por hacerlo. Poner límites es establecer normas, sancionar”.

Los nuevos alumnos, así como sus padres, empezaron a entender que podían exigir lo que quisieran. Entre todas esas cosas, recibir un aprobado sólo por ir a clase a diario: “Llegó un momento en que todos empezamos a aprobar más de lo debido, sabiendo que habíamos enseñado la mitad que antes”. En una esclarecedora anécdota del libro, Juanatey recibe la visita de un padre después de que su retoño proteste por haber obtenido un dos. El padre, tras releer la prueba, no tiene ninguna duda: “Yo le habría puesto un cero”.

Parece que el profesor es alguien a quien se le exige que complazca al niño y que le apruebe

El ambiente, alentado por Consejos Escolares, inspectores, medios de comunicación y autoridades políticas, favorecía esa percepción en la que el niño tenía la sartén por el mango. “Si a los padres se les hubiese inculcado queel niño viene a respetar al profesor y a aprender unas asignaturas y no se les hubiese dicho que estas estaban anticuadas, que el profesor no era un monigote que se tenía que quedar callado cuando el Consejo Escolar decidía que un niño podía escuchar música con auriculares, habría sido muy distinto”. No son las únicas razones: un mayor número de alumnos entró en la escuela, al mismo tiempo que los padres y, sobre todo, las madres, podían pasar menos tiempo con sus retoños.

“En el colegio me gusta que los niños se diviertan”, recuerda Juataney que decían algunos padres. “Yo considero que los profesores deben hacer esto, aquello, lo de más allá… ¿Pero usted ha estado alguna vez en una clase? ¿Usted sabe lo que le toca al profesor hoy y que todo eso tiene que hacerlo en una situación en la que no se le valora ni respeta, y además el niño dice que no vale porque no es divertido?”. Una situación que dio una nueva definición de lo que debía ser un profesor: “Alguien a quien se le exige que complazca al niño y que le apruebe”, explica la autora con sorna.

Los valores de una bella profesión

Seguramente, usted también haya escuchado aquello de lo bien que viven los profesores con sus tres meses de vacaciones al año (falso), uno de los colectivos más vilipendiados de las últimas décadas de la historia española junto a los funcionarios. Quizá porque paradójicamente no encajan en los cánones de la sociedad moderna –ambición, lujo, consumo– en los que se han criado las nuevas generaciones de alumnos. “Un profesor no tiene nada que ver con alguien que lleva marcas, que se somete a cirugía estética, o que aspira a tener un yate o ser famoso”. No, explica Juataney en el libro, los docentes no quieren un sueldo mayor, que los hagan catedráticos o que los inviten a opinar en los medios (donde, dicho sea de paso, raramente aparecen): quieren hacer su trabajo con dignidad.

La de profesor sigue siendo una profesión muy satisfactoria, pero los que empiezan ahora deben exigir más

Esto ha sido complicado en los últimos tiempos, una situación acentuada en los años inmediatamente anteriores al estallido de la burbuja inmobiliaria, tiempos en los que nadie necesitaba tener estudios para conseguir un buen sueldo. Pero, como recuerda la autora, una sociedad que piensa que la educación no sirve para nada es “una sociedad que se engaña”. “Si miras los terribles datos del paro, hay una gran diferencia entre los que tienen preparación y los que no. Prepararse sí que sirve, porque, y en esto estoy de acuerdo con los psicólogos, aprender siempre es aprender a aprender”. Por eso, toda una generación se encontró de repente sin nada, es decir, sin preparación, “y luego se dieron cuenta de que, aunque ya no haya rosas para nadie, tener estudios te favorece”.

Paradójicamente, se ha vuelto a completar el círculo, y muchos de aquellos a los que su entorno empujó a desertar de la escuela han vuelto a la misma en busca del esfuerzo, formación, crecimiento personal y riqueza intelectual que el colegio ofrece. ¿Y los profesores? Aunque la situación sea complicada, Juanatey insiste en que quiere concluir con un mensaje positivo. “Sigue siendo una profesión realmente satisfactoria, y me gustaría animar a todos los que tienen el deseo de ser profesores, así como decirles que exijan mucho: realmente es una vida buena la del profesor”. Y no, no se refiere al dinero, el prestigio, la adulación o la capacidad de influencia de la que carecen, y a la que, de todas formas, tampoco aspiraron.
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2015-04-21/como-la-educacion-espanola-se-echo-a-perder-contado-por-una-profesora-veterana_733989/

EINSTEIN, EL MÁS GRANDE PLAGIARIO DE LA HISTORIA CIENTÍFICA

http://programacontactoconlacreacion.blogspot.com.es/2012/04/einstein-el-mas-grande-plagiario-de-la.html

En el mundo científico, es un secreto a voces que Albert Einstein fue un fraude, y ciertamente existe abundante documentación al respecto. El mito de la “historia oficial” dice que trabajando en la Oficina de Patentes, en los ratos libres y completamente sólo, a Einstein se le ocurrió intuitivamente todo lo que enunció y por eso, nunca citó las fuentes de las que se nutrió.

 
Einstein en 1893 con 14 años.

En 1879 en la ciudad de Ulm, Alemania, en el seno de una familia judía, nació Albert Einstein, que en pocos años se convertiría en el más grande plagiador que conoció el mundo científico. Un plagiador es aquel que copia ideas, expresiones o las obras creadas por alguien y las presenta como propias, sin citar al verdadero autor.

A Einstein se lo recuerda como el creador de las dos teorías -la especial o restringida (1905) y la general (1916)- de la Relatividad. Ambas fueron creadas por otros investigadores, no por Einstein.

Einstein murió a los 76 años en las primeras horas del 18 de abril de 1955 en el hospital de Princeton en Nueva Jersey y desde entonces se lo ha convertido en una especie de “Dios” de la Ciencia, y sin embargo fue todo lo contrario.

La verdadera historia

Lo cierto es que cuando realmente se examina la vida de Albert Einstein, encontramos que su brillo yace en su habilidad para plagiar y robar las ideas de otros, pasándolas como propias sin ninguna clase de escrúpulo. La Enciclopedia Británica dice acerca de la educación temprana de Einstein que él «mostraba poca habilidad escolástica» También dice que a la edad de quince años«con pobres notas en historia, geografía, y lenguajes, dejó la escuela sin diploma». Einstein mismo escribió en un papel de escuela que tenía «falta de imaginación y habilidad práctica

 
En 1895 falló en un simple examen de
Matemáticas para intentar ingresar a
una escuela de ingeniería.

En 1895, Einstein falló en un simple examen de entrada a una escuela de ingeniería, la Eidgenossische Technische Hochschule en Zúrich. Este examen consistía principalmente en problemas de matemáticas, yEinstein mostró ser matemáticamente inepto. Él entonces entró a una escuela secundaria en Aarau. En 1900 consiguió aprobar como maestro de matemáticas y física. Los que fueron sus alumnos recuerdan que su conocimiento en física elemental era inferior al de los propios alumnos de ese nivel.

En las cartas familiares, se revela que Einstein, tardó mucho en comenzar a hablar. Su familia temió en algún momento que fuese un poco retardado (y lo era), pues no habló hasta los tres años. No lo hizo fluidamente hasta cumplidos los nueve años, por lo que en un principio, incluso los médicos le hicieron pruebas para saber si era “retrasado mental”. Tanto en la escuela primaria como en la secundaria siempre fue un alumno mediocre. De tan incapaz que era, nunca consiguió aprender a atarse los cordones de los zapatos, ni aprender a conducir un automóvil, ni andar siquiera unos metros en una bicicleta.

 
Marcel Grossmann ayudó
mucho a Einstein, tanto
para obtener empleo como
para hacerle creer al
mundo que era un genio
matemático, todos los
cálculos eran de Marcel.

Con la ayuda de un amigo, Marcel Grossmann intentó aprobar el examen de ingreso en la Universidad de Zúrich, pero no aprobó. En 1901 Einstein tenía un trabajo temporal como maestro de Matemáticas en la escuela técnica en Winterthur. A la edad de 22 años, después de cinco años en la Escuela Politécnica, Federal Suiza, Einstein se gradúa con el promedio más bajo de la clase, 4,91 y obtiene la ciudadanía suiza.

Finalmente, el padre de su amigo Grossmann, le consiguió en 1902 un empleo en la Oficina de Patentes en Berna, Suiza. Su trabajo era un técnico experto de tercera clase, lo que significa que él era demasiado incompetente para posición de mayor calificación.Después de trabajar seis años en la oficina de patentes, fue elevado a una posición de segunda clase.

En 1902, Einstein engendra su primer vástago, una hija ilegítima de nombre Lieserl, que nace en Novi Sad, Hungría, con el síndrome de Down. De esta hija se deshizo rápidamente regalándola o entregándola en adopción. La historia de esta hija se mantuvo en secreto y solamente se conoció 30 años después de la muerte de Einstein.

 
Einstein con Mileva Maric.

En 1903, Einstein contrae matrimonio conMileva Maric, compañera de estudios, de carácter difícil, reservada y taciturna. Se dice que ella fue la que lo ayudó a graduarse haciéndole todos los trabajos prácticos.

Con la serbia Mileva Maric (cuatro años mayor que Einstein) tuvo dos hijos: Hans Albert y Eduard, nacidos respectivamente en 1904 y en 1910. Años después, Eduard terminó en un hospital psiquiátrico con diagnóstico de esquizofrenia. Para cuidar a sus hijos, ella tuvo que abandonar sus estudios.

Einstein obtuvo el grado de doctor en Filosofía por la Universidad de Zúrich con el trabajo Una nueva determinación de las dimensiones moleculares, trabajo que cuentan sus compañeros, elaboró la pobre Mileva. Su tesis doctoral de 1905 sobre la determinación de las dimensiones moleculares pasó sin pena ni gloria y no tuvo ninguna repercusión ni relación con “su” Teoría de la Relatividad, tampoco con sus otros primeros trabajos.

 
Mileva Maric en 1914 con sus dos hijos:
Eduard (1910-1965) y Hans (1904-1973).

Einstein publicó en el año 1905 el largo tratado (plagiado por supuesto), con el tema de la teoría de la relatividad (su verdadero título es:Sobre la electrodinámica de los cuerpos en el movimiento), sin adjuntar la bibliografía. El artículo, se basaba fundamentalmente en el «movimiento browniano» (movimiento en partículas de fluidos) que era un gran enigma de la época, y es en este estudio que Einstein confirmaba cosas tan obvias como la existencia de los átomos, mecánica estadística y cinética de fluidos. Esto era todo un plagio por Einstein del investigador escocés Robert Brown, que en 1827 explicó lo que se conoce como movimiento browniano,nunca citado por Einstein pero sus conceptos se los apropió en 1905.

 
Wilhelm Wien en 1911 año
en que obtuvo el Nóbel.

Éste texto fue el más famoso “trabajo” de Einstein, fue “su” teoría, publicada en 1905 en la revista alemana de física,Annalen der Physik.

En el escrito no adjuntó ninguna bibliografía ni lecturas previas, y consiguió publicar en Annalen der Physik (Anales de la Física), por su premeditada amistad con el futuro Nobel de Física y redactor jefe, Wilhelm Wien.Extrañamente, a cualquier otro que deseara publicar, los redactores delAnnalen der Physik le exigían referencias, antecedentes, algo que no hicieron con un desconocido que no dio ningún reconocimiento del trabajo teórico previo hecho por otros autores. Lo menos que un redactor habría esperado era una cierta prueba para determinar la capacidad e idoneidad de Einstein para redactar el trabajo. Además, siendo su primer trabajo, debería haber citado todas las fuentes.

Como el texto de Einstein fue publicado sin ningún tipo de referencia, un hecho, que en su día, su amigo y premio Nobel de física, Max Born, encontró extraño y preocupante, hizo que, en 1955, ante la Conferencia Internacional de la Relatividad, el propio Born afirmaría: “Lo más llamativo, es que no contiene ni una sola referencia a toda la literatura anterior. Da la impresión de que se trata de un trabajo nuevo. Pero es que, tal y como he intentado explicar, eso no es verdad.” Born lo dejó escrito en su libro Physics in My Generation de 1956.

 
Albert Einstein, el gran plagiario.

Si en la actualidad Einstein hubiera enviado, en las mismas circunstancias, su artículo a una revista científica de primer nivel, los evaluadores lo habrían rechazado por falta de originalidad. Y si hubiera presentado sus conclusiones como tesis de doctorado no lo habría obtenido y, al menos en EE.UU., lo habrían acusado de plagiario e inhabilitado para la enseñanza y la investigación.

No tiene sentido atribuirle semejante descubrimiento a un joven que nunca había investigado en ese campo, que trabajaba cuarenta y ocho horas semanales en una oficina de patentes, que fue rechazado tres veces en el doctorado, que tenía unos conocimientos modestos de física y muy pocos de matemáticas, que pretendió escribir un artículo sumamente difícil en un par de semanas y que nunca había dado la menor prueba de genialidad sino más bien de ciertas deficiencias intelectuales. 

Varias ideas presentadas en la publicación de Einstein de 1905, fueron tomadas de los científicos Hendrik Lorentz y de Jules Poincaré, enunciadas antes de la fecha de la publicación de Einstein. Respecto a la conversión de la materia en la energía y la energía en la materia fue enunciada por Isaac Newton (“Los cuerpos sólidos y la luz son intercambiables mutuamente…”; en el año 1704).

 
Entre las decenas de obras
que plagió Einstein se
encuentran los trabajos
del gran Hendrik Lorentz,
aquí fotografiado en 1921.

