Abren el primer restaurante para gente que quiere comer en lugar de hacer fotos a la comida

https://www.elmundotoday.com/2018/10/como-saludar-a-tus-vecinos-sin-hacerles-creer-que-eres-un-asesino/

La pasada semana se inauguró en Madrid el primer restaurante para gente que quiere comer en lugar de hacer fotos a la comida. Esta arriesgada apuesta llega de manos de Milagros Camuñas, una joven empresaria dispuesta a revolucionar el mundo de la cocina con su local llamado Taste Food. “Vi que, en muchas de las fotos que se sacan en los restaurantes, la comida tiene buena pinta, así que pensé en crear un negocio en el que la gente vaya a comérsela”, explica.

Milagros es consciente de que los inicios no van a ser nada fáciles porque su propuesta es inaudita. “Algunos clientes se quedan en shock cuando se meten la comida en la boca y comprueban que está caliente”, reconoce.

Para evitar la tentación entre sus comensales, toda la comida que se sirve en el Taste Food ya ha sido fotografiada en los restaurantes normales y subida a Instagram. “Nosotros la recalentamos para que se pueda ingerir”, informa. “Una cosa es revolucionar el mundo de la restauración y otra es interferir en la creación de la base de datos con toda la comida que se cocina desde el año 2005”, apunta. “Yo no quiero problemas”, matiza.

El siguiente reto de Milagros es abrir un bar nocturno en el que solo se sirva un gintónic para que todos los clientes se lo vayan pasando para sacarle su respectiva foto. “La idea es recuperar con este bar todo el dinero que perderé con el restaurante”, se sincera.

Mujer pide langosta en una cita y se indigna por que él no le paga la cena

https://www.thesun.co.uk/fabulous/8139993/woman-date-picking-up-bill/

NOW that it’s 2019, it’s generally considered the norm to split the bill on a first date.

But not everyone seems to agree with this concept – as one poor man recently found out.

GETTY – CONTRIBUTOR
One man’s date turned bitter when he didn’t offer to foot the bill

The man revealed his story on Reddit, sharing screengrabs of a barrage of angry texts he’d received from a woman he’d been out with.

He’d asked if she fancied another date, to which she labelled him «rude» for not paying for her dinner the first time round.

This was despite the fact that she’d ordered lobster and £72 wine – and he’d paid £14 for a carbonara and beer.

Bemused, the man hit back: «You invited me. You are lucky you didn’t pay for my food too.»

The conversation started with the man asking his date if she fancied going out again
She hadn’t been impressed that she’d had to pay for her own meal
REDDIT
The man pointed out that he wasn’t the one who’d suggested the date

When the man added that he was «a student not your sugar daddy», his date raged: «I’m never going out with you ever again, if you can’t pay for a girl’s food then why accept the invite.

«Gentlemen ALWAYS pay for girls’ food.»

At this point, things got nasty.

The man claimed he’d stayed on the date while the woman spoke about another guy, before she responded: «All you wanted anyway is to have sex with me. Anyway, bye loser.»

The chat soon became nasty
REDDIT
The man went on to accuse his date of talking about another guy
REDDIT
It’s clear these two won’t be seeing each other again

Unsurprisingly, the conversation has caused outrage among Reddit users.

One person commented: «If someone invites me out then I go because I want to see that person and would never expect a free meal. That would be selfish and entitled.»

Another wrote: «I’m a girl and I always go into the mindset that I pay for my drinks/food with anyone. Guy or girl.

«If they offer to pay I’ll let them but offer to pay theirs next time we go out.»

Would you ever let your date foot your dinner bill?

El lado oscuro de la recuperación española: te quedarás solo y no sabrás por qué

https://blogs.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/mitologias/2018-12-23/amigos-soledad-lado-oscuro-recuperacion_1720082/

Foto: Es Valdeluz, pero podría ser cualquier lugar: todos los desarrollos urbanísticos se parecen. (Reuters/Susana Vera)

Es Valdeluz, pero podría ser cualquier lugar: todos los desarrollos urbanísticos se parecen. (Reuters/Susana Vera)

Salgo del metro de Manuela Malasaña y lo que antes era campo, ahora sonviviendas de protección oficial. No esa Malasaña de bares de viejos para pijos y galerías que venden aire a precio de oro. Me refiero a la Malasaña de Móstoles, hace 15 años un páramo en mitad de la nada y que hoy es un minipueblo que ha acogido a jóvenes recién independizados e inmigrantes. Casi nadie se refiere a ella por ese nombre. Es el PAU, que aunque evoque a Gasol, en realidad revela el origen modesto del barrio: Programa de Actuación Urbanística. Un barrio a las afueras de esa afuera que es Móstoles.

Por algún designio arquitectónico que desconozco, el PAU es como uno de esos edificios de los suburbios londinenses que salen en las pelis de chavs ingleses, pero sin chavs. Por no haber, no hay ni mostoleños. La piscina está tapada, los columpios vacíos y los apartamentos parecen macroataúdes en un cementerio que se extiende ante un descampado que, si cruzásemos, llegaríamos a aquel templo bakala que era la Fabrik. Al PAU se acaba de mudar un amigo que agradece que haya gastado más de una hora en el metro para llegar a su casa. Lo he escrito alguna vez: ya se sabe que Móstoles está mucho más lejos de Madrid que Madrid de Móstoles.

El «hoy no salgo porque no me apetece» encubre el «no salgo porque no tengo con quién». Nos duele reconocer que estamos más solos de lo que pareceEntre cortezas y cervezas, me cuenta que está contento por haberse independizado —matiz: por tercera vez—, pero que no está siendo fácil. A la periferia de la periferia nadie quiere ir, así que es él el que se desplaza continuamente. Primer problema: trabaja desde casa, así que siente que el ritmo de su vida va al revés que el del resto. Él quiere salir de esas cuatro paredes cuando los asalariados desean llegar cuanto antes a casa a descansar. Segundo problema: ha pasado un año trabajando fuera de España, y a la vuelta se ha encontrado con que sus amigos —nosotros— le respondemos con evasivas. Su compañero de piso no pasa mucho por casa así que, básicamente, puede pasar días sin hablar con casi nadie.

HÉCTOR G. BARNÉS

Su biografía no tiene nada de especial ni su carácter es extraño. Ni es el único. A lo largo del último año, me he cruzado con bastantes personas que pertenecen a una amplia generación —generosamente, de los 25 a los 45 años— y que experimentan en mayor o menor grado una soledad inesperada. Es el «hoy no salgo porque no me apetece» que en realidad encubre el «no salgo porque no tengo con quién». Se suele hablar (tampoco demasiado) de la soledad de los ancianos, y quizá esta derivada tan solo sea la antesala de lo que nos espera en una sociedad en la que la salida del hogar familiar conduce a una diáspora vital marcada por relaciones (amorosas y amistosas) temporales, fragmentadas y que pueden desaparecer en cualquier momento.

La teoría española del amor

Un resbalón y te quedas solo. Hay distintos factores que quizá expliquen esta situación. La precariedad, que obliga a adoptar horarios cada vez más exóticos fuera del tradicional de oficina. Las largas jornadas laborales. El autoempleo, que atomiza a los trabajadores o, como mucho, los reúne en centros de ‘coworking’ donde cada día cambian las caras. La diáspora urbana por los precios de la vivienda, que obligan a abandonar el barrio o el pueblo de siempre y probar sitio en lugares donde no se conoce a nadie. La migración a las ciudades para encontrar empleo, que obliga a romper los lazos con los orígenes.

La amistad en el 'coworking' es efímera. (EFE/Julio Muñoz)
La amistad en el ‘coworking’ es efímera. (EFE/Julio Muñoz)

Algunos de estos factores aparecen recogidos en el último estudio sobre Pobreza Juvenil del Consejo de la Juventud de España, que recuerda que los jóvenes son también población en riesgo: su tasa de temporalidad casi se sale del cuadro. Otros parecen más coyunturales, y no sé si son una cuestión generacional o histórica. Algunas de las personas de las que hablo han dado el paso en los últimos años, cuando la supuesta recuperación económica se lo ha permitido (la media de edad de independencia en España es de 29,3 años), quizá para verse abocados a una nueva inestabilidad donde las certezas del mundo laboral y el personal se desvanecen.

Un documental que se puso de moda hacer un par de años, ‘La teoría sueca del amor’, contaba cómo el triunfo del eficientísimo Estado de bienestar escandinavo había fragmentado las relaciones personales. Uno de cada tres ancianos muere solo, la tasa de suicidios es una de las más altas de Europa y la mayoría de la gente vive sola. Lo que la película ponía de manifiesto es que la autonomía del individuo, la posibilidad de vivir, trabajar e incluso disfrutar sin ayuda de nadie, había provocado una epidemia de soledad. Y no olvidemos que el suicidio es la principal causa de muerte juvenil: como señalaba Diana Díaz, la directora del servicio de auxilio telefónico de la Fundación Anar, la mayoría de los jóvenes que les llaman se sienten solos. Es posible que en España haya ocurrido algo semejante: la recuperación económica ha dado para disfrutar de un poco más de independencia, pero no para mejorar de verdad nuestra calidad de vida.

Uno de los aislamientos más peligrosos es el de las parejas que rompen lazos con los demás. Están tan solas que únicamente se tienen el uno al otro

Así dicho, puede sonar a que la solución se encuentra en la familia o la pareja, que eran las instituciones que antiguamente se daban paso la una a la otra y evitaban que la persona cayese en ese vacío de los 20 a los 30. Lo dudo. La soledad moderna es más insidiosa y puede experimentarse en cualquier lugar, incluso rodeado de gente; de hecho, una de las razones más habituales por las que estos jóvenes se sienten solos es porque la relación con sus padres no es buena. Ni hablemos del amor y de las soledades metafísicas que puede llegar a producir. Uno de los aislamientos más peligrosos es el de las parejas que rompen lazos con los demás, conformándose con su presencia mutua. Están tan solas que únicamente se tienen el uno al otro.