Aunque el texto publicado por Einstein en 1905 no tiene referencias, es tan sorprendentemente similar a un trabajo realizado el año anterior por Hendrik Lorentz, que tanto Walter Kaufmanncomo Max Planck, sintieron la necesidad de señalar públicamente que Einstein se había limitado a realizar una reinterpretación metafísica y una generalización de la teoría científica presentada por Lorentz, algo, que por otro lado, ya había realizado el científico francés Jules Henri Poincaré.

Charles Nordman, astrónomo del observatorio de París señaló en su día:“Es realmente Henri Poincaré, el gran francés cuya muerte ha dejado un vacío que nunca podremos llenar, el que debe recibir el mérito de haber demostrado, con la mayor lucidez y la más prudente de las audacias, que el tiempo y el espacio, como ahora sabemos, solo pueden ser relativos. La verdad que unas cuantas citas de sus obras no estarían fuera de lugar. Ellas nos demostrarían que el mérito de la mayoría de los descubrimientos y avances que actualmente son atribuidos a Einstein, son en realidad obra de Poincaré.”

Aparte de determinar una previa forma de la teoría de la relatividad, Poincaré entregó la más importante parte del concepto: el modo de tratar el tiempo local. De él viene una idea de sincronización de los relojes, que es una llave en la teoría de la relatividad particular.

 
En 1907, Einstein intentó
justificar su plagio de un modo
bastante arrogante.

Einstein llegó a reconocer esta verdad, pero justificó su plagio, de un modo bastante arrogante, en otro artículo publicado en Annalen der Physik en 1907: “Parece que la naturaleza del trabajo que realizo, ya ha sido, en parte, solucionado por otros autores. A pesar de esto, y dado que estas cuestiones pueden abordarse desde un nuevo punto de vista, creo que tengo el derecho a pasar por alto el estudio profundo de esa pedante literatura, sobre todo, porque creo que existen lagunas que pueden ser cubiertas por otros autores. Como ya ha ocurrido con mi primer trabajo sobre la relatividad, a través de los encomiables esfuerzos del Sr. Planck y del Sr. Kaufmann”.

Lo característico en Einstein fue que él se apropiaba de las teorías sin citar a los que los precedieron. Él seleccionó del contenido existente de la Ciencia lo que más le gustó, y lo introdujo en el texto de su obra.

 
El brillante Henri Poincaré
(1854-1912), otro genio
plagiado por Einstein.

En octubre de 1904, Poincaré expresó un par de las observaciones durante su discurso público acerca de la teoría particular de la relatividad: “Todos estos resultados si serán confirmados, significan un surgimiento de una nueva mecánica totalmente… cuya característica principal es que no hay velocidad superior a la velocidad de la luz porque los cuerpos se oponían en contra de la creciente inercia como consecuencia del crecimiento de la velocidad, y esta inercia llegaría al infinito durante el alcance de la velocidad de la luz. Tanto más para un observador en el movimiento progresivo, él no espera que exista ninguna velocidad irreal superior a la velocidad de la luz lo fuera contradictorio, si nos recordamos que este observador no usaba los mismos relojes que un observador parado, pero los relojes marcados el tiempo real”. Poincaré escribió 30 libros y más de 500 labores de filosofía, matemática y física.

El robo de los conceptos contenidos en las obras de Lorentz y Poincaré cometido por Einstein para presentarlos como un duplicado disfrazado es tan evidente que sólo un estúpido puede seguir defendiendo a Einstein. Es imposible que no conociera los escritos de estos dos grandes matemáticos dada la literalidad y flagrancia del plagio. Además, la mezquindad de Einstein fue tal que solamente en 1955, poco antes de morir, y avergonzado por las conclusiones de Edmund Whittaker, rindió un lacónico homenaje a Poincaré.

 
Los conceptos del genio James
Maxwell fueron impunemente
copiados por Einstein.

Otro gran matemático plagiado por Einstein fue otro escocés,James Clerk Maxwell, que en 1878 publicó la Teoría Especial de la Relatividad en laEnciclopedia Británica, la cual Einstein entonces publicó como suya propia en 1905, sin jamás citar a Maxwell (parece incomprensible que Einstein podría haber copiado un artículo de una enciclopedia, y otro, y otro y luego sometiéndolos como su propio trabajo, y nunca fuera cuestionado por los centenares de académicos y los editores que deben haber revisado su trabajo, esto sólo se explica que el proyecto de “llevar a Einstein a los altares”, era un plan fríamente calculado).

Einstein en su trabajo tampoco citó el famoso experimento deMichelson-Morley de 1887, que sugiere que no hay un éter, trabajo que roba Einstein para su ponencia de 1905 pero nunca citó ni a Michelson ni a Morley.

 
George Francis Fitzgerald
(1851-1901), matemático irlandés
que fue plagiado por Einstein.

Hubo otro investigador que se anticipó a la Teoría de la relatividad, fue el irlandésGeorge Fitzgerald que en 1889, en Irlanda publica sudocumento acerca de la teoría de la relatividad, un documento previo que Einstein nunca citó, aunque numerosos colaboradores citaron los trabajos de Fitzgerald.

En 1892 Hendrik Lorentzpublicó en los Países Bajos lasTransformaciones de Lorentz.Einstein copió todo el trabajo sin citar al autor.

Cinco años antes que el Enunciado de Einstein, en 1900 en Alemania, Max Planck yWilhelm Wien desarrollan la teoría cuántica que Einstein plagia en 1905.

 
El físico Philipp Von Lenard
fue groseramente plagiado
por Albert Einstein.

Es interesante recordar que en 1905, el físico húngaro Philipp Eduard Anton von Lenard, bajo quién la esposa de Einstein estudiaba, recibió el Premio Nobel por descubrir el efecto fotoeléctrico en los rayos catódicos, el cuál Einstein entonces plagia completamente el mismo año, presentándolo como «su» trabajo, sin ninguna referencia a von Lenard.

En 1905, a la edad de 26 años, mientras todavía es un ayudante técnico, de última categoría en la oficina de patentes, Einstein publica cuatro ensayos “innovadores” en el campo de mecánicos teóricos de física en Annalen Physik, y es el propio Einstein que confiesa, que su esposa es la que ha hecho todas sus matemáticas.

 
El Profesor Hermann Minkowski
es el autor del concepto de
espacio-tiempo.

En 1909, este «genio» es todavía un ayudante técnico en la oficina de patentes, así que sus conexiones le arreglan promoverlo a profesor asociado en la Universidad de Zúrich.

Fue un profesor quién le enseñó a Einstein la idea del tiempo como cuarta dimensión, se le ocurrió aHermann Minkowski, uno de los profesores de Einstein, en la Politécnica de Zürich, quien una vez le llamó “perro vago” a causa de su poco aprecio por las matemáticas.Minkowski acuñó el término «espacio-tiempo» (Raumzeit) y le dio la forma matemática adecuada.

El espacio-tiempo enunciado por Minkowsky es una variedad tetra dimensional en la que se entrelazaban de una manera insoluble las tres dimensiones espaciales y el tiempo. En este espacio-tiempo, el movimiento de una partícula se representa mediante su «línea de universo» (Weltlinie), una curva cuyos puntos vienen determinados por cuatro variables distintas: Las tres dimensiones espaciales (x, y, z) y el tiempo (t). El nuevo esquema de Minkowski obligó a reinterpretar los conceptos de la métrica existentes hasta entonces. El concepto tridimensional de punto fue sustituido por el deevento. La magnitud de distancia se reemplaza por la magnitud deintervalo.

 
Friedrich Hasenöhrl,
antes de ir a morir en
la 1ª Guerra Mundial
dejó sus trabajos en
la Oficina de Patentes
de Berna en la cual
trabajaba Einstein.

Luego está el valioso aporte del físico austriaco Friedrich Hasenöhrl creador en 1904 de la ecuación básica E = mc2 y que murió un año antes de que Einstein la denunciara como propia. Friedrich Hasenöhrl (1874–1915), relacionó la masa específicamente, a través de la inercia al concepto de energía con una ecuación. Inicialmente concluyó que m= (8/3) E / c².Philipp Lenard reclamó que la famosa ecuación debería ser acreditada a Hasenöhrl porque la escribió antes. En un trabajo posterior, Hasenörhl re-calculó su resultado y concluyo que m= (4/3) E / c².Hasenörhl indicó que si la energía interna de un sistema consiste de radiación, entonces, en general, la masa inercial del sistema dependería de esa energía. Por lo tanto, estos nuevos cálculos de Hasenöhrl establecían que la causa de la energía radiactiva E contenida en un sistema, tiene que ser sumada a una masa aparente m. En 1915 Hasenöhrl murió luchando en la Primera Guerra Mundial, sus trabajos originales quedaron en la Oficina de Patentes de Berna donde trabajaba Einstein, el plagiario, leyó esta teoría, y la hizo pública en 1915, tras la muerte de Hasenöhrl, sin citarlo siquiera.

Esta ecuación E=mc2 también se puede remitir a investigaciones de S. Tolver Preston (1875), a Jules Henri Poicaré, cuya novedosa ponencia de 1898 sobre la teoría de la relatividad, la presentó en 1900 en su libro Science and Hypothesis y la llamó Ley de la Relatividad y el Principio de la Relatividad de donde Einstein obtuvo todos los datos que necesitaba.

 
Hasta Stephen Hawking
cuestionó a Einstein sobre la
autoría de «su» famosa teoría.

Una autoridad como Stephen Hawking en su libro Una Breve Historia del Tiempo dice:«Generalmente se da a Einstein el crédito para la nueva teoría, pero el nombre de Poincaré está conectado a una parte importante de ella.»

Otro pionero fue Olinto De Pretto,un italiano desconocido según afirma Umberto Bartocci, historiador de la Universidad de Perugia. De acuerdo con Bartocci, habría sido de Pretto,un industrial, matemático y geólogo de Vicenza (Véneto), quien publicó por primera vez la fórmula E= mc² en una revista científica llamada Atte, el 16 de junio de 1903 y conocida por haber sido leída por Einstein, que habría usado la ecuación dos años más tarde en un diario de gran difusión para presentar un trabajo como propio, nunca citando a Pretto, que falleció en 1921.

 
El matemático italiano Olinto
de Pretto, autor de la famosa
ecuación E=mc2 robada
por Albert Einstein. 

«De Pretto no descubrió la relatividad, pero no hay duda en que fue el primero en usar la ecuación», reivindica el profesor italiano Bartocci.

La teoría de Einstein sostiene que el tiempo y el movimiento son relativos para el observador. Por su parte, la ecuación E=mc2 establece la relación de proporcionalidad directa entre la energía (E) y la masa (m). También indica la relación cuantitativa entre masa y energía en cualquier proceso en que una se transforma en la otra, como en una explosión nuclear.

Otro de los tantos plagiados, fue Leopold Infeld, el físico polaco que trabajó con Einstein en el problema del movimiento en relatividad general, y que escribió un libro de carácter general, The Evolution of Physics (1938), donde se anota a Einstein también como co-autor aunque no lo fue.

Einstein estando casado con Mileva Maric mantenía relaciones sexuales con su prima hermana Elsa Einstein y en 1917 se fue a viir con ella. Llega a un acuerdo con Mileva y se separaron en 1919 con una cláusula sorprendente: Einstein se comprometía a donar el ciento por ciento a Mileva del dinero del Premio Nobel en caso de que lo obtuviera. Vale recordar que uno de los motivos del divorcio era que Einstein era un hombre golpeador y encima la plagiaba a ella misma y a otros autores (revelado por Harris Wallker-Troemel Ploetz, 1990).

 
Heinrich Rudolf Hertz (1857-1894)
descubridor del efecto fotoeléctrico
entre otros descubrimientos,
también fue plagiado por Einstein.

En 1921 Einstein recibe un Premio Nobel de Física con respecto alefecto fotoeléctrico, algo que él plagió de Heinrich Hertz,que en 1888 publicó su disertación sobre el efecto fotoeléctrico, un documento que Einstein “olvidó” citar.

Durante su discurso, por el efecto fotoeléctrico, Einstein no mencionó ni de pasada la Teoría de la Relatividad. En ese momento la comunidad científica internacional recibió confirmación implícita de que Einstein no era el padre de la teoría aunque un cúmulo de circunstancias, intereses creados, presiones y pusilanimidad mantuvieran hasta incluso el año 2012, el mito de su autoría. Pero incluso en lo que concierne al efecto fotoeléctrico, fermento de la mecánica cuántica, lo más probable es que Einstein se haya apropiado sin rubor, además de Hertz, de los trabajos de su esposa, Mileva Maric.

 
Mileva Maric (1875-1948),
se llevó el secreto a la tumba.

Y ni bien recibió el galardón, el famoso Nobel, Einstein le entregó el millón a su ex mujer. Aunque esta actitud despertó muchos comentarios sobre la falta de reconocimiento de su contribución en las teorías de Einstein, Mileva se mantuvo en silencio y no hizo ningún reclamo.

Hasta 1919 copiaba todo a su primera esposa Mileva Maric -la única alumna de su clase- como reconocieron su profesor Minkowski, el Dr. Walker (autor deMiss Einstein) o Abram Joffe (vio el manuscrito de la relatividad firmado por Einstein-Marity, mote de Mileva). El propio Einstein quemó miles de cartas para que no se supiera que “era un simple idiota” (según le dijo literalmente a Mileva).

El 2 de junio de 1919 se casa con su prima Elsa Lowenthal (cuyo apellido de soltera era Einstein), solo tres meses y medio después de su divorcio de Mileva. Einstein tenía 40 años y su prima 43. Elsa murió en 1936.

 
Einstein en 1940 jurando ser ciudadano
norteamericano. A la izquierda, Helen
Dukas y a la derecha, su hijastra Margot,
con ambas mantenía relaciones sexuales.

«Me alegro de que mi segunda esposa no entienda nada de ciencia. La primera sí que entendía», diría Einstein años más tarde.Elsa murió en 1936 y luego Einstein mantendría una relación con Maja, la hermana de Elsa, su hijastra Margot y su secretaria húngara Helen Dukas, 17 años menor que Einstein. Dukas fue su secretaria hasta que Einstein murió en 1955. Ella falleció en Princeton en 1982.

En la biografía, Einstein, su vida y su universo, deWalter Isaacson, basada en 4.000 cartas privadas del plagiario, lo muestran como un individuo pasional, con serios problemas familiares y psicológicos. En nueve de ellas, se descubre que Einstein tuvo una relación amorosa con una espía rusa, Margarita Konenkova, y que mantenía al menos a diez amantes a las que golpeaba y maltrataba con frecuencia.

Einstein y la espía soviética
La relación de Einstein con las mujeres se ve con más profundidad en el libro de Dennis Overbye, escrito en el año 2000, una biografía titulada: Las pasiones de Einstein.

 
Albert Einstein junto a la espía
soviética Margarita Konenkova.

Entre varias amantes apareceMargarita Konenkova, una espía soviética casada con un escultor ruso. Se conocieron en 1935, poco después de que el matrimonio Einstein se mudase a Princeton (Nueva Jersey, Estados Unidos), y Konenkova (15 años menor que él) cumplió parte de la misión que le encomendaron en el Kremlin: acostarse con Einstein y hacer que él conociera al vicecónsul soviético en Nueva York, Pável Mijáilov y entablara su amistad al punto que ambos se encontraron varias veces. Esta reunión, entre otras cosas, hizo que el FBI de Edgar J. Hoover espiara al plagiario para probar que era comunista, acumulando un expediente de 1.500 folios.

En 1994 se supo toda la verdad sobre la agente «Lucas», nombre clave de Margarita Konenkova, gracias a las memorias del ex espía soviético Pavel Sudoplatov. ¿Qué contó Einstein a su amante? Cómo él nunca participó en los experimentos de Robert Oppenheimer, en el Proyecto Manhattan, debido a la mentalidad subnormal de Einstein, es indudable que muy poca información atómica debió obtener la espía. Por tal motivo, a finales de 1945, le dieron órdenes de regresar a Moscú, donde falleció en 1982. No hay registros de que volvieran a verse. Como curiosidad, en la Universidad de Princeton, se alza un busto de bronce del fraudulento «genio» Albert Einstein. Su autor es Sergei Konenkova, el cornudo marido de Margarita.

 
El cociente intelectual de Marilyn
era de 164 y el del plagiario de 160.

Contrariamente a lo que cree la mayoría de la gente, Albert Einstein no tenía un coeficiente intelectual espectacular. Thompson, otro de los biógrafos de Einstein escribe que en una entrevista con su hijo éste le contó que: “era considerado retrasado por sus profesores y él mismo me dijo que era mentalmente lento…».Hasta su hagiógrafo oficial, Isaacson, reconoce que Mileva le ayudaba en Matemáticas.

De hecho, el cociente intelectual de la actriz Marilyn Monroe, a la que siempre se consideró una rubia tontita, era superior. El caso es que Monroe tenía 164 de cociente intelectual  mientras que el plagiario  “solo”, 160. Actualmente, en lo que va del siglo XXI, esMarilyn von Savant, la persona con el CI más alto del mundo, tiene 228 puntos.

 
El matemático alemán David
Hilbert le envió a Einstein un
documento con sus últimas
ecuaciones y el plagiario se
las adjudicó como propias.

El primero en deducir la serie completa de ecuaciones de la teoría General de la Relatividad fue David Hilbert, que había presentado su trabajo en Berlín, el 20 de noviembre de 1915, citando a Marcel Grossmann, inclusive cita precisamente las mismas ecuaciones de campo que Einstein presenta como sus propias ecuaciones cinco días después (dos semanas después que se supo que Einstein había recibido una copia del documento de Hilbert y que Hilbert no había recibido una copia del documento de Einstein). Algo que el propio Einstein se vio obligado a reconocer en 1916, después de haberlo plagiado.

En una conferencia pronunciada el 24 de agosto de 1920 en Berlín por el físicoErnst Gehrcke, este se enfrentó públicamente a Einstein, que se encontraba presente, y le acusó de plagiar los formalismos matemáticos de Lorentz para la teoría de la relatividad, los conceptos del espacio y del tiempo de Palagyi, la geometría no euclidiana de Varicak y la solución matemática del problema del perihelio de Mercurio publicado por Gerber en 1898. Finalmente, Gehrcke, se dirigió personalmente a Einstein, y ante todos los presentes, pronuncio la célebre frase del cuento del Hans Christian Andersen, “el emperador no tiene ropa”, frase que se utiliza para indicar, que sólo porque todo el mundo crea que algo es verdad, no significa que lo sea.

 
El físico alemán Ernst Gehrcke
el 24 de agosto de 1920 se
atrevió a desenmascarar
públicamente a Einstein, ante
un auditorio lo acusó de plagiar
todos los conceptos que se
atribuía como propios. Einstein
solo atinó a mirar hacia la nada,
y balbucear incoherencias.

El 27 de agosto, Einstein publicaba su respuesta en el Berliner Tageblatt und Handels-Zeitung, la cual, posteriormente, seria traducida al inglés para el libro La teoría de la Relatividad de Albert Einstein, publicada por Gerald E. Tauber: “…Gerber, dio con la fórmula correcta para calcular el perihelio de Mercurio antes que yo…” con esta frase reconoció el plagio. Más adelante dice: …Y si, originalmente, no mencioné el trabajo de Gerber, se debió a que lo desconocía cuando escribí mi trabajo sobre el tema, pero aún cuando hubiera sido consciente de su existencia, no habría tenido ninguna razón para mencionarlo.”

Paul Gerber en Alemania había publicado las ecuaciones exactas en varias publicaciones, entre ellas en La Ciencia de la Mecánica, un libro que se sabe que Einstein estudió, y de dónde Einstein diecisiete años después, en 1915 toma como suyo «el movimiento del perihelio de Mercurio».

En 1915 Einstein plagió también a Johann Georg von Soldner que en 1801 publicó sus predicciones que Einstein plagió como sus propias predicciones 114 años más tarde, nunca citando Soldner en «su» ponencia de 1915.

El hecho de que Einstein fue un plagiador, es de común conocimiento entre la comunidad científica. G. Burniston Brown (1967) escribe: “Resulta, que en contra de la opinión universal, Einstein tocó un papel de segunda importancia en la demostración de las fórmulas de la teoría de la relatividad particular o limitada y Whitaker la llamó a esta teoría la teoría de Poincaré y de Lorentz”. 

Burniston Brown, en 1967 escribió que: “Una cosa podemos estar seguros, que Einstein no descubrió la ecuación E= mc²”.

Instigador para que se construyeran bombas atómicas

Otro mito que se ha creado deliberadamente sobre Einstein era que era un pacifista, y en realidad fue todo lo contrario. Estaba a favor de la pena de muerte y del aborto. Propugnaba la creación de un super estado mundial con una fuerza militar disuasoria.

 
Einstein estaba a favor de la pena de
muerte, del aborto y de la construcción de
bombas atómicas, una imagen muy lejos
del viejito bonachón que quiere la paz.

No hay que olvidar queEinstein deseaba que se construya una bomba nuclear, y convenció al presidente de los Estados Unidos. La primera carta la envióel 2 de agosto de 1939 y luego escribió otra en 1940, son dos cartas al presidente Roosevelt para incentivar el proyecto estadounidense de creación de la bomba atómica. Así se inició elProyecto Manhattan, para lanzar la primera bomba atómica sobre ciudades. Parece que esa siniestra idea fue su único «aporte» original de Einstein(que además era un fanático sionista participando en casi toda clase de actos donde está documentada su presencia y discursos).

 
Little Boy la bomba atómica que fue
lanzada en Hiroshima y provocó la
muerte instantánea de 140.000 civiles.

Einstein no fue el único que quería crear una bomba atómica, pensaba igual que sus amigos, los científicos nucleares Leó Szilárd, Edward Teller yEugene Wigner, inmigrantes judíos provenientes de Hungría que fueron los instigadores de Einstein para que escribiera las cartas al presidente de los Estados Unidos y que financiara el satánico proyecto.

Einstein pudo haberse negado a escribirlas, pero no lo hizo y con sus cartas para convencer a Roosevelt, es el mayor responsable de la muerte de decenas y decenas de miles de personas inocentes en Hiroshima (140.000 muertos) y Nagasaki (80.000 muertos), un crimen que intentó cometer contra la población europea, pero que, a su pesar, no consiguió.

 
Fat Man la bomba que mató a
80.000 personas en Nagasaki.

Pero curiosamente, Einstein no participó en los trabajos secretos, porque los propios científicos que participaban en el Proyecto de la bomba sabían con exactitud que los conocimientos de Einstein eran apenas comparables a los de un estudiante de escuela secundaria.

La verdadera naturaleza del plagiario de Einstein se manifiesta en su escrito de 1935 bajo el títuloElementary Derivation of Mass and Energy en la cual polemizando con Maxwell escribió: “El problema de la independencia de estos conjuntos tiene carácter natural según la transformación de Lorentz componiendo una verdadera base de la teoría de la relatividad particular”. Así el mismo Einstein admitió, que la transformación de Lorentz componía la verdadera base de su obra del año 1905.

 
Einstein descansando de tanto plagiar
a los verdaderos genios de su tiempo.

El plagio de Einstein fue premeditado y no cometido por acaso (lo denuncia RichardMoody Jr., enPlagiarismo Personificado, publicado en el Mensa Bulletin, Nº 442 del 5 de febrero de 2001). Moody, apoya su investigación con más datos de los plagios incorregibles de Einstein, donde la lista de autores copiados es interminable. Einstein, según pruebas sustanciales comenzó copiando los trabajos de su primera mujer, la serbia Mileva Maric, siguió con los genios de Poincaré, Minkowsky y Lorentz, Morley-Michelson, el gran Maxwell, Mach, Boltzmann, Cherenkof, Larmor, de Pretto, Brown, Groumer, Lanczos, Thomson, Hasenöhrl, Kauffmann, Hertz, Lenard, Plank, Marcel Grossmann (su matemático ayudante), Rienmann, David Hilbert (uno de los mayores matemático de la época), Felix Klein e incluso ideas de Schroedinger, Pauli y Oppenheimer.

Hoy en día ya existen varios libros que revelan como Einstein se aprovechó del trabajo de sus contemporáneos, y demuestran que jamás podría haber extraído sus propios conclusiones sin un conocimiento previo de los trabajos que copió, pero que, convenientemente, se olvidó de mencionar.

 
Einstein con el sionista David Ben Gurion.

Einstein era un mediocre investigador, que pasó por las casas de estudios como un pésimo estudiante yaprobaba, pero copiando, según la biografía del alemánJurgen Neffe tituladaEinstein, la biografía.Neffe relata en su biografía, que quienes lo conocieron comentan que a Einstein no le gustaba bañarse, no le gustaba afeitarse, ni cortarse su circense pelambrera, ni peinarse. “Olía mal, a perro” y los pies le apestaban.

La historia ha juzgado que Einstein efectivamente ha plagiado documentos tales como: la Disertación «Light Quantum»; «A New Determination of Molecular Dimensions»; «Brownian Motion» paper; «On the Electrodynamics of Moving Bodies». Y por supuesto, La Teoría Especial de la Relatividad basada en las Transformaciones de Lorentz omitiendo mención de Lorentz quien publicó su escrito 13 años antes.

Las numerosas citas de los contemporáneos de Einstein dejan claro que eran totalmente conscientes de sus plagios. Solo hay que poner cara a cara los trabajos de Einstein y de sus predecesores, para darnos cuenta que llegó a copiar literalmente sus palabras.

 
«El propio Einstein quemó miles de cartas
para que no se supiese que era un simple
idiota», le dijo Mileva Maric a Abram Joffe.

El escritor Christopher Jon Bjerknes en el año 2002 documentó la obsesión plagiadora de Einstein en su libroAlbert Einstein, el plagiario incorregible.Bjerknes cita numerosos casos de apropiación indebida y plagio de Einstein, hasta de su mujer Mileva, a la queprohibió escribir sus memorias para que no revelara el secreto, y todo el mundo se enterara que, “el gran sabio” era en realidad «un inocente idiota» que se burló de todos.
En la biografía de Ronald Clark Einstein: the life and times(1984), se cuenta la anécdota de que el padre le preguntó al tutor y profesor de griego por la futura profesión de Albert y este contestó:“da igual lo que haga, no llegará a nada.”. Clark reconoce que “nada en su historia de infancia sugiere que fuera un genio durmiente, más bien al contrario…”. En esa biografía se nos dice que Einstein contó que hasta los 30 años no había conocido (o se había relacionado) con un físico (con sus profesores suponemos que sí), es decir cuatro años después de publicar sus grandes teorías. Era retrasado en su infancia, mediocre en su juventud, fue copiando a otros desde la oficina de patentes donde trabajaba y le publicaron su primer trabajo (copiado por supuesto) que hoy sería rechazado en cualquier revista científica, porque era amigo del editor de la revista Annalen.

 
Einstein maltratando el violín.