Querías anonimato, tienes olvido

Yo también lo he hecho, yo también he utilizado el término «epidemia» para referirse a esta acumulación de soledades. A uno de los pocos a los que aparentemente no les parece bien es al sociólogo Eric Klinenberg. En ‘The New York Times‘, argumentaba que, a pesar de la disolución de viejas instituciones que creaban lazos sociales como las organizaciones vecinales, los sindicatos o las parroquias, en realidad casi ningún dato corroboraba esta tendencia. El pánico, argumentaba el director del Instituto de Conocimiento Público de la Universidad de Nueva York, es mal consejero para atajar problemas.

Pero que la gente se sienta sola si no lo está más que en otras épocas nos dice mucho acerca de la naturaleza de nuestras relaciones sociales. Las nuevas formas de comunicación nos han facilitado el derecho a sentirnos completamente solos mientras mantenemos conversaciones con veinte personas diferentes repartidas por todo el planeta. Uno puede sentirse así en un concierto, rodeado de miles de personas; en el trabajo, cuando los superiores que te han dando órdenes durante años ni siquiera recuerdan tu nombre; en el metro, lleno de personas tan solas como tú. Amamos el anonimato pero tenemos que soportar su efecto secundario, el olvido.

Iconos del capitalismo tardío. (Foto: Héctor G. Barnés)
Iconos del capitalismo tardío. (Foto: Héctor G. Barnés)

Vuelvo al metro del PAU, acompañado por mi amigo, y admiramos los edificios que rodean la boca del metro. Me confiesa que la primera vez que llegó a su nueva casa, le sacó una foto, así que saco el móvil del bolsillo y le muestro la que yo he hecho lo mismo antes de quedar con él. No sé qué hay en esos edificios en forma de panal de abejas que resulta tan hipnótico. Quizá son tan fantasmagóricos como esas fábricas abandonadas que forman parte esencial del imaginario de la era postindustrial, otro de los grandes iconos de las contradicciones del capitalismo tardío, casas pensadas para vivir donde parece que no habita nadie. Antes de despedirme, le prometo que volveré pronto. Una semana más tarde, me pregunta si quiero quedar. Le doy largas, la periferia de la periferia está muy lejos y yo me siento demasiado solo.

El desayuno no es tan importante como creíamos (y tomarlo no ayuda a adelgazar)

https://www.directoalpaladar.com/salud/desayuno-no-importante-como-creiamos-tomarlo-no-ayuda-a-adelgazar

Durante décadas autoridades sanitarias y nutricionistas han insistido en la idea de que el desayuno es la comida más importante del día y saltárselo acarreaba serias consecuencias, entre otras un aumento del sobrepeso. Algunos estudios ya habían mostrado que esta afirmación era probablemente exagerada, pero un nuevo estudio publicado en el British Medical Journal (The BMJ) asegura ahora que, por mucho que se haya repetido lo contrario, no hay evidencias de que desayunar ayude a perder peso.

La publicación británica desmonta la creencia actual sobre que desayunar ayuda a adelgazar y lo hace cuestionando la -baja- calidad de los estudios en los que se basan. The BMJ enfatiza la falta de solidez y advierte de la importancia de interpretar cuidadosamente los resultados, pues son conclusiones basadas en la observación y, posiblemente, sesgadas por estilos de vida saludables y elecciones adecuadas de alimentos.

El desayuno y la pérdida de peso no están relacionados

Según The BMJ no existen pruebas sólidas que respalden la idea de que desayunar ayude en absoluto a adelgazar, como tampoco las hay de que saltarse el desayuno conduzca a un aumento de peso. De hecho afirma que quienes desayunan ingieren más calorías a lo largo del día y que saltarse el desayuno no produce más apetito al final dela jornada.

Las conclusiones de The BMJ derivan del análisis llevado a cabo en la Universidad de Monash en Melbourne de 13 ensayos controlados aleatorios, principalmente en EEUU y Reino Unido, de los últimos 28 años y la evidencia obtenida de ellos. ¿Los conejillos de indias? “Desayunadores” habituales y no habituales, de distintos pesos corporales controlados entre 24 horas y 16 semanas.

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Varios de estos ensayos se centraron en establecer una relación entre desayunar-no desayunar y los cambios de peso corporal, mientras que otros analizaron el efecto del desayuno en la ingesta diaria de energía. Al contrario de lo que hasta la fecha hemos creído, los resultados obtenidos han mostrado que:

  • Quienes se saltaron el desayuno pesaban 440 gramos menos de media que quienes desayunaron regularmente, no habiendo diferencia entre las personas con un peso normal y las que tenían sobrepeso.
  • Quienes desayunaron habitualmente ingirieron 260 calorías más, de media diaria, que quienes no desayunaron, con independencia de los hábitos de desayuno de los primeros.
  • Saltarse el desayuno no tuvo relación con que las personas se sintieran más hambrientas por la tarde, ni con las diferencias en el gasto calórico.
  • Las tasas metabólicas entre quienes desayunaron habitualmente y quienes no lo hicieron apenas mostraron diferencias.
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El estudio de The BMJ desmonta el argumento de que desayunar puede ayudar a perder peso porque evita que comamos en exceso durante el resto del día. Parece no ser una buena estrategia y no nos va a ayudar a adelgazar. No obstante advierte, nuevamente y esta vez con su propio trabajo, que los resultados sean interpretados con cautela.

Si bien desayuno ha sido defendido durante años como la comida más importante del día, no hay evidencia de ello. Las investigaciones que están apareciendo nos dicen que el desayuno no es más que otra comida -aunque desayunar a diario podría tener efectos importantes en niños como la mejora de la concentración y los niveles de atención- y saltárselo no tiene más consecuencias que saltarse una comida cualquiera. Pero yo, no obstante, me voy a preparar un té.

Llevas toda la vida cagando mal… y no lo sabes

https://blogs.publico.es/strambotic/2018/12/llevas-toda-la-vida-cagando-mal/

Iñaki Berazaluce

Un unicornio que caga cremosos helados con los colores del arco iris, un príncipe sicalíptico que mira a la cámara con ojos libidinosos mientras devora la deyección del unicornio. Estos dos improbables personajes han sacado a la luz un problema que, como las hemorroides y directamente relacionado con aquel, sufren en silencio millones de personas: el estreñimiento.

El culpable no es otro que este, considerado uno de los grandes avances de la civilización sobre la barbarie:

¿Pero usted delira? ¿cómo puede hacernos mal el inodoro, el váter, el trono, ese mismo dispositivo en el que Bill y Melinda Gates están gastando millones para llevarlo a aquellas desdichadas zonas que aún no gozan de los avances de la higiene sanitaria?

Pues sí. El “roca” parte de un lamentable error de diseño de partida: la postura del caganer. El sanitario está diseñado para que caguemos sentados, exactamente igual que si estuviéramos en una silla. Esa apuesta por la comodidad es contraria a la postura de evacuación más natural del organismo humano, de cuclillas, es decir, con las rodillas por encima de la cintura y el recto a la altura de los pies.

El lisérgico vídeo del príncipe y el unicornio cagón explica nítidamente la diferencia entre cagar sentado y hacerlo de cuclillas. Aquí puedes ver la versión en castellano de este divertido y didáctico spot:

El vídeo es, en efecto, un anuncio de Squatty Poppy, un accesorio tan ingenioso como prescindible, en tanto el mismo efecto puede conseguirse con un taburete bajo o, mejor aún, sentándose de cuclillas sobre la taza del váter. Desde luego, no es la postura más cómoda para hacer de vientre, pero es que precisamente es la comodidad del inodoro el que provoca que prolonguemos innecesariamente el proceso de evacuación… hasta el punto de leernos El País Semanal durante el trámite. Hemorrides garantizadas,

La anatomía del cuerpo humano está diseñada para defecar en cuclillas porque permite un mejor ángulo entre el intestino grueso, el recto y el ano, por lo que las heces salen con mayor facilidad. “Es una posición más activa en la cual los esfínteres y suelo pélvico buscan equilibrio entre la presión abdominal y la presión del suelo pélvico”, señala en una entrevista con BBC Luis Barrio, director del Centro Anicca Terapia y Movimiento en Madrid.

Pero volvamos por un momento al Squatty Potty y su unicornio cagón. El audaz anuncio este rupturista artefacto fue lanzado en YouTube en noviembre de 2015 y a día de hoy ya supera los 100 millones de visionados. Al principio parecía una broma navideña con vocación de meme pero lo cierto es que la empresa familiar que lo lanzó lleva vendidos 5 millones de unidades (a 25 dólares la unidad, hagan cuentas), le han salido decenas de copias y está a punto de cotizar en bolsa. El sueño americano sobre un cremoso mojón.

Esos cinco millones de taburetes (insisto: no necesitas el Squatty Potty sino únicamente poner los pies en alto) no bastarían para solucionar la “epidemia” de estreñimiento que sufre España, donde entre el 12 y el 20% de la población -entre 5 y 9 millones de personas- sufren esta molestia, según los cálculos de la Fundación Española del Aparato Digestivo.

Una breve historia del inodoro

La empezamos a cagar el día que alguien inventó el inodoro. Aunque se tiene constancia de tronos en los que defecaban los faraones en el antiguo Egipto, la humanidad lleva milenios cagando en cuclillas y al aire libre (y limpiándose con una piedra). No fue hasta que empezamos a vivir en ciudades cuando el asunto de nuestros desperdicios orgánicos empezó a considerarse un problema de salud pública… y apareció el váter de asiento, evolución natural -aunque perniciosa- del agujero turco que sigue usándose en muchas latitudes.

El inodoro fue un invento de un noble inglés a finales del siglo XVI, escribe Alex Blasdel en The Guardiansi bien no fue hasta la industrialización de Inglaterra a mediados del siglo XIX que los váteres descendieron por la escala social hasta llegar al pueblo.

En consecuencia, resulta inevitable la asociación entre el inodoro y la civilización, en tanto el trono llegó al mismo tiempo que el agua corriente, el sistema de alcantarillado y otros muchos avances en la higiene de los ciudadanos.