Una de las pruebas de su retraso mental es que no pudo acabar sus estudios de violinista, lo cual le acomplejó siempre. ¡Ni siquiera de adulto! ¿Es normal esto en un genio? No le entraba en la mollera el arte del solfeo, aun cuando su madre era pianista y se mataba enseñándole en vano. El «genio» a duras penas podía tocar bien con su violín, una sola melodía. Y cuando le pedían otra, decía que a él le gustaba improvisar para que no descubrieran que no sabía casi nada.

 
El libro de Roger Schlafly
revela que el culto a Einstein
ha impactado de forma
negativa en la ciencia actual.

En el año 2011, se publicó en Estados Unidos, el libro Cómo Einstein arruinó la Física (How Einstein Ruined Physics), del autor de Roger Schlafly, que es Doctor en Matemáticas por la Universidad of California.Schlafly afirma que la inteligencia de Einstein “es todo un mito. Einstein no inventó la relatividad o la mayoría de las otras cosas por las cuales se le considera”. 

Schlafly ofrece un argumento muy persuasivo y audaz y habla con conocimiento de causa ya que Schlafly obtuvo su grado en Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Princeton y su Doctorado en Matemáticas en la Universidad de California en Berkeley. Ha dado clases en la Universidad de Chicago y en la de California en Santa Cruz, donde vive actualmente. Schlafly puede hablar con los mejores de partículas físicas, relatividad especial y teoría cuántica, analizando vectores, bosones, teoría de cuerdas y muchos otros avances y teorías científicas.

 
«La inteligencia de Einstein es todo un mito»
según afirma el científico Roger Schlafly.

Schlafly presenta pruebas de que otros físicos y matemáticos de primera línea antes y en la misma época que Einstein, hicieron enormes e importantísimos avances en la teoría de la relatividad y otros campos relacionados, de dónde Einstein hurtó sus famosos avances.

Roger Schlafly denuncia que hubo matemáticos y físicos, verdaderos gigantes del pensamiento y de la Ciencia de verdad y no fraudes como Einstein y sin embargo nadie los recuerda, una corta lista de grandes figuras incluye al matemático francés y Premio Nobel Henri Poincaré (del que el filósofo británico Bertrand Russell dijo que era el hombre más grande que Francia había tenido nunca), el pionero holandés en física y Premio NobelHendrik A. Lorentz y el matemático y físico escocés James Clerk Maxwell, quién acuñó el término “Relatividad” y creó la primera y fiable teoría de la relatividad de masa y energía. Maxwell escribió sus dos enormes volúmenes en 1873 titulados Treatise on Electricity and Electro-Magnetism(Tratado sobre Electricidad y Electro-Magnetismo) que, en opinión de Schlafly, generó “las más importantes ecuaciones en la historia de la ciencia”.

Schafly sostiene que Einstein se apropió de muchas ideas de otros y las reclamó para sí, sin citarlos siquiera, incluyendo el postulado de que la velocidad de la luz es constante así como la relatividad especial y la idea de que masa y energía son intercambiables (E= mc²). Explica en su libro que, el culto a Einstein, ha impactando negativamente a la ciencia moderna, retrasándola inclusive.

Conclusión

Einstein no era científico, sino un gris funcionario de una oficina de patentes, donde hacía sobre todo peritajes de aparatos eléctricos, por eso todas las ideas del efecto fotoeléctrico las copió de patentes de ideas como la de Heinrich Hertz y otros autores que le llegaban a la oficina.

 
Einstein fue la mayor estafa
científica de la historia y es
hora que el mundo lo sepa.

En definitiva, el hombre que el “Sistema oficial” nos presenta como el más sabio de la historia de la humanidad, era un mugriento, un tramposo, un mal estudiante repetidor y copión, que se licenció con 4,91 de puntaje, un estafador científico, un maltratador de mujeres, un adúltero, un mal padre y mal marido, uno de los promotores de la bomba nuclear, un espía a favor de la URSS, un perseguido por algunos años por el FBI, un oportunista con cuatro nacionalidades, un violinista frustrado y un doctorando al que rechazaron tres tesis doctorales («¡estoy harto nunca seré doctor!», escribía a sus amigos en 1903). Y por si esto fuera poco, tardó 5 años en hacer una tesis de 29 páginas con todo copiado de otros autores.

Einstein fue todo un montaje político, mediático y científico y hasta estos últimos años casi nadie se ocupó de comprobar que había detrás del enlatado mito del «genio» despeinado y con la mirada perdida.Einstein fue la mayor estafa científica de la historia y es hora que el mundo lo sepa.

 

Pues yo me vuelvo a España

Sé que lo que voy a decir puede ofender a más de uno, sobre todo a los padres de tantos niños españoles, un tercio del total, en riesgo de pobreza. Pero lo escribo precisamente para ellos, en parte porque yo fui uno de los chavales siempre al filo de la navaja de la exclusión social. Mi mujer, mi hijo y yo dejamos Estados Unidos y volvemos a España. Ha sido una decisión precipitada en parte por asuntos familiares, aunque siempre hemos tenido claro que “en un par de años” regresaríamos. “En cuanto la cosa se ponga mejor”, decíamos.

Creo que nuestro país es, a pesar de todo, uno de los mejores lugares del mundo para vivir y formar una familia. Diez años viviendo en el extranjero, comparando estilos de vida y de sociedad, e informando sobre ellos, me han grabado a fuego esa sensación. He residido casi dos años en Londres, cuatro en Pekín y cumplo ahora tres en Nueva York. He pasado más de un mes en Ámsterdam, Buenos Aires y en distintas partes de Italia y Suiza; he visitado buena parte de Europa, Oriente Próximo y el sureste asiático, Japón y Australia. Por mi oficio, he tenido la suerte de conversar con sus gentes, revisar sus cifras macroeconómicas y analizar sus medios de comunicación. He llegado a la conclusión de que España en particular (y Europa Occidental en general) es un gran lugar, y quizá de los que más oportunidades educativas y sociales van a ofrecer a mi descendencia, al menos en sus primeras etapas.

Nuestro país es, a pesar de todo, uno de los mejores lugares del mundo para vivir y montar una familia. Diez años viviendo en el extranjero, comparando estilos de vida y de sociedad, e informando sobre ellos, me han grabado a fuego esa sensación. He residido casi dos años en Londres, cuatro en Pekín y cumplo ahora tres en Nueva YorkSé que esto resulta obsceno en estos momentos de crisis total. Pero creo que no se puede valorar un país sólo por el período actual, por el accidente casi mortal que acaba de sufrir y del que está recuperándose. Hay que sumar también su trayectoria reciente y sus oportunidades de futuro. Por supuesto, padecemos una insufrible élite extractiva (formada por algunos miembros de la política, la familia real, los sindicatos o la patronal). Es un país adormecido en muchos sentidos, con poca iniciativa privada, una juventud nada aventurera y acomodaticia.

Se tiende a primar el pelotazo sobre el descubrimiento, y  el amiguismo ocupa demasiado a menudo el lugar de la meritocracia. Parte de nuestra clase empresarial ha sido incapaz de crear empleos estables, a pesar de tener a su disposición la generación mejor preparada de nuestra Historia. Los correos electrónicos casi nunca se responden, o se hace tarde, el café es más importante que el informe, y se trabajan más horas de lo necesario por culpa de una mala organización o de esa cultura absurda de calentar silla. Todo esto es cierto. Pero de todo ello se han vertido ya ríos de tinta. Y de tanto leer las crónicas de la crisis puede que se haya perdido la visión de conjunto.

Una niña vestida de penitente en un colegio de Sevilla durante la Semana Santa (Reuters).
Una niña vestida de penitente en un colegio de Sevilla durante la Semana Santa (Reuters).

He afirmado en otras ocasiones que, con las cifras en la mano, España es un lugar mucho mejor para la persona media que, por ejemplo, Estados Unidos. El ciudadano más representativo es quizá el que está en el centro (el del lugar 23 millones, si organizamos a los 46 millones de habitantes de menos a más renta). Ese ciudadano medio español es mucho más rico que su contraparte estadounidense (el del lugar 155 millones), por ejemplo. Sólo ciertos países europeos, Canadá o Australia están por encima. El valor ‘mediano’ de la riqueza en Estados Unidos es de tan sólo 45.000 dólares, mientras que el de España es de 63.300 y el de Bélgica, Francia, Reino Unido e Italia oscila entre 110.000 y 150.000, según el último informe de riqueza de Credit Suisse.

Viví la igualdad de oportunidades. Y no era el mejor estudiante, sólo era un buen estudiante. Años más tarde, como profesional en Nueva York, comprobé que, a pesar de lo que muestran los informes internacionales, la educación que había recibido era igual a la de mis amigos graduados en Columbia y HarvardPero, ¿y ese estilo de vida suntuoso que se ve en las películas estadounidenses? Existe, pero sólo para unas pocas decenas de millones de americanos. La élite extractiva de EEUU es mucho más eficiente que la española. El 75% de la riqueza del país está en manos del 10% de sus habitantes. Mientras, uno de cada seis estadounidenses necesita cupones de comida del Estado para alimentarse correctamente.

La igualdad de oportunidades

Yo crecí entre los barrios madrileños de Carabanchel y Aluche. Hijo único en familia monoparental, en mi casa vivimos etapas realmente duras de desempleo y amenaza de desahucio. Pero en todo momento estuve escolarizado en un instituto público con buen nivel académico. Ir al médico era lo que ocurría cuando nos poníamos enfermos; ni nos planteábamos si nos lo podíamos permitir o no. Mi acceso a la universidad fue facilitado por las becas del Estado y, lo que es más importante, sentía que la facultad pública a la que iba era un lugar en el que todos competíamos por igual. Sí, yo tenía que trabajar después de clase, pero no me vi abocado a estudiar en una universidad pública de segunda categoría porque otra privada fuera mejor, como ocurre en Estados Unidos.

Una estudiante graduada durante una ceremonia en la Universidad de Harvard (Reuters).
Una estudiante graduada durante una ceremonia en la Universidad de Harvard (Reuters).

Mi futuro no había sido determinado desde mi infancia. Viví la igualdad de oportunidades. Y no era el mejor estudiante, sólo era un buen estudiante. Años más tarde, como profesional en Nueva York, comprobé que, a pesar de lo que muestran los informes internacionales, la educación que había recibido era igual o superior a mis amigos graduados por las universidades de Columbia y Harvard. Lo mismo decían mis compañeros de facultad que habían ido a estudiar el doctorado en el país americano: el nivel teórico (mi carrera fue Ciencias Físicas, especialidad en Física Teórica) de las universidades estadounidenses era bastante bajo, me aseguraban, aunque por supuesto el material técnico era de primera categoría.

Una guardería en Nueva York no se puede conseguir por menos de 1.500 euros, si quieres que sea algo más que un apartamento con licencia. Además, si pretendes que tu hijo sea competitivo en un futuro, has de empezar desde bien pequeño a llevarle a la guardería adecuada, lo que es una auténtica batallaPienso mucho también en mis tíos. Una familia de cuatro miembros, el padre funcionario de baja categoría de la Comunidad de Madrid y la madre, enfermera con contratos temporales. Son poco más que ‘mileuristas’, como ellos mismos se definen. Están en la mitad de su cuarentena. Viven en un barrio obrero, Aluche. Su casa, pequeña, es acogedora porque está caliente en invierno y fresca en verano. Tienen cerca un parque, y están rodeados de colegios, supermercados con comida saludable, de buena calidad, y a buen precio (en Estados Unidos hay dos categorías de alimentos, los industrializados y baratos, atiborrados de antibióticos y hormonas, y los de alta gama, que resultan demasiado caros para la mayoría).

Mis tíos de clase media baja han podido dar a sus hijas una vida, unos estudios y una sanidad que, en Estados Unidos, en su nivel social y de ingresos, sería difícil de conseguir. Mi prima pequeña ha estudiado en un colegio bilingüe de la Comunidad de Madrid y habla inglés. Toca dos instrumentos y hace deporte. La mayor ha entrado en la carrera de Bioquímica con la matrícula gratuita, tras varios premios por notas en el instituto; uno modesto pero de gran calidad, el mismo al que fui yo, el Instituto Iturralde de Madrid. La familia disfruta de vacaciones anuales, y suele ir a la playa, de acampada, o incluso, cuando han ahorrado, visitan alguna ciudad del extranjero.

El nivel de vida

En Estados Unidos, ese ‘tren de vida’ en una gran ciudad sólo se lo pueden permitir los que ganan más de seis cifras al año. Comparemos Nueva York con Madrid. Un seguro médico para una familia de cuatro miembros en el mercado abierto (la cosa cambia en las grandes empresas, que, sin embargo, emplean a la minoría de la población) cuesta al menos 2.000 euros al mes, y viene con copagos y, hasta la entrada en vigor del Obamacare, con límites de gasto vitales (terribles para enfermedades largas y graves como el cáncer) y exclusiones para condiciones preexistentes. Una guardería no se puede conseguir por menos de 1.000 euros, 1.500 si quieres que sea algo más que un apartamento con licencia.

Además, si pretendes que tu hijo sea competitivo en un futuro, has de empezar desde bien pequeño a llevarle a la guardería adecuada, lo que es una auténtica batalla. Los centros exhiben cuántos de sus alumnos han llegado a las universidades de las Ivy League (las universidades más prestigiosas del país). Obviamente no se trata de lo que pueda aprender un niño de tres años, sino de colocarle en el circuito hacia la élite, y eso hay que hacerlo desde que tienen unos pocos años. La competitividad en este sentido es delirante. Hay un nuevo movimiento de padres que retrasan la entrada de sus hijos en la escuela para que sean los mayores del aula y así jueguen con ventaja: el más grande, el que lee antes…

Una profesora de guardería conduce a sus alumnos por una calle de Harlem, Nueva York (Reuters).
Una profesora de guardería conduce a sus alumnos por una calle de Harlem, Nueva York (Reuters).

En Nueva York hay muy buenos institutos públicos, pero no es la norma. Uno privado puede costar del orden de 20.000 euros anuales como poco. La universidad privada puede rondar los 30.000. Siempre queda la pública, más barata. La ventaja del sistema estadounidense es que se fomentan las universidades excelentes, frente al español en el que preocupa más la media. ¿Qué sistema es mejor? Depende, por supuesto, de dónde y cómo nazca uno. Si proviene de una familia acomodada, o sus genes y educación le hacen un gran estudiante o deportista, probablemente le vaya mejor en Estados Unidos. Pero eso no es lo más habitual, y en la lotería de la vida hay que considerar qué opción es la más probable. Debatiendo con un amigo resumíamos así la situación: lo ideal sería crecer y estudiar en España, terminar la carrera, e ir a trabajar y a ganar dinero a Estados Unidos, si eso fuera posible.

No niego que Nueva York, por ejemplo, es una ciudad fascinante. De hecho no hay otra igual. Los tópicos se quedan cortos: vibrante, energética, mucho más agradable de vivir de lo que pueda parecer, repleta de parques, pequeñas tiendas de barrio, amplias aceras. Pero hay una cara de la que no se habla. Yo la he definido alguna vez como una ciudad en vías de desarrollo, por su plaga de ratas y cucarachas; sus tremendos baches en las carreteras, sus penosos puentes, o el estado lamentable de su suburbano; o por la abundancia de asbestos y plomo en las paredes de sus edificios, mal restaurados.

En cuanto a la sanidad, la situación en el país americano no es tan cruda como se suele pintar. Casi siempre hay una solución, un programa de ayuda, un lugar donde ser atendido, pero la bancarrota por enfermedad existe con demasiada frecuencia. Los mayores problemas los tiene la clase media y media-baja, cuyos salarios llevan estancados años mientras el coste de la sanidad ha aumentado por encima del 5% anualmente, tres veces la inflación. Los pobres (los que ganan menos de 18.000 euros al año para una familia de cuatro, según la definición federal) tienen cubiertos los costes médicos por el programa Medicaid. Es cierto que siguen siendo pobres, y están esencialmente excluidos del sistema, pero eso ocurre en todas partes.

Un médico atiende a un paciente en la sala de Urgencias de un hospital de Peoria, Illinois (Reuters).
Un médico atiende a un paciente en la sala de Urgencias de un hospital de Peoria, Illinois (Reuters).

A pesar de lo que Hollywood pueda hacer creer, Estados Unidos tiene una de las porosidades sociales más bajas de Occidente. El sueño americano de conseguir medrar en la escala social es más cierto en Europa que en Estados Unidos. El 42% de los hombres que han nacido en el quintil inferior (una de las partes si dividimos la sociedad en tramos de 20% de riqueza) se queda ahí para siempre, frente al 25% de los daneses o suecos y el 30% de los ingleses. En cuanto a la relación que tiene el salario de un individuo con el que tenía su padre, España lo hace mejor que Estados Unidos, que a su vez lo hace peor que Alemania o Francia, todo según la OCDE. Por supuesto, otros países como Noruega, Finlandia, Canadá o Australia superan con creces la porosidad social española.

A todo esto hay siempre algún dato que contraponer. La misma organización de los países ricos OCDE mide en el Índice de Mejor Vida una serie de variables. España (es cierto que en el peor momento de su historia reciente) no sale bien parada en la comparación con la media de esos países en muchos aspectos (sobre todo empleo, ingresos y número de licenciados), pero aún mantiene fuertes otros puntos clave (esperanza de vida, equilibrio entre vida familiar y laboral, apoyo social). Y recordemos de dónde venimos: somos unos recién llegados al grupo de los países avanzados, y hemos sufrido una tremenda dictadura marcada por la autarquía en sus primeras décadas.

¿Y qué hay de la corrupción?

La clase política española está siendo linchada en el imaginario público colectivo, sin duda con algo de razón. Los chorizos engominados de la trama Gürtel, los sindicalistas andaluces que robaban a los parados, los miembros de la familia real que derivaban el dinero de fundaciones sin ánimo de lucro… Pero nada de esto habría salido a la luz si no hubieran funcionado la Justicia y los medios de comunicación.

En Estados Unidos la corrupción, entendida como imbricación del poder económico y político, es considerablemente mayor, pero también es legalEn Estados Unidos la corrupción, entendida como imbricación del poder económico y político, es considerablemente mayor, pero también es legal. No hay ningún problema en que la armamentística Lockheed Martin pague la campaña electoral al congresista que se sienta al frente de la comisión de armamento, por ejemplo. No es ilegal abonar jugosas contribuciones al Comité de Acción Política de la persona que luego determinará a quién se concede uno u otro contrato. La élite financiera despacha de forma de forma continuada con los representantes del pueblo; la famosa Calle K, donde se encuentran los despachos de los grupos de presión, está a tan sólo unos metros del Capitolio, donde se legisla. Los intereses de las pequeñas y medianas empresas, la mayoría en el país, raramente son reflejados en este sistema de influencias.

Existen miles de variables más a tener en cuenta: en Estados Unidos mueren cada año 10 personas por cada 100.000 habitantes por arma de fuego, frente a las 0,60 españolas. La mortalidad infantil en Estados Unidos está en 5,2 por cada 1.000, frente al 3,5 español. La sanidad española está en el número siete del ranking de mejores sistemas del mundo, frente al lugar 37 de Estados Unidos, según la Organización Mundial de la Salud.

Aunque he tratado de razonarlo con cifras, quiero dejar claro que esto está escrito desde el corazón, desde la inevitable parcialidad de mis experiencias personales. Considero que vivir fuera es una de las experiencias más gratificantes. Es imprescindible salir cuando se es joven. Y, sin embargo, cuando llega el momento de decidir qué es lo que quieres que tengan tus hijos, los factores más relevantes son siempre los que más se tienen en cuenta: ¿dónde van a tener más probabilidades de crecer sanos y seguros, sin necesidad de pertenecer a la clase media-alta? ¿Dónde van a ser mejor educados, no sólo en lo académico, sino también en lo cívico? En este momento creo que hay pocos lugares mejores en el mundo para ser niño y adolescente que Europa Occidental en general y España en particular. Probablemente volveré a salir, más pronto que tarde, durante algún tiempo. Haré que mis hijos vean mundo. Pero, por el momento, y aún dadas las circunstancias… yo me vuelvo a España.

Y España se hizo rotonda

http://blogs.publico.es/strambotic/2015/04/nacion-rotonda/

una rotonda para gobernarlos a todos

En Strambotic somos muy aficionados a las rotondas. Más concretamente a los monumentos que decoran estas glorietas y que hemos dado en llamarrotondismo, ese movimiento artístico que, como bien sabéis, tiene su cuna en Murcia (qué hermosa eres). La proliferación de rotondas en España fue paralela a la burbuja inmobiliaria. A principios de los 90, apenas se conocía esta solución urbanística y ahora mismo se calcula que hay más de 23.000 rotondas en el territorio nacional, buena parte de ellas adornadas con un adefesio con coartada artística.

Nación Rotonda lleva varios años documentando el tsunami rotondista que transformó para siempre la geografía española. Ahora, el minucioso (y tristemente divertido) trabajo que han llevado a cabo el arquitectos  Guillermo Trapiello, y los ingenieros Miguel Álvarez, Esteban García y Rafael Trapiello, van a tomar forma de libro. Si ser el primero en tener este precioso volumen ya tardas en participar en el crowdfunding de Nación Rotonda en Verkami.

Las imágenes y los comentarios están extraídos textualmente de la página enFacebook de Nación Rotonda.

rotonda mitosis

Creemos haber encontrado la respuesta a la pregunta de por qué tenemos tantas rotondas en España: MITOSIS.

rotonda sadomaso dolores

Una rotonda sadomaso al lado de un pueblo murciano llamado Dolores. Pura poesía.

una rotonda para gobernarlos a todos

La Señora de las Rotondas. Una rotonda para gobernarlas a todas. En la Comunidad Valenciana. ¿Dónde si no?

rotonda ositos

De derecha a izquierda, rotonda de Papá Oso, rotonda de Mamá Osa y rotonda de Osito, los nuevos elementos de la adaptación al siglo XXI del cuento infantil Ricitos de Oro y los Tres Osos, Tarragona.

rotonda muñecas

Rotondas inspiradas en muñecos de trapo.

rotonda cuadrada

Guardamar del Segura o la cuadratura de la rotonda.

rotonda maspalomas

A veces no sabemos muy bien si el libro que estamos preparando va de rotondismos o de extraterrestres. ¿Es esto la pista de aterrizaje del Enterprise? No, es Maspalomas

rotondas decoradas

Más perlitas del libro: Rotondas decoradas para que solo las vea Dios. O Google Earth.

rotonda yinyang

Rotonda yin yang, Rivas Vaciamadrid.

rotonda cacahué

La rotonda cacahué.

rotonda ermita2

rotonda ermina

La ermita rotondizada de Jumilla, Murcia.

Rotonda the book

Puedes seguir a Nación Rotonda en Facebook y en Twitter, y preadquirir el libro enVerkami… Y a Strambotic, en Facetrambotic y en Twitterbotic!

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OTRA VEZ REVERTE

Fabricando nuestra propia ratonera

XLSemanal – 06/4/2015

Ninguna ratonera funciona sin la complicidad del ratón. Por lo menos, ésas clásicas de madera y alambre con un trocito de queso, que, cuando la bestezuela incauta hinca los dientes, disparan un resorte y atrapan al miserable roedor por el pescuezo. Y no está de más recordarlo a la hora de considerar en qué nos estamos convirtiendo, en España. En qué pandilla de gilipollas pretendemos transformar a los niños que un día, más pronto que tarde, tendrán nuestras vidas y nuestra vejez en sus manos. Lo mismo es que a veces me levanto atravesado y veo las cosas turbias, pero mucho me temo que buena parte de los esfuerzos educativos que hacemos en la actualidad -incompetencia cultural y chulería estéril del ministro Wert aparte- se encaminan a fabricar esa ratonera. A hacer que nuestros cachorros, y nuestro futuro con ellos, metan la cabeza en esa trampa de estupidez y demagogia imbécil, tan ajena a la realidad. Tan distante de la vida.

Algunas veces, en esta página, he mencionado ejemplos: los animales salvajes pasados por el filtro de los dibujos animados y el buenismo absurdo, capaces de convertir un puma mejicano, una serpiente de cascabel o un tiburón blanco en tiernas mascotas de compañía. O, ya en cosa de seres humanos, aquella fiesta escolar dedicada a los piratas que narré un día, en la que la maestra, al extrañarse algunos padres de que se prohibiera a los niños acudir con espadas o pistolas, argumentó: «Es que también había piratas buenos». Sin olvidar ese carnaval escolar dedicado al Oeste, donde se pedía expresamente a los padres que sus hijos acudieran sin pistolas, rifles, arcos ni flechas; y, más importante todavía, mejor disfrazados de indios que de vaqueros, para que los niños hijos de inmigrantes hispanoamericanos no se sintieran acomplejados, víctimas y en minoría.

Es como lo de los lobos, y se lo dice a ustedes un defensor acérrimo de estos animales. Porque una cosa es defender la existencia del lobo, que incluye su derecho a cazar y matar tal como ese depredador lo ejerce desde hace siglos -y también a ser matado cuando sus intereses chocan con los de los humanos-; y otra, vender a las criaturas la imagen de que el lobo es una criatura angelical, tan inofensiva como un perro de compañía. Que se lo pregunten a los ganaderos rurales de León y Asturias, a ver qué opinan, y si esas opiniones son aptas para incluirse en los libros de texto. O a mí mismo y algún compañero de otros tiempos, que podríamos contar con detalle lo que una manada de lobos hambrientos puede hacer con unos refugiados bosnios, niños incluidos, cuando éstos huyen dispersos por los bosques, sobre la nieve.

Así que, en línea con lo que comento, permítanme dos o tres ejemplos más, últimas adquisiciones en cuanto a ratoneras y demagogia se refiere. Una proviene de algunos historiadores, desde luego no tan mediocres como Emilio de Diego o José Luis Corral -semejante exceso de caspa ya requiere hacer oposiciones-, pero sí lo bastante cantamañanas para empeñarse, desde hace algún tiempo, en desterrar el término Reconquista de la guerra de ocho siglos que en España se mantuvo contra el Islam, sustituyéndolo por el muy políticamente correcto Expansión de los reinos cristianos en la Península; que suena, en efecto, muy de ahora; como si todo hubiera transcurrido en elegantes negociaciones en torno a una mesa con cigarros puros y un cafelito. Échate un poquito para allá, Mohamed, haz el favor. O sea. Que me expando.