Pero todo avance tiene su lado oscuro, y el inodoro trajo consigo un mal hasta entonces marginal entre los humanos: el estreñimiento y su inseparable compañero, las almorranas. Un fisoterapeuta del siglo XX describió el estreñimiento como “uno de los mayores problemas físicos de la raza blanca”. En su monumental estudio ‘The Bathroom‘ (1966), el arquitecto Alexander Kira catalogó el inodoro como “uno de los dispositivos más nocivos jamás diseñados”. El autor propone una serie de diseños alternativos que son un precedente directo del Squatty Potty, aunque sin unicornio.

Con información de BBCStramboticEl Confidencial y The Guardian.

Las 37 mejores películas de terror de todos los tiempos

https://www.espinof.com/listas/mejores-peliculas-terror-todos-tiempos

Las 37 mejores películas de terror de todos los tiempos

Sudores fríos, risas nerviosas, músculos rígidos, gritos ahogados —o no— y, si todo sale bien, alguna noche en la que cuesta particularmente conciliar el sueño. Estos son algunos de los efectos que el cine de horror provoca en nuestros cuerpos y mentes y que, vaya usted a saber por qué, nos encanta experimentar el miedo en una sala de cine.

Con el estreno de ‘Hereditary’, la ópera prima de Ari Aster, ha vuelto a reabrirse el debate sobre si estamos o no ante un filme que debería entrar a formar parte de las mejores piezas que nos ha dado el género a lo largo de la historia. Mi opinión al respecto es bien clara —tenéis una pista al final de este artículo—, pero mientras conformáis la vuestra, os invito a repasar en esta lista las que considero como las 37 mejores películas de terror de todos los tiempos.

‘El exorcista’ (‘The Exorcist’, 1973)

Dirección: William Friedkin

Reparto: Linda Blair, Max von Sydow, Ellen Burstyn, Jason Miller, Lee J. Cobb, Kitty Winn

Dejando a un lado el eterno debate sobre si es o no la mejor película de terror de la historia, si que podemos afirmar que, sin duda, es una de las más aterradoras. No importa cuántos años pasen; esta maravilla firmada por William Friedkin continúa siendo tan escalofriante como el primer día gracias a su impoluta dirección, a un diseño de sonido espeluznante y, por supuesto, a una precoz Linda Blair inmensa en su papel de Regan McNeal. Un auténtico hito rodeado por un extraño halo profano que asfixia por igual a todo tipo de espectadores independientemente de sus creencias.

Crítica de El Exorcista: ‘El exorcista’, de William Friedkin

‘El resplandor’ (‘The Shining’, 1980)

Dirección: Stanley Kubrick

Reparto: Jack Nicholson, Shelley Duvall, Danny Lloyd, Scatman Crothers, Barry Nelson, Philip Stone

Ese genio indiscutible llamado Stanley Kubrick dominó todos y cada uno de los géneros que abordó a lo largo de su carrera. No es de extrañar dado su excepcional talento que su incursión en el terror diese como resultado una obra maestra como lo es ‘El resplandor’. Una proeza técnica, formal y conceptual que te sumerge en los imposibles pasillos y habitaciones del hotel Overlook mientras te invita a perder la cabeza junto al desquiciado Jack Torrance en una pesadilla del más alto nivel.

Crítica en Espinof: Stanley Kubrick: ‘El resplandor’

‘Halloween’ (1978)

Dirección: John Carpenter

Reparto: Jamie Lee Curtis, Donald Pleasence, Nancy Loomis, P.J. Soles, Charles Cyphers, Kyle Richards

Rodando en unos 20 días y con una limitación de recursos más que obvia —tenían que recoger reutilizar hasta las hojas que aparecían en el suelo de la calle entre plano y plano—, el maestro John Howard Carpenter revolucionó el terror sentando cátedra y marcando un antes y un después en el subgénero del slasher con este clásico de culto imperecedero. Una mirada fantasmagórica sobre el mal más puro, encarnado en un gigantesco Michael Myers aferrado al imaginario popular desde hace cuarenta años.

Crítica en Espinof: John Carpenter: ‘Halloween’, el terror convertido en arte

‘La cosa’ (‘The Thing’, 1982)

Dirección: John Carpenter

Reparto: Kurt Russell, Wilford Brimley, Keith David, David Clennon, Richad Dysart, Donald Moffat

Aunque mi obra predilecta de John Carpenter sea la genial ‘En la boca del miedo’, he de reconocer que el master of horror tocó techo en 1982 con este remake de ‘El enigma de otro mundo’, que dirigió su idolatrado Howard Hawks en 1951. Con ‘La cosa’, el autor refinó hasta su punto álgido su sello personal, desatando el terror en medio de la Antártida en un ejercicio aterrador, con unos efectos visuales aún hoy fascinantes y con una representación del mal que, de nuevo, trasciende los límites de lo humano.

Crítica en Espinof: John Carpenter: ‘La cosa’, espeluznante y magistral

‘Psicosis’ (‘Psycho’, 1960)

Dirección: Alfred Hitchcock

Reparto: Anthony Perkins, Janet Leigh, John Gavin, Vera Miles, John McIntire

¿Qué podríamos esperar de alguien catalogado como el «maestro del suspense» si no una obra maestra como ‘Psicosis’? En ella, el bueno de «Hitch», ademas de sentar —discutiblemente— las bases del slasher, destrozó los nervios del público de principios de los sesenta con uno de los giros de guión más celebrados de la historia, ejecutado en una escena que continúa marcada a fuego en el imaginario colectivo por culpa de un cuchillo, una ducha y una malograda mujer.

Crítica en Espinof: Alfred Hitchcock: ‘Psicosis’, el terror

‘El fotógrafo del pánico’ (‘Peeping Tom’, 1960)

Dirección: Michael Powell

Reparto: Karlheinz Böhm, Moira Shearer, Anna Massey, Maxine Audley, Esmond Knight,

Si dudamos de que ‘Psicosis’ sea la «madre» del slasher es debido a que también en 1960 se estrenó ‘El fotógrafo del pánico’; un fascinante trabajo del siempre brillante Michael Powell que exploraba la psique del asesino en serie canónico mientras unía perversión, violencia y cine como pocas han conseguido hasta la fecha. Una suerte de grotesco estudio sobre el proceso creativo y la figura del autor tan atípico como sobresaliente.

‘La matanza de Texas’ (‘The Texas Chainsaw Massacre’, 1974)

Dirección: Tobe Hooper

Reparto: Marilyn Burns, Paul A. Partain, Edwin Neal, Jim Siedow, Allen Danziger, Gunnar Hansen

La más clara y fiel representación de la crudeza sin tregua que reinó en el terror durante los años setenta fue esta ópera prima valiente, salvaje y horripilante con la que Tobe Hooper marcó nuevos caminos que seguir en el género. Por encima de su eterno Cara de Cuero quedan los desgarradores gritos de la encantadora final girlinterpretada por Marilyn Burns y un estilo formal único, con una cámara casi documental y un acertado —y espectacular— uso del 16mm más sucio.

Crítica en Espinof: ‘La matanza de Texas’, inolvidable pesadilla en la América profunda

‘La semilla del diablo’ (‘Rosemary’s Baby’, 1968)

Dirección: Roman Polanski

Reparto: Mia Farrow, John Cassavetes, Ruth Gordon, Ralph Bellamy, Sydney Blackmer

Puede que la mejor palabra que puede usarse para definir ‘La semilla del diablo’ sea «pesadilla». Durante sus poco más de dos horas de duración, este clásico de Roman Polanski, hipnótico, inquietante y angustioso, se introduce en la mente de Rosemary Woodhouse para explorar sus miedos más terrenales surgidos tras su embarazo, mientras inunda el relato de una atmósfera malsana en la que se cuece algo que escapa a toda lógica y que sigue poniendo los pelos como escarpias hasta al cinéfago más aguerrido.

Crítica en Espinof: ‘La semilla del diablo’ de Roman Polanski: el horror no tiene forma

‘La profecía’ (‘The Omen’, 1976)

Dirección: Richard Donner

Reparto: Gregory Peck, Lee Remick, David Warner, Billie Whitelaw, Harvey Stephens, Leo McKern

La figura infantil siempre ha estado estrechamente ligada al cine de terror, pero pocas veces de forma tan icónica e imperecedera como en esta ‘La profecía’. Con una dirección sobresaliente del gran Richard Donner, una interpretación principal brillante de Gregory Peck y una de las mejores bandas sonoras del género firmada por Jerry Goldsmith —que se llevó el Oscar, además de una nominación a mejor canción por «Ave Satani»—, la historia de Damien merece un hueco destacado en el Olimpo del género.

Crítica en Espinof: Richard Donner: ‘La profecía’, una magistral pieza de terror

‘Al final de la escalera’ (‘The Changeling’, 1980)

Dirección: Peter Medak

Reparto: George C. Scott, Trish Van Devere, Melvyn Douglas, John Colicos, Jean Marsh, Barry Morse

Este clásico de culto de Peter Medak demuestra que, con inteligencia, buena maña en la dirección y un dominio absoluto de la creación de atmósferas, puedes conseguir que una pelota rebotando en unos escalones consiga helar la sangre del espectador. Magnífica y quintaesencial historia de fantasmas que abraza sin contemplaciones los clásicos del subgénero para dar forma a una cinta espeluznante, trágica e incluso emotiva.

‘Suspense’ (‘The Innocents’, 1961)

Dirección: Jack Clayton

Reparto: Deborah Kerr, Peter Wyngarde, Megs Jenkins, Pamela Franklin, Martin Stephens

Tomando como base la novela de Henry James «Otra vuelta de tuerca», adaptada al guión cinematográfico nada menos que por el mismísimo Truman Capote, ‘Suspense’ llevó el terror sobrenatural a un nuevo nivel. Más allá de su impecable narrativa visual y su expresionista —e impoluta— fotografía en blanco y negro, este clásico de Jack Clayton destacó por sus precisas y controvertidas lecturas sobre el aislamiento infantil y la represión sexual.