Podríamos seguir citando ejemplos, pero se me acaba la página. Aun así, creo que todavía caben dos. Uno es de hace poco, en un colegio de Madrid, cuando una profesora, llevada por la buena voluntad que caracteriza estos deliciosos tiempos, comunicó a sus alumnos que Cristóbal Colón no descubrió América, «porque ésta ya estaba allí con sus habitantes»; y lo que hizo Colón, y como tal debía figurar en los ejercicios de clase, so pena de mala nota, fue «llegar a América después de un largo viaje». Reconocerán ustedes que éste, como ejemplo de gilipollez docente, es excelso, y supera al de la Reconquista. Pero estoy seguro de que apreciarán más el que acaba de enviarme un padre, con fotocopia de un libro de texto en la que, lamentablemente, no figura el nombre de la editorial escolar responsable del asunto: «Antonio Machado fue elegido miembro de la Real Academia. Pasados unos años (no se especifica en qué nos estuvimos ocupando los españoles durante esos años) fue a Francia con su familia y allí vivió hasta su muerte».

http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/992/fabricando-nuestra-propia-ratonera/

DESASTRES CULINARIOS II Helado con carne caliente y otros alimentos que son la ETA

¡¡¡Hola, madafakas!!! Vamos con esa segunda ronda del artículo que me comentó hasta mi madre. «¡Ay…! El artículo de la comida americana asquerosa, qué asco los americanos, qué mal comen«. Eso dijo. Pero no lo entiendo, tampoco se ve que les afecte mucho ese estilo de vida…

BeatAnorexia

Vamos con otra ronda rápida de productos que harían retroceder al Balrog de Moria si se los tirásemos a la cara.

CORNDOG PIZZA

Perritos calientes de MAÍZ encima de una pizza. El 11-S de los alimentos, ¡la ETA!. Por lo que veo, el secreto siempre pasa por rellenar lo más GOCHO que tengas en la despensa con lo segundo más gocho. Y a comer.

CorndogPizza

PANCAKES&SAUSAGE

Otro ejemplo de lo anterior. Una salchicha (qué cerdada) dentro de una tortita, y aquí la genialidad es ponerle UN PALO («un paaaalo, uuuun paaaalo»). Joder, qué genios, un palo. Así puedo ser gordo por la calle y no solo en casa.

SalchichaPalo

PASTEL DE MACARRONES

La pesadilla de mil nutricionistas: «Eh, ¡combinad hidratos y proteínas!». Vale, pero no así, cabrones. No metáis una olla entera de macarrones entre 32 kilos de carne. Qué asco. A destacar la forma y el color de UN TRUÑO, que siempre ayuda.

PastelMacarrones

ELVIS Y LOS DONUTS

Dicen que Elvis desayunaba esta basura: donuts con queso y bacon por encima. Pero claro, nadie dice que era el Elvis que murió sentado en el WC de un ataque al corazón. Ese Elvis. El Elvis que te mola desayunaba un zumito y dos modelos asiáticas.

ElvisDonuts

BACON CHOCOLATE CAKE

He descubierto en esta inmersión de obscenidades alimenticias que en USA funciona mucho el bacon con chocolate. Son el Michael Jordan & Scottie Pippen de las guarradas.

BaconChocolate

HOT BEEF SUNDAE

¿Un heladito de postre? Sí, hombre. Ponme un helado con carne caliente por encima, POR FAVOR. Pónmelo para llevar que me vuelvo a mi caravana en mitad del desierto a disparar a armadillos y coyotes con mi escopeta.

HotBeefSundae

TARTA CARBONARA

La GRAN GUARRADA de la semana. The big mierda. La he reservado para el final. Tienes una tía italoamericana loca como un demonio y te aparece con esta ASQUEROSIDAD fría y dura. Intragable y con una pinta de paro cardíaco que tira para atrás. Buah, a veces me alegro de lo de la «dieta mediterránea».

TartaCarbonara

Chicos, gracias a estos temitas tengo unas ganas considerables de potar. Para desengrasar, os voy a poner el temazo que me ha ayudado a sobrevivir a este artículo. Videoclip de CANADÁ. De nada.

Montserrat Domínguez: entrevista a una buena periolista

Montserrat Domínguez para Jot down 0

Llega con cara de periodista en ejercicio, la que tiene quien ha estado trabajando hasta las tantas de la mañana y ha madrugado para ir a una tertulia de televisión. Es lo que tiene compaginar una redacción digital, donde no existen los horarios, con la tele, donde transcurrió el grueso de su carrera. Montserrat Domínguez (Madrid, 1963) trascendió la figura del presentador de televisión cuando se hizo cargo de la Mirada Crítica en Telecinco; supo ser incisiva con la actualidad y abrir el espacio a la cultura. Después, tras una experiencia fallida en Antena 3, pasó a la radio en la Cadena Ser y ahora dirige el Huffington Post español, un modelo de medio digital que ha triunfado en Estados Unidos y otros países pero que en ninguna parte ha estado exento de críticas porque sus blogueros no estén remunerados.

Estudias en un colegio de monjas y te decides por el periodismo.

No tenía ni idea de qué hacer y me lo sugirió una profesora. Contar historias me parecía atractivo. Aunque entonces no había tantos referentes para mujeres en el periodismo, me pareció interesante y me lancé. Del colegio de monjas guardo un gran recuerdo. Viví la Transición con ellas. Todas llevaban hábito hasta que murióFranco y se lo quitaron. Algunas incluso lo colgaron definitivamente. Había un ambiente muy divertido y tuve una profesora de Literatura, que no era monja, maravillosa.

Fuiste adolescente en la Movida.

Es complicado hablar de la primera adolescencia sin convertirla en una época mágica. Habría disfrutado de Madrid en cualquier momento, pero sí que es cierto que entonces ocurría algo de lo que yo no era consciente que era el Madrid de la Movida. Con dieciséis, diecisiete, dieciocho y diecinueve años me pilló toda la efervescencia cultural, el ambiente que había en la calle, las ganas de pasárselo bien y grupos de música que eran una ruptura con todo lo que habíamos escuchado antes. Era un ambiente radicalmente distinto, pero tengo mis dudas de si lo que hago no es más que idealizar mi adolescencia y juventud por haber sucedido en plena Movida.

Ana Curra nos dijo que Madrid era muy gris y provinciana y de repente se transformó.

No lo sé, porque cuando yo dejé de ser niña y me convertí en un ser independiente Madrid ya estaba llena de vida. Lo que recuerdo es que era una ciudad algo más sucia, mucho más canalla, donde también se vivía con mucha dureza la droga y la inseguridad ciudadana. Las chicas a determinadas horas por ciertos sitios no podíamos ir solas, nos daba miedo. Esa percepción no la tengo ahora. Sigue habiendo zonas peligrosas, pero no como entonces. Con todo, nunca he percibido una ciudad gris.

Fuiste azafata de vuelo.

Entre otros oficios. Trabajé mientras me saqué la carrera, por eso tardé dos años más que mis compañeros en sacármela. También fui secretaria, y comercial en distintas empresas. Cuando empecé a trabajar de azafata con dieciocho años y me gané la independencia nunca más quise volver a vivir de mis padres. Por supuesto hubieran estado encantados de arroparme y costearme la carrera, pero me parecía que había llegado mi momento de desenvolverme yo sola por la vida.

Hiciste un máster de Periodismo en Nueva York. Publicaste un artículo en El País en esas fechas, 1990, sobre la legalización de la droga. ¿Por qué este tema?

Tenía que presentar una tesina y lo hice sobre la legalización de la droga, que entonces también estaba sobre la mesa y me parecía interesante reflejar cómo se veía en Estados Unidos. En España prácticamente no se hablaba de eso. Contacté con El País y les interesó una entrevista que hice a un profesor de Universidad, Ethan Nadelmann. En aquella época nadie habría augurado lo que está ocurriendo ahora, con la marihuana legalizada en cada vez más estados.

La carrera en la Complutense te decepcionó mucho.

En el máster en Nueva York, en la Universidad de Columbia, el método era sacarnos directamente a la calle a conocer la ciudad a fondo y escribir historias desde el primer día. Recuerdo que nos metían a todos los estudiantes en un autobús con un historiador, recorríamos Queens, Brooklyn, barrios que entonces estaban fuera de las guías turísticas, y nos iba contando qué era todo lo que veíamos. A la vuelta, nos mandaban elegir un barrio, ir solos al día siguiente y volver con una historia redactada por la noche. La verdad es que lo pasé fatal porque mi inglés era británico y el primer día no me enteraba de nada de lo que decía el profesor.

En cambio, la universidad aquí me decepcionó muchísimo. Yo era la primera de mi familia en ir y la teníamos un poco idealizada. Entendías que dar el paso a la educación superior era ampliar los horizontes de lo que habías estudiado. Pero mi profesor de Literatura en primero de carrera era infinitamente peor que la del colegio de monjas. Era un tipo al que solo le importaban las fechas de nacimiento, la de la muerte y el número de obras que había publicado Larra, por ejemplo. Nunca discutimos acerca de su valor o significado. Hubo un par de profesores buenos, pero por lo demás decidí que cuanto antes acabara con el trámite universitario mejor.

Montserrat Domínguez para Jot down 1

Cuando te llama Luis Mariñas para hacer una prueba en Telecinco, entonces frente a un poblado chabolista, con los alrededores llenos de decampados y barrizales, te dijo que si no sabías encontrar dónde estaba la cadena tú sola no eras la periodista que buscaba.

No sé si seguirán las chabolas. Cuando volví de Estados Unidos lo hice, aunque podía haberme quedado un año más, porque empezaban las televisiones privadas. En Columbia había estudiado periodismo televisivo y sabía que estaban buscando estos perfiles. Tuve una entrevista con Luis Mariñas, otra en Canal+ y me decanté por esta cadena aunque estuve muy poco tiempo. Mariñas entonces estaba poniendo en marcha los informativos de Telecinco, trabajábamos en unos prefabricados, con un equipo muy pequeñito, con apenas dos cámaras y un servicio de documentación que eran seis cintas «gente en la calle en verano», «en invierno», cuatro edificios y poco más. Lo llevábamos en fichas, ni siquiera había un archivo. Y cuando llovía se ponía todo perdido de barro. Pero la suerte de entrar en Telecinco en aquella época fue que fui creciendo profesionalmente de la misma manera que los informativos fueron creciendo. Mariñas hizo un informativo muy innovador. Introdujo la opinión de contertulios, Aberasturi, Carmen Tomás, Antonio Remiro, es decir, un plantel de colaboradores con los que rellenábamos minutos porque no teníamos la posibilidad de Televisión Española o Antena 3 de hacer vídeos. En Telecinco he hecho prácticamente de todo: reportajes, guardias, cubrir la Conferencia de Paz de Oriente Próximo y presentar todos los informativos, en verano, por la noche, por la mañana. Esto, ir creciendo con la cadena, te permite ampliar tu campo de acción.

En estos primeros tiempos, con la guerra del Golfo del 90, tuvisteis problemas con los accionistas kuwaitíes de la cadena, KIO, por las opiniones que se vertían en esas tertulias

Antonio Remiro, catedrático en la Universidad Autónoma, que era el comentarista de internacional, estaba radicalmente en contra de la intervención norteamericana y lo decía de una forma clara como no se oía en ningún otro medio de comunicación. Nosotros temblábamos cada vez que le oíamos porque éramos conscientes de que eso podía tener un peaje. En una televisión tan pequeña, en el único informativo tener una voz absolutamente discordante con la intervención americana era muy llamativo. Estoy convencida de que Mariñas sufrió presiones, aunque nunca nos la trasladó. En todo caso, fue un gran ejercicio de libertad. Ahora me he quedado con las ganas de pregúntale a Luis cuánto tuvo que aguantar. Por cierto, que Luis Mariñas consiguió una entrevista con Sadam Hussein que está perdida en los archivos de Telecinco. Yo desde luego no he vuelto a ver las imágenes de algo que ningún otro periodista occidental había conseguido.

¿Se han repetido con mucha frecuencia presiones de ese tipo de los accionistas de una cadena por la información que se estaba dando?

Si te soy sincera, yo nunca las he percibido. He tenido la inmensa suerte de trabajar en medios en los que me he sentido protegida y he trabajado en absoluta libertad. No todos pueden presumir de eso, no sé si es suerte o jefes suficientemente hábiles para parar los golpes, pero ni en Telecinco, ni en Antena 3 ni luego en la Cadena Ser, ni ahora en el Huffington Post he recibido presiones para cambiar una línea, una información o para cambiar una línea editorial. Eso sí, llamadas de atención siempre hay, otra cosa es que lo interpretes como una línea roja que no debes cruzar o das el mensaje por escuchado y punto. He tenido la suerte de nunca tener un enfrentamiento por algo que como periodista creía que se tenía que publicar. Y en Telecinco las pasamos muy duras en la época de La Mirada Crítica. Fue complicada. Por Irak, el Prestige y el Yak.

¿Cómo viviste los atentados del 11-S en directo?

Aún no habíamos empezado los informativos de esa temporada. Yo tampoco lo había hecho con La Mirada Crítica, que comenzaba la semana siguiente. Creo recordar que había unas elecciones gallegas y estábamos pensando en ir a grabar el programa desde allí. Me enteré del ataque cuando volvía a mi casa, di la vuelta y regresé a la tele. Al llegar, Angels Barceló estaba sentada en un estudio provisional, todavía no habíamos estrenado el set nuevo. Había enlazado el final del informativo con las primeras noticias. Llegué, me senté a su lado, me dieron cuatro retoques de maquillaje y así transcurrió la tarde, con invitados y llamadas en directo, y también con esa sensación angustiosa, de vacío, de no saber qué está ocurriendo ni lo que estás contando. Había información muy confusa, las torres podían haberse caído por el avión, o por una carga explosiva, no sabíamos. Y como periodista tienes la responsabilidad de no dar información falsa, pero no tienes los medios para contrastarlo.

En un documental sobre ese día dijiste que estuviste no sé cuántas horas sin ir al baño.

No había manera de levantarse, era información permanente. Pero te digo una cosa, cuando estás en directo y tienes una descarga de adrenalina potente se te quitan los resfriados, puedes estar moqueando hasta un minuto antes, pero en el momento en que se enciende la luz y la cámara no vuelves a toser o moquear hasta que acaba. Y si tienes ganas de ir al baño, te olvidas, sencillamente.

En 2003 te cortaron un informativo para dar el resumen de Gran Hermano. A los personajes de este programa y del cotilleo de Telecinco los calificaste de «castigo divino».

En su momento lo definí como chapapote rosa porque era una locura. Fue cuando los programas del corazón y todo lo que iba alrededor invadieron la parrilla. En informativos nos sentíamos como en un acordeón y desde entonces han ido reduciendo mucho espacio. Para un periodista es tremendamente doloroso tener que renunciar a una parte de contenidos que tú crees que son relevantes para los ciudadanos para dar un resumen de Gran Hermano. Nunca lo he entendido, nunca lo entenderé. Supongo que las presiones comerciales serán tremendas, pero sigo pensando que la columna vertebral de una cadena de televisión son sus informativos. Igual que hay estrategias que a corto plazo pueden funcionar muy bien, a largo plazo unos informativos potentes son imprescindibles y siempre fidelizan.

Montserrat Domínguez para Jot down 2

En la segunda legislatura de Aznar, Telecinco fue un referente de periodismo independiente ¿Qué presiones hubo?

Lo mágico fue que como profesionales no recibimos las presiones. Las paraba Juan Pedro Valentín con una elegancia que nos permitió a todos desarrollar nuestro trabajo. Yo desde luego lo hice así en La Mirada Crítica. No dábamos crédito a lo que veíamos en Televisión Española, ni a lo que nos contaban los compañeros que teníamos allí. Aquellos planos que sacaban buscando zonas de playa donde no se viera el chapapote, periodistas diciendo que todo estaba fenomenal y que en el pueblo estaban satisfechos y felices porque rápidamente se había organizado la limpieza de las playas, es decir, cosas que eran abiertamente mentira. Afortunadamente, tuvimos la ocasión de contar no solo lo que estaba ocurriendo, sino de poner de manifiesto la gran mentira que se estaba transmitiendo desde los informativos de Televisión Española. Era la época de Urdaci y vivían con una manipulación como yo no he visto antes ni después. No hacía falta más que ver los informativos, pero es que nuestros compañeros allí nos lo contaban llorando por las esquinas. Las presiones a nuestro director en aquel momento le costaron muchos quebraderos de cabeza, pero no se llegaron a trasladar a los profesionales.

Fichaste a Nacho Escolar antes de que fuera «Nacho Escolar».

Le conocí en torno a 1998, en una cena. La recuerdo porque fue la primera vez que alguien me habló de internet como herramienta para buscar y completar información. Me pareció fascinante y le pedí que se incorporara al informativo de la noche en Telecinco, que yo dirigía y presentaba, y creamos una sección que se llamaba El Navegante. Cada noche elaboraba una pieza de actualidad husmeando en la web. Debió de ser la primera vez que internet tomó forma en un informativo. Después de eso se quedó en la incipiente web de Telecinco e hizo un gran trabajo.

En La Mirada Critica te convertiste en una «líder de opinión», desde entonces vas a tertulias, opinas…

No acepto ese rol, lo rechazo completamente. Ni lo soy ahora ni lo fui entonces. Tuve la inmensa fortuna de dirigir un programa en el que además pudimos introducir muchísimos cambios. Muchas firmas, también llevé a escritores, voces diferentes, médicos, científicos o los trabajadores de Sintel, que estaban acampados en la Castellana y ese fue uno de los programas más vistos. Con esta pluralidad el programa tuvo un sabor, un look, absolutamente diferente a lo que se había visto hasta entonces.

Con un equipo muy reducido.

Francamente, era pequeño, pero los equipos de la mañana nunca han estado especialmente bien nutridos.

¿Cómo viviste el 11M?

Estaba en La Mirada Crítica, ya habían estallado los trenes. El matinal dio las primeras informaciones y luego lo cogimos nosotros. Lo recuerdo con auténtico horror. Fue un verdadero horror. Horrible. Lo mismo del 11S con el agravante de la cercanía, que había ocurrido a metros de donde estábamos. Y que era un ataque a gente que va a trabajar en un tren, la mayor infamia que se te puede pasar por la cabeza. Pensamos al principio que era ETA, en los primeros compases no teníamos duda porque tampoco teníamos otro esquema de algo similar en España. Al mismo tiempo era extraño, ETA tampoco había atacado de una manera tan indiscriminada, salvo en Hipercor, pero no fue exactamente lo mismo. Colocar mochilas en los trenes… era todo muy confuso. Cuando salíamos del directo fue cuando empezamos a recibir información de que no estaba clara la autoría. Fueron unas jornadas tremendas, intensas, de muchísima responsabilidad, profesional también, a la hora de ver qué decías, qué estaba contrastado y qué no. Pero di gracias de estar en la cadena en la que podíamos discutir, debatir, plantearnos qué estaba ocurriendo sin el tremendo corsé que tuvieron otros colegas y compañeros como los de la televisión pública.

Carme Chaparro nos dijo que Aznar llamó a Telecinco en persona.

Creo que habló con los directores de todos los medios de comunicación. Yo era directora de un programa y lógicamente conmigo no habló, pero creo que sí llamó.

Cuando hacías tus entrevistas preguntabas lo que había que preguntar, pero no repreguntabas o insistías mucho si no te convencía la respuesta. Algo que después de la crisis de 2008 parece que lo exige el espectador.

He hecho siempre las preguntas que quería hacer y he repreguntado cuando lo he visto necesario. Creo que hay un límite y eres tú el que lo tienes que poder en cada momento. Tú tienes que decidir qué le quieres sacar al entrevistado y cuáles son las maneras de conseguirlo. Yo logré sacar mucha información de los invitados. Pero cada uno tiene sus propios medios. Preguntar, preguntar y preguntar hasta que alguien conteste unas veces es cojonudo, la mejor fórmula, pero en otras no vale para nada. No percibo que ahora se hagan entrevistas más incisivas, siempre las ha habido. Lo que sí es verdad es que antes no estaban las redes sociales. Y tampoco hay que hacer caso a todo el que dice qué haría si estuviera en tu piel, porque entonces estás muerto. Es imposible contentar a todo el mundo. La gente que está escuchando, cada uno tiene su pregunta. Tienes que ser como los seleccionadores de fútbol, que tampoco pueden hacer caso a cada español.

Dijiste que los políticos más incómodos son los que solo repiten consignas.

Ahí es donde me siento más frustrada como profesional, cuando eres incapaz de arrancar algo más del argumentario a un político. A algunos se les nota mucho, otros son claramente populistas, que retuercen cualquier pregunta o le dan la vuelta para no contestarte. Pero una buena pregunta no es una en la que tú insistes con lo mismo una y otra vez, sino en la que logras que el entrevistado responda. Da igual cómo lo consigas.

Cascos se negó a ir a tu programa.

Nunca fue.

Montserrat Domínguez para Jot down 3

Háblame de los políticos con los que te has topado.

Los más inteligentes eran los más interesantes y los más peligrosos. Por ejemplo, Alberto Ruiz Gallardón es notoriamente inteligente, no tiene un pelo de tonto, y por tanto como entrevistado era muy complicado, porque daba la vuelta a todas las preguntas y era capaz de contestarte una cosa y la contraria sin que pareciera que había una ruptura en su línea argumental. Una vez le pregunté si le gustaban los políticos como Giuliani, entonces alcalde de Nueva York, que había estado a pie de escombros tras el 11S, y me dijo que sí, que había que estar con la gente cuando lo pasa mal. Luego le pregunté qué opinaba de Aznar, que ni se había acercado a las costas gallegas. Y con la misma soltura me respondió que un político puede ser más eficaz trabajando desde su despacho [risas]. Otra era Esperanza Aguirre, que continúa siendo igual a como era entonces, muy tramposa con las respuestas. Exactamente capaz de defender una cosa un día y la contraria al siguiente.

¿Zapatero era de los que tiraba de argumentario?

Era un tipo interesante que al menos traía conceptos nuevos a la discusión política. Teníamos dudas entonces de si estaba preparado porque llegó a la secretaría general por sorpresa, contra pronóstico, nadie daba un duro por él. Te recuerdo que el gobierno de Aznar era muy fuerte, con mayoría absoluta, y Zapatero era una incógnita. No fue un mal entrevistado, se enrollaba mucho, eso sí, pero como tantos otros.

¿Podemos y Ciudadanos traen algo nuevo en este aspecto?

Yo sigo escuchando consignas sin parar. Por eso el político que es capaz de romper la imagen y la sensación de que está trasladando consignas tiene un plus de reconocimiento. Porque ese soniquete continuo del argumentario resulta tremendamente cansino. Lo que están haciendo muy bien los nuevos, Podemos, y los novísimos, Ciudadanos, es su capacidad para interactuar con los periodistas en un terreno en el que hasta ahora los políticos nunca habían querido estar, las tertulias. Antes nunca querían aparecer ahí y si ahora van es mérito de Pablo Iglesias. Se ha roto el statu quo de «yo voy pero solo hablamos de mi libro y de estos temas no preguntas». Pactarlas. Aunque ya hemos visto a Podemos en una ocasión decir «habíamos quedado que no íbamos a hablar de Venezuela». A medida que van entrando en el juego y el juego es más poderoso y más sucio, pues… De todas formas, Podemos ha logrado que los demás partidos hayan buscado caras nuevas para medirse a ellos en las tertulias. Este es un fenómeno sin precedentes. Nunca hemos visto un sábado en prime time dos cadenas con contenido político y de actualidad. Es realmente insólito.

¿No se grita mucho?

Sí que hay mucho ruido y, además, me da la impresión de que a medida que nos acercamos a las elecciones sube el nivel de ruido y de codazos para ver quién puede hablar o ha pedido antes la palabra. No tienen la naturalidad que tiene que tener una tertulia para que eso no se convierta en un ruido insoportable, pero sí que creo que tienen un valor, sin ninguna duda. En las elecciones del 96 hicimos varios programas especiales de política, y quisimos llevar a prime time que ETA había asesinado a Tomás y Valiente y nos destrozó un programa de La 1, Hostal Royal Manzanares. Nos machacó. Entonces era inviable, frente al entretenimiento no teníamos nada que hacer. Y este es un termómetro apasionante para ver cómo está cambiando este país.

No fuiste a la fiesta de aniversario de Antena 3. Qué te pasó en esa cadena, porque algo no funcionó.

Me invitaron a la fiesta y pusieron una foto mía en uno de los pasillos de Antena 3, donde han colocado retratos de todos los que han participado, y me hizo mucha ilusión porque fui una parte muy pequeña. La experiencia en esta cadena fue interesante y valiosa, pero frustrante en el sentido de que no pude hacer lo que quería hacer, o para lo que fui. Y ya está. De todo se aprende en las experiencias profesionales. Y no fue solo un problema de la cadena, también los espectadores esperaban a otro tipo de persona al frente de las mañanas, alguien que diera otro giro a las entrevistas o las tertulias.

¿Alguien menos progresista?

Lógicamente no sintonizamos bien. Fui a Antena 3 porque creía que podía dar un golpe a la mañana, nunca habían logrado despegar. Pensaba que podía ser potente, mejoramos mucho los datos de audiencia de los programas anteriores, pero no llegamos a ese territorio en el que hubiera podido trabajar con más libertad y tranquilidad y a la cadena le hubiera permitido sentirse cómoda conmigo.

¿Qué le ha pasado a Cintora?

No conozco de primera mano los detalles de su salida del programa, aunque he leído que continúa en Mediaset. La nota de prensa sí me pareció llamativa y muy reveladora, porque no busca excusas: es una enmienda total al tono combativo que había creado Jesús Cintora, un estilo al que hasta ahora solo se había atrevido La Sexta. Pero estamos en tiempo electoral, el Gobierno se pone nervioso porque las encuestas no soplan a su favor y sacan la artillería… Y parece que Cuatro no ha aguantado el pulso. Me temo lo peor: que la guerra del Gobierno contra las voces más incómodas no ha hecho más que empezar.

En una ocasión dijiste que el público antes de la crisis quería informativos cada vez más light.

Ahora ha cambiado, pero durante unos años asistimos a una banalización de los espacios informativos sin precedentes. En las dos cadenas comerciales, Telecinco y Antena 3, clarísimamente.

Montserrat Domínguez para Jot down 4

En una ponencia tuya en la universidad dijiste que en los informativos se daban órdenes de que no salieran gordos en las imágenes de playas.

En mi época no, pero sé que eso existe. Tampoco te voy a dar nombres concretos, pero si zapeas no es muy difícil de detectar. Los informativos se han ido infantilizando y banalizando, te dan un caramelito fácil de digerir con mucho dulce y poco ácido. Aunque también hay crímenes e imágenes terribles, te funciona muy bien el cóctel de que ha llegado la Semana Santa, hace calor y la gente se va a la playa, ofreces chicas con buenas tetas y no sacas gordos.

Sabía que se pedían chicas en top-less, por ejemplo, pero prohibir gordos…

Hombre, no hay una circular. Se buscan imágenes de estilo publicitario. No es que se prohíban los gordos expresamente, pero al fin y al cabo es lo mismo. Exactamente lo mismo, ¿no?

¿Y en la radio qué tal?

Un programa, solo con el micro delante, con todo el potencial de la SER, viniendo de la televisión… eso fue toda una liberación. Te permite llegar más lejos. Y no dependes como en la tele de las conexiones del satélite, de si un invitado está o no de cuerpo presente.