‘Scream. Vigila quien llama’ (‘Scream’, 1996)

Dirección: Wes Craven

Reparto: Neve Campbell, David Arquette, Courteney Cox, Matthew Lillard, Rose McGowan, Skeet Ulrich, Drew Barrymore

Cuando parecía que en el subgénero del slasher todo estaba escrito, apareció Wes Craven para revitalizarlo por completo en un ejercicio con vocación metacinematográfica que terminó trascendiendo como clásico de culto y como uno de los máximos representantes del terror de los 90. Puede que su segunda parte perfeccionase la fórmula, pero la ‘Scream’ original insufló nueva vida a los asesinos enmascarados con ganas de cazar unos cuantos adolescentes con un maravilloso extra de cinefilia entre sus fotogramas.

‘Pesadilla en Elm Street’ (‘A Nightmare on Elm Street’, 1984)

Dirección: Wes Craven

Reparto: Heather Langenkamp, Robert Englund, Johnny Depp, John Saxon, Lin Shaye, Joe Unger, Charles Fleischer

Es muy complicado pensar en personajes míticos del género y que el «bueno» de Freddy Krueger, interpretado por el entrañable Robert Englund, no aparezca entre los cinco primeros. Con ‘Pesadilla en Elm Street’, Wes Craven llevó el terror al mundo de los sueños en una película que mantiene tan intacta su brutalidad como fresco un poderoso imaginario que supuso la coronación definitiva del director como uno de los titanes del horror cinematográfico de todos los tiempos.

‘El proyecto de la bruja de Blair’ (‘The Blair Witch Project’, 1999)

Dirección: Daniel Myrick, Eduardo Sánchez

Reparto: Heather Donahue, Michael C. Williams, Joshua Leonard, Patricia DeCou, Sandra Sánchez

Si bien es cierto que antes de 1999 existieron grandes cintas que jugaron con el mockumentary en clave de terror como ‘Holocausto caníbal’ o la genial ‘Ocurrió cerca de su casa’, ‘El proyecto de la bruja de Blair’ —si excluimos a la televisiva ‘Alien Abduction’, estrenada un año antes— fue pionera en emplear el lenguaje del found-footage tal y como lo concebimos hoy día. Además de por ser un punto de inflexión; su juego con el fuera de campo, su espeluznante tramo final, su variedad en el uso de formatos y su innovadora campaña promocional la hacen una digna representante del género en esta lista.

‘Tiburón’ (‘Jaws’, 1975)

Dirección: Steven Spielberg

Reparto: Roy Scheider, Robert Shaw, Richard Dreyfuss, Lorraine Gary, Murray Hamilton

Poco queda por decir que no se haya comentado ya como esta obra maestra ya no sólo del género que nos ocupa, sino de la historia del cine. Una clase magistral de dirección y dominio del suspense que brilla tanto en su faceta de película de terror —concentrada en su primera mitad—, como en la de aventura marítima en la que deriva el relato una vez su trío de carismáticos protagonistas salen a la caza del monstruo que arrasa las playas de Amity.

Crítica en Espinof: Steven Spielberg: ‘Tiburón’, apoteosis de la aventura

‘Alien, el octavo pasajero’ (‘Alien’, 1979)

Dirección: Ridley Scott

Reparto: Sigourney Weaver, John Hurt, Veronica Cartwright, Harry Dean Stanton, Ian Holm

Concebida a través de una idea tan interesante como trasladar ‘Tiburón’ a bordo de una nave espacial, ‘Alien’ nació en 1979 para pasar a la historia como una de las películas más aterradoras de todos los tiempos. Y esto no fue únicamente debido al horripilante diseño del xenomorfo creado por H.R. Giger, sino por una dirección excepcional de Ridley Scott que nos regaló varias de las imágenes más impactantes del género y por un guión escrito por Dan O’Bannon que jugaba con el inconsciente del espectador abordando temáticas psico-sexuales de lo más incómodas.

Crítica en Espinof: Ridley Scott: ‘Alien, el octavo pasajero’, la obra maestra

‘La noche de los muertos vivientes’ (‘Night of the Living Dead’, 1968)

Dirección: George A. Romero

Reparto: Judith O’Dea, Duane Jones, Marilyn Eastman, Karl Hardman, Judith Ridley, Keith Wayne

Tomando como fuente de inspiración las criaturas vampíricas de la novela ‘Soy Leyenda’ de Richard Matheson, George A. Romero dio vida al que hoy conocemos como el zombi moderno; ese que caminaba lento e incansable únicamente movido por el hambre de carne humana y que transmitía su condición de muerto viviente a todo aquél que hincaba el diente. Con este clásico de ínfimo presupuesto, Romero influenció a incontables generaciones de cineastas, alimentando un mito que continúa muy presente en el séptimo arte —aunque a velocidades algo más altas—.

‘Nosferatu el vampiro’ (‘Nosferatu, eine Symphonie des Grauens’, 1922)

Dirección: F.W. Murnau

Reparto: Max Schreck, Alexander Granach, Gustav von Wangenheim, Greta Schröeder, GH Schnell

Esta fantástica adaptación libre del ‘Drácula’ de Bram Stoker es, a su vez, uno de los grandes hitos del expresionismo alemán. Terror, romanticismo e imágenes perennes que han trascendido al filme —quién no recuerda la sombra del cadavérico Max Schreck caracterizado como el conder Orlok subiendo las escaleras— en un diamante en bruto que sigue fascinando y con la que nacieron muchos de los elementos clave de la narrativa del género, aún vigentes.

Crítica en Espinof: Vampiros de verdad: ‘Nosferatu’

‘El gabinete del Dr. Caligari’ (‘Das Cabinet des Dr. Caligari’, 1920)

Dirección: Robert Wiene

Reparto: Werner Krauss, Conrad Veidt, Friedrich Feher, Lil Dagover, Rudolf Klein-Rogge

Otro gran ejemplo de cómo el expresionismo alemán supuso el germen del terror que ha trascendido hasta nuestros días es está joya dirigida por Robert Wiene en 1920. Un auténtico despliegue técnico y artístico en el que su impresionante factura y sus escenarios imposibles, fastuosos y pesadillescos, quedan ensombrecidos por un guión que culmina con un giro que, a día de hoy, sigue resultando sorprendente —y repitiéndose hasta la saciedad—. Una auténtica adelantada a su tiempo.

‘M, el vampiro de Düsseldorf’ (‘M’, 1931)

Dirección: Fritz Lang

Reparto: Peter Lorre, Otto Wernicke, Gustav Gründgens, Theo Lingen, Theodor Loos, Georg John

No podríamos hablar en condiciones de clásicos del expresionismo alemán sin hacer un alto en el camino para centrarnos en la figura de Fritz Lang y, más concretamente, en su aún hoy desasosegante ‘M’. Un relato que continúa manteniendo intacta su capacidad de impacto y que atesora un acercamiento de lo más peculiar a la figura del asesino protagonista, interpretado por un Peter Lorre espléndido que consigue aportar una humanidad inusitada a su personaje. Gloriosa.

Crítica en Espinof: ‘M, el vampiro de Düsseldorf’, el primer gran psycho-killer

‘Frankenstein’ (1931)

Dirección: James Whale

Reparto: Boris Karloff, Colin Clive, Mae Clarke, John Boles, Edward van Sloan, Dwight Frye,

De todas las aproximaciones que los más diversos cineastas han hecho sobre la novela original de Mary Shelley ‘Frankenstein o el moderno Prometeo’ destaca esta que James Whale firmó en 1931, siendo también, bajo mi punto de vista, la cinta más icónica de toda la serie de monstruos de Universal Pictures. Para el recuerdo queda la eterna caracterización de Boris Karloff como la criatura protagonista —más icónica incluso que el Drácula de Lugosi—; cara y ojos de una de las obras maestras de todos los tiempos.

Crítica en Espinof: ‘El doctor Frankenstein’ de James Whale

‘Suspiria’ (1977)

Dirección: Dario Argento

Reparto: Jessica Harper, Stefania Casini, Flavio Bucci, Udo Kier, Miguel Bosé

Dario Argento, uno de los máximos exponentes del giallo italiano, debía hacer acto de presencia en esta recopilación, y trabajos merecedores de hacerlo no es que faltasen —’El pájaro de las plumas de cristal’, ‘Rojo oscuro’, ‘Phenomena’…—. No obstante, he decidido decantarme por la soberbia ‘Suspiria’ para darle representación; un ejercicio de estilo único, hermoso a su manera y dirigido con una exquisitez muy poco habitual.

‘El más allá’ (‘L’aldila’, 1981)

Dirección: Lucio Fulci

Reparto: Catriona MacColl, David Warbeck, Cinzia Monreale, Antoine Saint-John, Veronica Lazar, Anthony Flees

Puede que su guión, sus diálogos y algunas interpretaciones no estén a la altura de algunas de las cintas que engrosan esta lista, pero ‘El más allá’ de Lucio Fulci es digna de compartir espacio con las grandes obras del género al encontrarse entre sus fotogramas la culminación de un estilo. Gore italiano de diseño que concentra todas las obsesiones del director en una hora y media de violencia estilizada y un surrealismo estremecedor, y que culmina con un tercer acto demencial.

La mosca’ (‘The Fly’, 1986)

Dirección: David Cronenberg

Reparto: Jeff Goldblum, Geena Davis, John Getz, Joy Boushel, Leslie Carlson

Una nueva muestra de que los remakes pueden regalarnos obras memorables es esta catedral del body-horror rubricada por el maestro David Cronenberg. Bien podríamos haber añadido en su lugar otros hitos del realizador como ‘Videodrome’ o ‘Cromosoma 3’, pero la malsana transformación del enorme Jeff Goldblum y la cruel y devastadora lectura que ofrece el filme sobre la enfermedad, el envejecimiento y el deterioro a los que todos estamos condenados sin excepción, sitúan a ‘La mosca’ en lo alto del podio.