Más adelante publicas otra vez en El País un reportaje escrito sobre Camboya, «Un país sin viejos». Te envió allí una ONG. Me llama la atención este dato que destacas de que en el Museo del Genocidio había un cartel que ponía «Prohibido reírse».

Ese cartel ahora mismo ha quedado anticuado, ahora debería ser «Prohibido hacerse un selfie». Es como si vas a Auschwitz y empiezas a descojonarte en la foto como la que se hizo esta chica que se convirtió en viral por lo desgraciado de la sonrisa y del momento. Posiblemente ahora en Camboya, si no lo han hecho, tendrán que poner el cartel de cuidadito con los selfies. Ese lugar transmite lo peor a lo que llega la condición humana. Posiblemente, después del nazi, el genocidio de los jemeres rojos es el único equiparable en la dureza, crueldad, locura, insania y las cicatrices que dejó en un pueblo. Viajé invitada por Marie Claire porque tienen un proyecto de escuela para niñas. La directora, Joana Bonet, me lo propuso. Fuimos con Pepa Bueno y la fotógrafa Ana Nance. Nos quedamos unos días más para conocer mejor toda la zona y de ahí surgió ese reportaje que a los colegas de El País les pareció interesante. Especialmente por las fotos de Ana, que eran excelentes.

En Soitu te hicieron una entrevista al llegar y te preguntaron si no erais ya mayorcitas para ir por ahí «haciendo de Madonna».

Era en tono distendido. La periodista era Ana Cañil, que ahora es colaboradora nuestra y le tengo mucho aprecio, lo que pasa es que no se corta en absoluto a la hora de hacer preguntas. Pero siempre hay esas críticas respecto a si personas conocidas están haciendo el tonto cuando apoyan alguna causa. Eso está superado. Cualquiera que pueda aportar algo dando visibilidad a un problema, en este caso el de las niñas, bienvenido sea. Al menos yo creo que mejor invertido no pudo estar mi tiempo.

¿Visitaste la industria textil?

No tuvimos ocasión. Fuimos a los barrios. Nuestra visita tenía como principal interés entender la importancia de que en un país como Camboya las niñas tengan derecho a la educación, que allí supone que no estén en la calle prostituyéndose o que no estén trabajando desde muy pequeñas en un taller o en una fábrica. Cuando Pepa Bueno y yo preguntábamos a las crías qué querían ser de mayor no te hablaban de grandes profesiones, te decían que querían ir a un taller textil. Para muchas de ellas trabajar en un taller, no necesariamente en condiciones de semiesclavitud como hay algunos, es su única posibilidad de salir de una pobreza aún mayor. Por eso es muy curioso entender de qué manera funcionan estas pequeñas iniciativas, en este caso privadas, como la de la ONG de Marie Claire, que lo que hacen es dar a familias que de otra manera estarían empleando a su hija la posibilidad de que esa niña estudie. Y lo hacen incluso proporcionándoles alimento a esas familias para que ellas no tengan que trabajar o cuidar de los hermanos.

Montserrat Domínguez para Jot down 5

El año pasado hubo unas protestas en Camboya de chicas trabajadoras del sector textil que pedían sueldos de ciento setenta y siete dólares, las #WeNeed177; en sus pancartas aparecía el logotipo de Zara, entre otros. Hace un par de semanas publicaba la prensa que Amancio Ortega se había embolsado este año 970 millones de euros en dividendos.

No te voy a descubrir quién es Piketty y el trabajo tan espectacular qué ha hecho con El capital en el siglo XXI y cómo ha acertado a la hora de subrayar algo que ya venían varios economistas y sociólogos alertando. La desigualdad máxima hacia la que estamos avanzando nos está enviando de vuelta al siglo XIX. Lo vemos en los sueldos de grandes directivos, pero fundamentalmente en que esas industrias o empresas no dejan en esos países los beneficios sociales que podrían, los beneficios no revierten. Aunque cada vez hay más responsabilidad social. El coste para la imagen de la empresa de un documental como el que ha aparecido ahora de H&M, sobre las condiciones en que trabajaban las jóvenes camboyanas, es tan brutal que me consta que están tomando medidas para evitar estas situaciones en las que se les cae la cara de vergüenza.

«He trabajado en grandes medios y conozco la tensión permanente por el peso de la publicidad», dijiste en un encuentro con estudiantes.

No es descubrir la pólvora. Haberlas haylas. Yo de momento no he tenido que retirar una información, ni plantearme darle una vuelta para que sea más amable. Creo que las empresas saben cuáles son los límites de cada uno. Sabemos que no meten publicidad en un medio que sea especialmente combativo y sabemos que hay pequeños medios que ponen eso como arma, o me pones publicidad o publico información contra tu marca. Hay sablazos en ambos sentidos. Afortunadamente, en el medio que yo dirijo, de momento, respetan el territorio en el que nos movemos.

El Huffington ganó el Pulitzer reuniendo los relatos de los veteranos de guerra.

Para que luego digan que en el medio digital no es posible hacer buen periodismo. El periodista que lo ganó esDavid Wood. En Estados Unidos los veteranos, todos los que han pasado por distintas guerras, son muchos, tantos como un país entero, y sufren no solo el trauma posterior sino una complicada reinserción social. Es un tema también muy sensible; Philip Roth ha escrito sobre ello de forma prodigiosa en La mancha humana. Están fuera de la sociedad, que les quiere reconocer, el cine y la literatura glosan sus vivencias, pero luego realmente no encuentran un sitio.

Esperanza Aguirre te dijo en televisión que el Huffington parecía el PSOE «lanzado».

No lo sé, pero se lo agradecí mucho porque cualquier tipo de promoción nos viene bien. Somos un medio abiertamente progresista, entiendo que a Esperanza Aguirre no le guste, aunque eso no significa ni mucho menos que seamos el PSOE. Para nada. La prueba es que le sacudimos cuando nos parece que lo merece igual que a otro partido político.

Has comentado que antes del 25 de mayo, de las elecciones europeas, notasteis que algo grande se estaba cociendo en torno a Podemos por el tráfico que os daban en las estadísticas todas las noticias sobre ellos.

Todo lo que publicábamos de Pablo Iglesias se situaba inmediatamente entre lo más visto. Internet arrastra muy mala fama de que solo se ven gatitos, pero si cribas un poco las chorradiñas en las que todo el mundo pica y te fijas en lo más visto, te encuentras con lecciones muy curiosas. Una de ellas fue detectar cómo Podemos estaba desarrollando un interés, una fuerza y un peso específico antes de esas elecciones. Lo mismo que estamos viendo ahora con Ciudadanos.

¿Esto echa por tierra la teoría de que a Podemos lo han creado los medios, La Sexta concretamente?

Ellos son los primeros en reconocer que un escaparate como La Sexta les ha ayudado a transmitir su mensaje político, pero esto no es inventar la pólvora. No están prefabricados, llevaban mucho tiempo trabajando en un movimiento social y político que ha cristalizado en un partido en un momento dado, podría haberlo hecho antes o después. Es lo mismo que Ciudadanos, hay quien cree que lo han manufacturado las élites y los medios, que creen que para contrarrestar el efecto Podemos se puede crear el efecto Ciudadanos. Estos también se equivocan. No es verdad. Hay grupos de ciudadanos que se sienten huérfanos porque no quieren votar al PP y han encontrado en este partido la respuesta a sus plegarias. Te gustará más o menos, pero no está prefabricado. Otra cosa es que les estén haciendo la ola desde lugares muy diversos. Eso sí que es interesante, quiénes les están jaleando y por qué, pero tampoco son un producto manufacturado.

Montserrat Domínguez para Jot down 6

Los blogs son la «columna vertebral» del Huffington, en tus propias palabras, y no son remunerados. Esto os ha granjeado múltiples críticas. En el blog El Descodificador te decían que con esa estructura se daba un paso más hacia una prensa integrada únicamente por jefes y accionistas.

En el Huffington Post trabajamos en torno a veinte personas, somos un medio muy pequeño. Trece de ellas están en plantilla y el resto son colaboradores. Es una fórmula muy similar a la que tienen muchos medios de comunicación en los que están muchos blogueros que se han cansado de insultarnos. Es la fórmula con la que llevan coexistiendo los medios desde hace mucho tiempo. Lo que es nuevo es que a los blogs y los blogueros, que no vienen necesariamente del mundo del periodismo, en el Huffington se les da hueco y voz. Eso hemos hecho y estoy orgullosa. Y no es periodismo, es comunicación. No tiene nada que ver con el periodismo, un trabajo que hacemos nosotros. Las columnas de los blogueros, ya sea un estudiante que escribe de lo que le apasiona, o un científico que se ha tenido que exiliar, o un escritor que acaba de publicar su primer libro, no son periodismo, son espacios de opinión. No entiendo esa agresividad de los periodistas que se sentían amenazados por que estas personas que no son periodistas sean capaces de escribir bien, cosas interesantes y que se publiquen. No entiendo esa actitud.

Igual es una cuestión semántica. Colaborador voluntario es equivalente a trabajador no remunerado. Y visibilidad es igual a cero euros.

Lo que se confunde es blog con periodismo y eso no es verdad. En los blogs no solamente escriben periodistas. Además, los periodistas hemos dejado de tener la llave de decidir qué se publica y que no. Ahora hay gente que escribe muy bien, que se gana la vida de otra manera, y quiere llegar a más gente. Nosotros ponemos a su disposición un blog porque lo que escriben nos parece relevante. ¿Es periodismo? Es posible a veces, pero no buscamos mano de obra no remunerada. Lo que buscamos es dar voz a gente que ocupa un lugar que antes solo ocupaban los periodistas.

Dijiste al empezar el proyecto que seguro que muchos de estos colaboradores gratuitos lograrían irse a otros medios que los contratarían gracias a la visibilidad que les iba a dar escribir en el Huffington. ¿Cuántos ha habido?

Ahora mismo estoy escribiendo una reseña para un libro que acaba de escribir uno de nuestros blogueros; un libro basado en las recetas que publica en su blog del Huffington. Es «El cocinero indignado», hace una especie de cuadro de la actualidad política y propone una receta según sea la situación. Escribe bien y con una fórmula muy divertida. Nos pidió el espacio hace más de un año y ahora va a sacar un libro. También nuestro pediatra, que tenía un blog muy divertido, pero que conocían solamente algunos padres de la zona de Paracuellos de Madrid. Empezó uno con nosotros y ahora ha publicado un libro. ¿Le quita el pan a un periodista? No. Y aquí también hay periodistas. Nunca sabes la situación de cada uno es un mundo. Puedes haberte ido fuera, a otro lugar, pretendes mantener la conexión con España y por eso escribes un blog. ¿Quién eres para juzgarlo?

Dijiste que había un intento de desprestigio de otros medios que tampoco pagan.

Hay una hipocresía. No es que te diga ejemplos, es que no sé decir ejemplos donde no haya blogs que no se pagan. Si lo hacemos nosotros está mal y si lo hacen otros medios no se les critica.

En los blogs, abajo, pone © 2015 PRISA.

En las condiciones que mandamos a los blogueros pone que pueden hacer con lo que publiquen lo que quieran. A veces salen en otros medios, periódicos regionales, por ejemplo. Ellos son propietarios de ese contenido y pueden moverlo como quieran. Es un quid pro quo.

No hay un índice de todos los blogs, no puedo verlos todos de golpe. Pero en las actualizaciones del jueves 19 y el viernes 20 y me encontré con ochenta blogs hechos por hombres y treinta y seis por mujeres. Íñigo Errejón, que también tenía proporciones similares en Podemos en las secretarías generales regionales, nos dijo en el JD#10 que se debía a que las mujeres les costaba dar un paso adelante, aunque estuvieran mucho más preparadas que hombres.

En el Huffington el porcentaje sería ideal que fuese un cincuenta por cincuenta, pero me gustaría verlo comparado con otros medios. Creo que el Huffington es uno de los lugares donde escriben más mujeres.

Pero eso que dice Errejón lo he vivido como directora de programas, había mujeres tremendamente válidas que no quieren salir. Hubo una época en la que a las mujeres las tenías que buscar con lupa. Había una resistencia pasiva. A colegas muy buenas les decía que se vinieran a la tertulia y no querían. Quizá es porque siempre hemos tenido pocas referencias y una tendencia a no valorar nuestras propias capacidades, a no destacar, eso de ¡no te signifiques! que no sé en qué parte de nuestra educación lo hemos absorbido. Es una lacra que he sentido en mí misma y la he visto en compañeras muy valiosas que no tenían nada menos que los colegas masculinos que estaban sentados al lado. Se notaba a la hora de dar el paso adelante, cuando te expones más a la hora de, por ejemplo, salir a decir qué te han parecido unas elecciones, valorar y tal.

Pero creo que eso afortunadamente ha cambiado. Ahora hay muchas más mujeres y ese es un gran valor porque son referentes para las que vienen detrás, les facilita el camino. A que otras digan que si una lo hace por qué ellas no. Por eso es importante la visibilidad de la mujer en puestos de dirección, en mesas de tertulia, como opinadoras y divulgadoras, porque anima a otras a dar el paso. No ha sido fácil para las mujeres nunca en ningún sitio, pero Francia por ejemplo siempre ha tenido mujeres en la prensa. Además, mujeres mayores, no solo chicas jóvenes al frente de los informativos. Empezando por Anne Sinclair, directora del Huffingtonfrancés y que dirigió un programa que fue líder en la televisión francesa. Fuera de nuestras fronteras ha habido más respeto a las mujeres.

Montserrat Domínguez: «Me temo que la guerra del Gobierno contra las voces más incómodas no ha hecho más que empezar»