Crítica en Espinof: ‘La mosca’, de David Cronenberg

‘Posesión infernal’ (‘Evil Dead’, 1981)

Dirección: Sam Raimi

Reparto: Bruce Campbell, Ellen Sandweiss, Betsy Baker, Richard DeManincor, Theresa Tilly, Scott Spiegel

Esta pequeña película, autofinanciada y construida utilizando únicamente como materiales talento, dedicación y pasión por el medio, pese a sus carencias, consiguió pasar a la historia del cine para ser recordada como una de las mejores películas de terror de todos los tiempos. Y no sólo eso, creó un mito encarnado en su momento por un Bruce Campbell al que aún le quedaban unos cuantos años de maduración, y que sigue tan vigente como en el primer día. Un debut intachable y poseedor de un estilo propio inconfundible.

‘Las diabólicas’ (‘Les diaboliques’, 1955)

Dirección: H.G. Clouzot

Reparto: Simone Signoret, Véra Clouzot, Paul Meurisse, Charles Vanel, Jean Brochard

Al igual que cintas como ‘Psicosis’, ‘Las diabólicas’ circula por esa estrecha línea que conforma la frontera entre el thriller y el terror. Pero esto no es lo único que hermana a este magnífico trabajo con la obra del maestro del suspense; ya que tanto en niveles de dirección como, sobre todo, en la construcción de su magnífico e intrigante guión, la obra dirigida por H.G. Clouzot bien podría pasar por una de los mejores piezas de Alfred Hitchcock, y eso sólo puede ser sinónimo de excelencia.

‘Onibaba’ (1964)

Dirección: Kaneto Shindô

Reparto: Nobuko Otowa, Jitsuko Yoshimura, Kei Satô, Jukichi Uno, Taiji Tonoyama, Kentarô Kaji

La primera toma de contacto con ‘Onibaba’ te cautiva con su maravilloso tratamiento formal, con una espectacular fotografía en blanco y negro y un trabajo de cámara en el que encuadres y movimientos se mueven por los terrenos de esa poesía visual nipona que se suele asociar a los cineastas de mayor renombre del país. Pero lejos de ser un hermoso envoltorio vacío, dentro de todo esto yace un terror simple y primitivo, condensado en esa oscuridad mundana y terrenal que alberga el ser humano en su interior.

‘Los ojos sin rostro’ (‘Les yeux sans visage’, 1960)

Dirección: Georges Franju

Reparto: Pierre Brasseur, Alida Valli, Juliette Mayniel, Edith Scob, François Guérin

Con su segundo largometraje tras ‘La cabeza contra la pared’, el cineasta galo Georges Franju dio forma a una brillante deconstrucción del arquetípico científico loco en un filme impulsado por una grotesca voluntad casi poética y por unos ambientes tan irrespirables como cautivadores. El crimen impulsado por la culpabilidad y el amor paternal es el eje central de una obra maestra cuya iconografía permanece intacta y lejos de caducar.

‘[•REC]’ (2007)

Dirección: Jauma Balagueró, Paco Plaza

Reparto: Manuela Velasco, Ferrán Terraza, Jorge Serrano, Pablo Rosso, David Vert

Recuerdo ver ‘[•REC]’ por primera vez, hace ya once años —cómo pasa el tiempo—, durante el Festival de Sitges en un pase abarrotado de público. Los gritos generalizados, las risas nerviosas, los aplausos y los momentos en los que ni uno solo de los presentes era capaz de respirar por culpa de una tensión que se cortaba con un cuchillo fueron suficientes señales de que, en efecto, estábamos presenciando algo nunca visto, único y de una intensidad asombrosa. Plaza y Balagueró haciendo historia en el terror en un piso de la Rambla Catalunya de Barcelona. Ni más, ni menos.

Crítica en Espinof: ‘[Rec]’, grabaos la lección

‘Babadook’ (‘The Babadook’, 2014)

Dirección: Jennifer Kent

Reparto: Essie Davis, Noah Wiseman, Daniel Henshall, Hayley McElhinney, Barbara West

Una de las grandes sorpresas que nos ha dado el cine de terror durante los últimos años es esta genialidad australiana dirigida por Jennifer Kent y protagonizada por una Essie Davis descomunal en su papel de madre atormentada. Un estudio sobre el significado del duelo tras la pérdida de un ser querido en clave de terror en el que la exploración de la psique de su protagonista es tan crucial como la representación de sus demonios proyectados en un monstruo que profesa amor por el terror silente de principios del siglo pasado.

Crítica en Espinof: ‘Babadook’, el terrorífico monstruo que todos tenemos dentro

‘The Descent’ (2005)

Dirección: Neil Marshall

Reparto: Shauna Macdonald, Natalie Jackson Mendoza, Alex Reid, Saskia Mulder

El realizador británico Neil Marshall ha terminado convirtiéndose en uno de esos artesanos a los que llamar cuando tienes una producción ambiciosa con muy poco presupuesto. Con cuatro duros, el bueno de Neil te rueda la batalla de Aguasnegras de ‘Juego de Tronos’ o te introduce de lleno en una cueva con un grupo de espeleólogas en una de las cintas más claustrofóbicas y terroríficas que nos ha dado el siglo XXI. Unos personajes brillantes, un terror brutal y a flor de piel y un mid point que transforma el filme en un auténtico y divertidísimo infierno.

’28 días después’ (’28 Days Later’, 2002)

Dirección: Danny Boyle

Reparto: Cillian Murphy, Naomie Harris, Megan Burns, Brendan Gleeson, Christopher Eccleston

Aunque exista algún que otro precedente, fue Danny Boyle, junto a un Alex Garland confinado a la sala de escritura antes de arrasar con ‘Ex-Machina’ y ‘Aniquilación’, quien puso de moda a los zombis rápidos infectados con su espectacular ’28 días después’. Una joya del subgénero que hibridó el uso de vídeo y 35mm, jugando además con las velocidades de obturación para darle un look único a la película que enriqueció la brutalidad y caos asociados a su descarnada violencia.

‘Martyrs’ (2008)

Dirección: Pascal Laugier

Reparto: Mylène Jampanoï, Morjana Alaoui, Catherine Bégin, Robert Toupin, Patricia Tulasne

Puede que la máxima representante de la ola de terror extremo francés iniciada a principios de siglo conocida como «Nouvelle Horreur Vague» sea la fantástica ‘A l’interieur’ de Alexandre Bustillo y Julien Maury, pero mis gustos personales me invitan a dar representación a esta corriente gala con la brutal ‘Martyrs’ de Pascal Laugier. Una de las últimas «películas con ambulancia en la puerta» que recuerdo haber visto en el Festival de Sitges, de una violencia demencial y con un final que no sabría etiquetar como genial o como estúpido, pero que no deja indiferente.

‘Déjame entrar’ (‘Låt den rätte komma in’, 2008)

Dirección: Tomas Alfredson

Reparto: Kåre Hedebrant, Lina Leandersson, Per Ragnar, Henrik Dahl, Karin Bergquist

El cine de terror confluye excepcionalmente con el cine de autor de esencia nórdica en esta adaptación de la novela de John Ajvide Lindqvist —también guionista del filme— celebrada en medio mundo por su maravillosa factura técnica, su trabajo de cámara y fotografía —impresionante su uso de la profundidad de campo— y, sobre todo, por la encantadora y violenta relación de amistad, de un romanticismo clásico, entre el pequeño Oskar y la siniestra Eli.

Crítica en Espinof: ‘Déjame entrar’, poesía en clave vampírica

‘The Lords of Salem’ (2012)

Dirección: Rob Zombie

Reparto: Sheri Moon Zombie, Christopher Knight, Dee Wallace, Clint Howard, Udo Kier

La primera vez que vi ‘The Lords of Salem’, en el marco del Festival de Sitges, salí de la proyección profundamente decepcionado. Tras dejarla reposar una temporada, le di una segunda oportunidad para terminar arrodillado ante el ejercicio de atmósfera, surrealismo, blasfemia y horror que creó Rob Zombie en 2012. Un auténtico mal viaje alucinógeno que arrastra al extremo en términos visuales y conceptuales la esencia de ‘La semilla del diablo’ de Roman Polanski. Oro puro al que enfrentarse con la mente bien abierta y dispuesta.

‘La bruja’ (‘The Witch’, 2015)

Dirección: Robert Eggers

Reparto: Robert Eggers

A golpe de clasicismo, sobriedad y unas habilidades en la dirección inusitadas para un debutante, Robert Eggers nos regaló una de las mejores películas de terror de la década. Con un ritmo lento y una atmósfera asfixiante, el realizador va cocinando una historia de esencia folclórica en la que el horror, al igual que el mal, deambula por los bosques de Nueva Inglaterra, acechando, desquiciándote, y esperando para culminar en un tercer acto capaz de desencajar mandíbulas.

Crítica en Espinof: ‘La bruja’, aterradora proeza

‘Hereditary’ (2018)

Dirección: Ari Aster

Reparto: Ari Aster

El último gran largometraje de terror estrenado hasta la fecha es, a su vez, uno de los mejores de todos los tiempos. Después de su segundo visionado he podido comprobar que las sensaciones que me transmitió la primera vez no fueron tan sólo fruto del entusiasmo: ‘Hereditary’ es una auténtica maravilla, compleja, sofisticada, inteligentísima y, lo que es más importante, terrorífica. Mención especial para una Toni Collette que corona una obra que marca un antes y un después en la historia del género y que aún no he conseguido disipar lo más mínimo de mi mente.

Crítica en Espinof: ‘Hereditary’: TERROR en mayúsculas que marca un antes y un después en la historia del género

Podríamos pasar horas y horas recopilando los mejores largometrajes que han engrosado la historia de nuestro amado género, pero he tenido que decantarme por los que, creo, son sus mejores representantes. Dicho esto, os invito a que compartáis con nosotros cuáles creéis que son las mejores películas de terror de la historia; porque todos los buenos malos ratos que podamos pasar delante de una pantalla de cine, son pocos.

En Espinof | Las 17 mejores películas de zombies de todos los tiempos

En Espinof | 27 películas de terror imprescindibles en lo que llevamos de siglo XXI

Cómo saludar a tus vecinos sin hacerles creer que eres un asesino

https://www.elmundotoday.com/2018/10/como-saludar-a-tus-vecinos-sin-hacerles-creer-que-eres-un-asesino/

Tener una buena relación con los vecinos de tu edificio es muy importante para la convivencia, pero en ocasiones ser demasiado amable puede despertar sospechas. Para evitar este problema, nuestros expertos de Idealista nos enseñan cómo saludar a los vecinos sin hacerles creer que somos unos asesinos “que siempre saludaban”.

Abre mucho los ojos y míralos fijamente cuando coincidas con ellos en el ascensor para que entiendan que no escondes nada. Cuanto más acerques tu cara a la de tus vecinos, más transparencia estarás demostrando. Detén el ascensor pulsando el botón de emergencia para demostrarles que no te incomoda quedarte encerrado con ellos en un espacio tan pequeño porque simplemente no tienes nada que esconder.

Es importante repetirles que no eres un asesino cada vez que los saludes. Se han registrado muchos casos de asesinos que siempre saludaban, pero si tú no quieres dejar de hacerlo porque la convivencia es muy importante para ti, lo mejor es que les repitas constantemente a tus vecinos que tú no eres ningún asesino. Como la mayoría de la gente de tu edificio ya es bastante mayor, es importante que les grites lo máximo posible para que entiendan tu mensaje con claridad.

Evita las manchas de sangre en tu ropa siempre que sea posible. Si sigues saludando a tus vecinos con la ropa goteando sangre, por mucho que no tengas nada que esconder algunos de ellos pueden comenzar a mirarte con recelo. Nuestro consejo es que evites este tipo de manchas, pero si ves que no puedes porque no sabes usar la lavadora, lo que te recomendamos es que, cuando veas a tus vecinos, empieces a autolesionarte hasta hacerte sangre delante de ellos, de esta forma sabrán que la sangre es tuya.

Después de saludarlos tres veces intenta insultarlos gravemente para no levantar sospechas. Si te muestras demasiado amable enseguida empezarán a tenerte miedo, así que lo que tienes que hacer es insultarlos de vez en cuando. Cuanto más graves sean tus descalificaciones hacia ellos, más les estarás demostrando tu honestidad. Si ves que no reaccionan positivamente a tus insultos, lo mejor que puedes hacer es amenazarlos; ningún asesino amenazaría a nadie delante de testigos.

Háblales constantemente de asesinatos para que sepan que es algo que condenas firmemente. Enséñales recortes de periódico con los crímenes más violentos y crueles que encuentres en la prensa. Ínstales a que lean la noticia entera delante de ti, no los dejes salir del edificio hasta que la terminen. Después explícales las razones por las que crees que asesinar está mal y aleja de ellos de una vez por todas la idea de que estás loco y de que eres peligroso.

Acusa a otro vecino de ser un asesino. Para alejar de ti el foco de la sospecha, lo más efectivo es posarla sobre una tercera persona. Inicia un rumor sobre el pasado de ese vecino solitario que le haga parecer un asesino. Entra en su casa y deja pruebas falsas que lo sitúen en alguna escena de un crimen sin resolver. Como nadie pensará que hay dos asesinos en el mismo edificio, cuando lo metan en la cárcel podrás saludar a tus vecinos con total tranquilidad.

Hazles entender lo fácil que te habría sido matarlos sin que nadie se diera cuenta. Cuando veas que te miran con recelo porque los demás consejos, por lo que sea, no han funcionado, es el momento de agarrar a tu vecino por el hombro y explicarle detalladamente lo fácil que te habría sido matarlo el pasado miércoles por la noche, cuando se quedó dormido con la tele a todo volumen. Dile exactamente cómo lo habrías matado para que entienda que sigue vivo porque tú no eres ningún asesino. Muéstrale tu plan de 20 páginas para matarlo que no piensas utilizar, solo así será consciente de lo buena persona que eres.

Así es el filo de un papel bajo el microscopio electrónico: la razón por la que los cortes con las hojas y los folios duelen tanto

https://www.xataka.com/medicina-y-salud/dolor-pequenas-cosas-razon-que-molestan-cortes-hojas-papel-sola-imagen

Ayer me rebané un dedo con un cuchillo de pan. Sin querer, debo añadir. Y no, no fue un análisis de cuchillos que se me fue de las manos: fue un accidente. Aunque debo decir que, pese a que las ‘primeras impresiones’ no fueron buenas, el cuchillo cortaba bien: no sé si le daría diez estrellas, pero sí sé que a mí me dieron cuatro puntos.

Por eso, cuando esta mañana, he visto gente hablando sobre por qué dolía tanto un cortecillo con una hoja de papel, lo he visto como una señal. Os mentiría si os dijera que no se me ha pasado por la cabeza la idea de hacerme un corte con un folio para comparar con conocimiento de causa, pero al final ha imperado la cordura y me he puesto a bucear por internet. ¿Por qué duele tanto el corte de un papel?

Una pregunta poco estudiada

Forest Simon 1223857 Unsplash

Basta que vosotros mismos hagáis la búsqueda en la red para que comprobéis que sobre el tema se ha escrito mucho, pero se ha investigado muy poco. Fundamentalmente porque no hay comité de ética que apruebe eso de torturar sujetos de investigación sólo para satisfacer una curiosidad tan turbia como inútil (por muy recurrente que sea). Por lo que respecta a la ciencia contemporánea, el sadismo solo tiene espacio en los laboratorios de sexología.

Y claro, a falta de buenas investigaciones, lo que nos quedan son las hipótesis. Y hay muchas, pero las relacionadas con la anatomía son las más populares. ¿Duele igual un corte en la yema de los dedos que un corte igual (idéntico, clónico) en el brazo o la pantorrilla? Sé, que el dolor es una de las cosas más personales, intransferibles y subjetivas que existen, pero concedamos el experimento mental.

E independientemente del resultado, la lógica anatómica nos dice que no. Las zonas donde nos solemos contar con el papel no solo están fuertemente enervadas, sino que están llenas de nociceptores, los receptores de los estímulos negativos. Es decir, los encargados de traducir el daño o la irritación de los tejidos en dolor.

Tiene sentido, aunque como víctima de un ataque autoinfligido con un cuchillo en la mano, no acabo de ver esto como la diferencia esencial. Sí puedo admitir la idea de que, como los cortes con papel no suelen sangrar, el proceso de curación (mediante la coagulación) sea más aparatoso y complejo. Pero eso es, en todo caso, una explicación al motivo de que tarde más en curarse, no de que duela más.

Papel… de lija

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Hmmm… La explicación que más me convence es que, aunque no lo parezca con sus líneas rectas, blancas y nítidas, el papel es muy rugoso a nivel microscópico. A diferencia del afilado cuchillo de metal el papel actúa en la herida como si de una lija se tratase y eso, claro está, es mucho más abrasivo para las células y las terminaciones nerviosas.

La imagen de ahí arriba es habla por sí sola: el filo de un papel bajo el microscopio electrónico. Con esa imagen en la mente, el corte del papel parece, de repente, una cosa realmente terrible. Además, según parece, el papel también deja pequeñas fibras y residuos químicos que favorecen una irritación de la herida mucho mayor. No lo llames ‘papel’, llámalo ‘ser una maldita fiesta para los nociceptores‘. Una fiesta que, por lo visto, sí que es muy dolorosa.

Imagen | PSU

El negocio de la violencia de género

Los datos son de Andalucía y los explican perfectamente aquí.
Twitter

El Instituto Andaluz de la Mujer, a partir de ahora IAM, contaba con 42.926.773€ presupuestados, que venían de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales.

De los cuales se destinan a subvencionar la ayuda y atención a víctimas de Viogen: 1.205.766€, un 2.8%

Destripamos el Instituto Andaluz de la Mujer

Vayamos al grano: vamos a analizar con datos oficiales el presupuesto del Instituto Andaluz de la Mujer, y vamos a ver si ese dinero realmente se está gastando en proteger a las mujeres o si el chiringuito sólo vale para que unas pocas vivan del cuento.

La fuente es 100% pública y oficial, sólo hemos cogido datos oficiales de la propia página web de la Junta de Andalucía, como se puede comprobar en los enlaces.

¿Cuántas asociaciones feministas hay en Andalucía?

Según documentos oficiales del Instituto de la Mujer de la Junta de Andalucía, en la región hay:

  • Más de 2.200 asociaciones feministas (documento)
  • Unas 55 federaciones feministas (documento)

¿Y cuánto dinero cobran?

Las asociaciones se adscriben o no a las subvenciones que oferta la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales, de todas formas eso lo dejaremos para el Plan de Igualdad que es donde estará la mayoría de subvenciones. En este artículo vamos a analizar el presupuesto del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) del año 2018:

El IAM contaba con 43 millones de euros (42.926.773€) presupuestados, que venían de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales, de los cuales:

  • Para salarios se iban 9,5 millones (9.544.054€), el 22% del total.
  • Y para gastos corrientes se gastaron 12,2 millones (12.219.239€), el 28% del total.
  • Nota: los gastos corrientes son el alquiler de las oficinas, la luz y el agua, mantenimiento, limpieza, seguridad, todo lo que se necesita para trabajar en un puesto…

¿Os estáis dando cuenta? Ya llevamos el 50% del presupuesto y aún no han hecho absolutamente nada (aparte de gastar billetes y meter gente a cobrar del herario público, claro).

Bien, veamos qué pasa con el resto del dinero:

  • En “inversiones reales”, que es lo que aumenta su patrimonio, se fue casi un millón de euros (926.977€), el 2% del total.
  • Nos faltan por justificar 20.236.503€, que son las llamadas “transferencias de capital”. El desglose de los capítulos presupuestarios lo tenéis en este documento, en la página 14.

A partir de ahora iremos al área detallada del presupuesto, al que podemos acceder desde este documento, página 383:

  • En el apartado salarios, que es la primera parte del presupuesto, aparece un único alto cargo. Entendemos que es su Directora, Elena Ruiz Ángel, con un salario nada despreciable de 59.028€ en 2018, 4.919€ al mes.
  • Al parecer cuenta con 40 empleados funcionarios y 15 públicos en sus “servicios centrales”. Sumándolos a la directora de los 5.000€ al mes, hace un total de 56 empleados.
  • El peor sueldo es el de personal no funcionario, a 7.441,5€ anuales. Lo tienen 4 personas y son los “SALARIOS GRUPO V”.
  • Pero ojo, no os dejéis engañar porque todos ellos tienen muchos complementos, que detallamos:
    • Antigüedad: sólo por este concepto costaron los 15 empleados públicos 68.256€ (esto, obviamente, subirá en 2019).
    • Complemento de Categoría, Puesto de Trabajo, Convenio y Otros Complementos: todos estos complementos de esos 15 empleados públicos costaron 273.519€.
    • Además, hubo “sustitutos”.
    • Más: los funcionarios disfrutaron de interinos por “acumulación de tareas”.
    • ¿Ya está? No, también hay por productividad, gratificaciones y horas extraordinarias.
  • Los salarios que hemos dicho son los que recibe el empleado (hay que descontar un 8% aproximadamente para el salario líquido a percibir, y el IRPF si aplica), puesto que es en el siguiente punto (artículo 16) donde están las cuotas a la Seguridad Social y otros gastos sociales…
    • Empezamos con un dato curioso: gastaron 3.017€ en prensa, revistas y libros.
    • Otros 2.850 € en “VESTUARIO”. Al parecer, alguna se fue de compras con el dinero de todos.
    • Además, aunque tienen su parte para dietas de transporte, hay 4.275€ con concepto “combustible” así que, o gastan más gas/butano para calefacción que agua, o le estamos pagando la gasolina a algún todoterreno antiguo (ya que sobrepasa el triple del gasto medio por habitante en España en consumo de combustible).
    • Hay “OTROS SUMINISTROS” por 12.000€. Ahí estarán los cafés…
    • Hay un concepto en los gastos corrientes llamado “OTROS” de 2.448.914€ y un “SERVICIOS ASISTENCIALES” con 6.953.885€. Esto nos crea un agujero de 9.402.799€ que no sabemos para qué son, justificándose sólo 2.816.440€ de más de 12,2 millones de presupuesto.

Por cierto, estos datos son de los “SERVICIOS CENTRALES”, entendemos que se refiere a la sede, en la calle Doña María Coronel número 6 de Sevilla.

Por si al mirar no contáis el total de las sumas, por ejemplo, en salarios, es porque tienen otro apartado “DELEGACIONES PROVINCIALES”.

De los 20 millones de transferencias de capital:

  • 1,6 millones van a las universidades andaluzas para “ACTUACIONES EN MATERIA DE GENERO”.
  • 8,5 millones van a ayuntamientos para “CENTROS DE INFORMACION MUNICIPALES”.
  • 90.000€ van al Ayuntamiento de Sevilla para “ATENCION GENERAL”.
  • A familias e instituciones sin fines de lucro van:
    • 3 millones para “POTENCIACION ASOCIACIONISMO DE MUJERES”.
    • 400.000€ para “PROGRAMAS DE ATENCION SOCIAL A LAS MUJERES”.
    • 300.000€ para “AYUDAS ECONÓMICAS A MUJERES VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO”.
    • 200.000€ para “ATENCION INTEGRAL A MUJERES INMIGRANTES”.
    • 700.000€ para “ATENCION A LA PROSTITUCION Y TRAFICO SEXUAL”.
    • 140.000€ a U.G.T. y a CC.OO. para “DEFENSA LEGAL EN MATERIA DE IGUALDAD ENTRE MUJERES Y HOMBRES”.
    • Otros 200.000€ por el mismo motivo sin identificar…
    • 39.468€ para “ACTUACIONES DE FORMACION”.
    • 900.000€ sin detallar a quién ni a qué va ese cerca de millón de euros (aplic 484)
  • En el apartado inversiones reales hay un concepto “APLICACIONES INFORMATICAS” con 570.753€, será que no actualizaron a Windows 10 cuando era gratis.
  • Seguimos como hemos dicho antes con las “DELEGACIONES PROVINCIALES/TERRITORIALES”:
    • A los 56 empleados de los “SERVICIOS CENTRALES” se les suman otros 121 que nos salen por 6.063.466€. A tan solo 50.111,29€ de media cada empleado del IAM en las “DELEGACIONES PROVINCIALES”.
    • Aquí desaparece el concepto de “COMBUSTIBLE”, lo cual confirma que le estamos pagando la gasolina a algún 4×4 de los antiguos.
    • El concepto “VESTUARIO” pasa a 5.200€. ¿Acaso hay vestido oficial en el IAM?
    • ¿Os acordáis de los 9.402.799€ que no sabíamos para qué eran porque ponía “OTROS” y “SERVICIOS ASISTENCIALES”? Pues en las delegaciones bajan a 249.204€ en total ambos conceptos.
  • En el siguiente apartado encontramos “OTROS SERVICIOS Y CENTROS” que tiene poco que aportar. Aunque vuelven el combustible y el vestuario con 2.850€ cada uno.
  • Subvenciones cofinanciadas con el fondo social europeo por valor de 3.267.660€.
  • Y lo mejor para el final… Transferencias de capital a familias e instituciones sin fines de lucro para:
    • 360.000€ en “AYUDAS ECONÓMICAS A MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GENERO”.
    • 190.000€ en “ATENCION PSICOLOGICA A VICTIMAS DE LA VIOLENCIA”.
    • 101.981€ en “ATENCION INTEGRAL A MUJERES VICTIMAS DE VIOLENCIA DE GENERO”.
    • 253.785€ en “ATENCION ESPECIALIZADA A MENORES EXPUESTOS A LA VIOLENCIA DE GENERO”.

Total del dinero destinado a subvencionar la ayuda y atención a víctimas de Viogen: 1.205.766€.

Un 2,8% del presupuesto del IAM siendo generosos, es decir, sumando los 253.785€ de “ATENCION ESPECIALIZADA A MENORES EXPUESTOS A LA VIOLENCIA DE GENERO”.

La realidad es que tan solo destina el 2,2% del presupuesto, es decir, 951.981€ a ayudar y atender a mujeres víctimas de violencia de género. Eso suponiendo que el 100% se use para ello.

¿Y dónde están los medios de comunicación para denunciar esto? Están ocupados fabricando falsos reportajes sobre acoso callejero.

¿Y el resto de instituciones y asociaciones?

Si os habéis alarmado con el chiringuito de los 43 millones de euros de presupuesto para el Instituto Andaluz de la Mujer, de los cuales sólo el 2.2% es destinado a ayudar a las víctimas, os decimos que eso no es casi nada.

Si fuéramos a comprobar las subvenciones que reciben las asociaciones feministas y otros entes, seguramente podríamos encontrarlas en el I Plan de Igualdad en Andalucía, o en el Plan de Igualdad del Gobierno. ¿Cuánto dinero han costado estos planes?

  • El I Plan de Igualdad en Andalucía nos costó la friolera de 2.978 millones, 69 veces más que el presupuesto del IAM. Al ser un plan de 4 años, dividiendo nos salen 744,5 millones de euros al año.
  • El Plan de Igualdad del Gobierno tiene una dotación de 3.127 millones de euros. 1.042,3 millones al año. Y todavía puede ser peor: esa Igualdad™ que promueve el gobierno ni siquiera incluye igualar el permiso por paternidad.

Será que todos somos iguales, pero unos son más iguales que otros.

Algunos comentarios…(educación e inserción laboral)

…extraídos de un foro:

«Bio-lo que sea (biologia, bioquimica, biotecnologia, ciencias de la salud, ciencias medicas, lo que hayan inventado las facultades este mes) es paro seguro y pelearse con otros trescientos licenciados por una plaza de profesor de instituto. Las unicas bio-carreras con salidas son medicina/enfermeria, bioinformatica (que es informatica y donde trabajan de informaticos) y bioestadistica (que es estadistica y donde trabajan como estadisticos); de cualquier otra cosa es mejor huir cuanto antes.

Mi mujer ha sido investigadora en biologia y aunque es atea da gracias todos los dias a lo que sea que habita en el cielo por haber estudiado medicina primero y tener una profesion que le de de comer. El destino de sus companneros de laboratorio ha sido muy triste, y por lo que me cuenta el perfil habitual es licenciatura – doctorado – postdocs varios – paro y darse cuenta de que has tirado tu carrera a la basura a los 35 annos que ya no te contrata ninguna universidad y no encuentras trabajo de ningun tipo salvo reponer en el supermercado. Y estoy hablando de Suiza, Alemania y Estados Unidos, los paises punteros en investigacion e industria farmaceutica. Vuelvo a repetir, ni con un palo.»

Un artículo traducido en Google sobre la situación de los graduados en carreras de la salud y la estafa que hay en ello a nivel sobre todo universitario:

https://www.bio-falle.info/

«¿La ciencia de la vida es una fascinación para ti? ¿Entender la naturaleza, el mundo y el cuerpo humano te inspira cada día, desde la escuela? ¿También aprendes el ciclo del citrato de memoria y te pasas horas en el laboratorio? Eso lo puedo entender bien.

Solo hay un pequeño problema. Si usted es uno de los actualmente más de 52,000 estudiantes ( fuente ) en estudios biológicos, entonces probablemente no solo satisfaga su necesidad de adquirir conocimiento, sino que también espere que pueda ganarse la vida con la monotonía una vez.

Si abandonas la universidad a principios de 20 (BSc), medio / final 20 (Dr.) o medio / final 30 (último contrato postdoctoral), entonces el viento de la realidad te sopla frío: el alquiler y las facturas quieren ser pagadas, una Las pensiones deben ser financiadas. Ya no puede esperar que el estado y sus padres financien la búsqueda de su pasatiempo científico.

El objetivo, con su calificación como biólogo para encontrar una posición permanente y socialmente asegurada para la cual se requieren sus años de estudio, no es fácil de lograr para usted, dependiendo de las calificaciones personales no es fácil ni prácticamente imposible . Muchos de los miembros de su clase tendrán que lidiar con contratos temporales, mal pagados, trabajos poco atractivos o estar desempleados en el sentido de que sus estudios no son necesarios o incluso propicios para su trabajo. No pocos son en realidad desempleados.

Para advertirle contra este destino difícil y para ahorrarle, esa es la preocupación de este artículo. El autor es un doctorado en ciencias biológicas y ha estado trabajando durante años en una posición líder en la industria.

Para su sincero arrepentimiento, muchos antiguos compañeros de estudios han aterrizado mucho menos suavemente. En lugar de una silla bien acolchada en la oficina individual, sienten la dura banca en el área de espera de la agencia de empleo, o la incertidumbre de si el contrato posterior a la doctora se extenderá nuevamente por 6 meses.

Le molesta profundamente que cada año, las universidades y los profesores informen mal a las masas de graduados de secundaria y les atraigan a una calificación que los priva de toda su vida profesional, mientras que la economía carece de profesionales con otras calificaciones y de las familias jóvenes de la sociedad.

La razón de la miseria.

Las perspectivas de empleo han sido malas durante décadas, pero los graduados de la escuela secundaria aún están siendo engañados por profesores, asesores de cursos, periodistas confiados y asociaciones que estudian biología. Al haberse sabido durante mucho tiempo que los biólogos son los científicos menos buscados, las universidades se han movido para disfrazar el estudio biológico lixiviado con túnicas nuevas.

Muchos graduados de secundaria e incluso los más simples entre los estudiantes creen que estudiar medicina molecular, por ejemplo, es un poco diferente de estudiar biología, aunque el 95% del contenido se superpone y los métodos utilizados en la investigación son idénticos. Hace veinte años, era bioquímica, luego biotecnología y ahora biomedicina y medicina molecular. Será interesante ver qué nueva cerda se conduce a través del pueblo en los próximos años. Si muchos profesores alemanes no pueden presentar resultados de investigación innovadores, al menos deben ser admirados por su creatividad semántica.

Galería / ampel5
El camino de la capacitación desde graduados de secundaria hasta doctorado en biociencia es extremadamente largo. A menudo, la licenciatura y la maestría no se pueden adquirir en el período estándar de estudio (5 años); además, el grado de doctorado toma al menos 3.5, pero cada vez más 4-5 años. Con el inevitable tiempo de inactividad entre los períodos de estudio, puede alcanzar rápidamente de 10 a 12 años desde la escuela secundaria hasta la entrada en la profesión, mientras que los graduados de otras materias o después de una formación profesional después de tres años ya pueden ganar dinero.

Los programas de estudio orgánico todavía están muy saturados. Actualmente hay casi 50,000 estudiantes. Todos en la industria (incluidos los profesores) saben que no hay trabajos profesionales para tanta gente.

Los efectos

Los estudiantes están atrapados en un círculo vicioso: para diferenciarse de las masas de los demás, continúan calificando. Después de completar una licenciatura en otros países, casi todos eligen el título de maestría, seguido del doctorado, porque, según la propaganda de los profesores, es la mejor manera de obtener un trabajo bien pagado. Los profesores tratan cada vez más de convencer a los graduados de que un postdoctorado aumentará la posibilidad de empleo, a pesar de que el doctorado ya certifica la capacidad para realizar trabajos científicos independientes.

La consecuencia es que muchos graduados no se involucran en el mercado laboral hasta después de años de calificación. En los foros de Internet, se lee entonces: «Desafortunadamente, solo después de que el maestro / la graduación / el postdoctorado estén preocupados por las perspectivas de trabajo y noten ahora qué tan mal se ve».















Prácticamente no hay interés en cambiar la situación. A los graduados de secundaria, por conveniencia, les gusta pensar que luego se les pagará para que trabajen en su materia favorita de la escuela. Se ocupan de cuestiones tales como qué programa de grado tiene la menor cantidad de química o física en el primer semestre, pero no se preocupan por sus 40 años de trabajo después de la graduación. Los profesores y las universidades reciben fondos para cada estudiante inscrito. Los políticos locales se refieren a ofertas de estudios supuestamente seminales en su región. Los empleadores y sus asociaciones están complacidos de poder elegir entre una gran cantidad de solicitudes para cada trabajo.

En la pista, los graduados se quedan después de la fase de calificación. No están organizados, y es comprensible que ninguno de ellos esté interesado en los brotes públicos como desertores biográficos ocupacionales y en reducir aún más sus pocas posibilidades de ofertas de trabajo.



Las preguntas frecuentes de los graduados de secundaria y graduados se responderán a continuación en el estilo de Preguntas frecuentes. Más información en la página principal , hay por lo perspectivas de trabajo , planificación de carreras , salidas y Sobre .


Para muchos, eso significa al final que la fase de calificación de 10 a 12 años no puede usarse en términos biográficos ocupacionales. Al mismo tiempo, son 10-12 años mayores, pueden o pueden tener una familia o una sociedad permanente. Ya no están disponibles para ellos muchas formas que estaban abiertas para ellos como graduados de la escuela secundaria (formación profesional, estudio de otra materia, año en el extranjero, pasantías para orientación). Los recursos (Bafög, apoyo financiero familiar) y el tiempo se agotan. No pueden continuar con su trabajo, pero no pueden simplemente regresar a Los como un juego de mesa. En otras palabras, están atrapados en la bio-trampa.

Incluso el autor, que en realidad no es sindicalista, debe decir que la situación de los graduados es explotada sin restricciones por profesores y empleadores, incluso en los casos extremos en que un doctorado en biología prefiere pagar el salario mínimo (!) estar desempleado.«

Christopher Watts: ¿qué lleva a decenas de mujeres a enviar cartas de amor a un hombre encarcelado por asesinar a su esposa y sus hijas?

https://www.bbc.com/mundo/noticias-46753156

Shannan Watts/InstagramSHANNAN WATTS/INSTAGRAM

Cuando se supo la desaparición de su esposa embarazada y sus dos hijas, Christopher Watts salió en la televisión de Colorado, Estados Unidos, pidiendo a quien las tuviera que las devolviera a salvo.

Pero en la grabación Watts, de 33 años, evitaba mirar directamente a la cámara.

Días después, en agosto pasado, la policía lo arrestó como sospechoso y Watts acabó confesando que había matado a la mujer y a las niñas.

Los cuerpos de las menores aparecieron en tanques de petróleo y el de su esposa en una fosa.

Hace unas semanas Watts fue condenado a tres condenas consecutivas de cadena perpetua.

WattsDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionChristopher Watts mató a su mujer embarazada y a sus dos hijas.

Cartas de amor

Lejos de causar rechazo absoluto, al ir a la cárcel Christopher Watts empezó a recibir cartas de amor de decenas de mujeres de EE.UU.

Medios locales informaron hace unos días sobre las pasiones que desata el convicto.

Los mensajes que ha recibido durante su encierro incluyen declaraciones como «he estado pensando mucho en ti», «estuve viendo tu entrevista y me siento atraída hacia ti (no me preguntes por qué)» o «en el fondo sé que eres un gran chico», que van acompañadas por fotos de las remitentes, incluida una en bikini.

El periódico The Washington Post detalla que una de estas mujeres incluyó los hashtags #TEAMCHRIS y #LOVEHIM en una de sus cartas y otra le confesó que estaba «muy nerviosa» por ser la primera vez que le escribía a un preso.

Aunque sorprenda, los flirteos de mujeres con hombres como Watts no son poco comunes.

Los medios suelen informar de casos de hombres condenados por asesinato que reciben propuestas amorosas de desconocidas.

Como ejemplos encontramos a personajes como Ted Bundy, condenado a pena de muerte por unos 30 homicidios en los años 70 en EE.UU., y Charles Manson, líder y cerebro de la familia Manson, grupo que cometió sangrientos asesinatos durante dos noches de 1969 en Los Ángeles, California.

¿A qué se debe que algunas mujeres se sientan atraídas por hombres a los que otras temerían?

Fama

Charles MansonDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionCharles Manson alcanzó la fama en EE.UU. después de que la secta que lideraba matara a Sharon Tate, esposa de Roman Polanski, en 1969.

Una de las causas puede ser la hibristofilia, la condición por la que una mujer siente placer sexual al estar con personas que cometen delitos o actos violentos, como una violación, un asesinato o un robo armado.

Pero este fenómeno no necesariamente explica todos los romances de mujeres con asesinos.

De hecho, las relaciones hibristofílicas son poco comunes.

Los psicólogos exponen otras razones para explicar la inclinación femenina hacia los asesinos.

Mujer sentada apoyando la cabeza en las manos.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLas mujeres que sienten atracción por asesinos notorios suelen haber sufrido algún tipo de abuso antes.

«Una de ellas es que el asesino con el que la mujer quiere vincularse es ‘notorio’ y conocido, y recibe bastante publicidad en los medios», le dice a BBC Mundo Sheila Isenberg, autora de los libros Women Who Love Men Who Kill («Mujeres que aman a hombres que matan») Loving Outlaws («Amando criminales», próximo a publicarse).

Son famosos porque han hecho algo horrible y macabro, pero en la práctica son casi igual de famosos que otras celebridades como Matt Damon o Ben Affleck, por ejemplo, explica la investigadora.

«Si una mujer quiere una cita con Matt Damon o Ben Affleck, y les manda una carta, la van a ignorar», señala Isenberg.

«Pero si le escribe a Christopher Watts, puede que reciba respuesta. Los asesinos sí pueden responder. Al comunicarse con estos asesinos notorios, la mujer también logra ser un poco famosa».

¿Relación «segura»?

Para su primer libro, Isenberg entrevistó a más de 30 mujeres que habían mantenido relaciones amorosas con asesinos convictos y asegura que tenían en común el haber sufrido algún tipo de abuso de sus parejas o familiares.

Preso tras las rejas.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionAlgunas mujeres pueden sentir que al estar tras las rejas, el asesino no podrá hacerles daño.

«Cuando tienen una relación con un preso, (creen que) no les puede hacer daño porque está tras las rejas. Suena loco, pero es una relación ‘segura'», explica la autora.

Otro elemento que menciona Isenberg es que muchas de las mujeres abusadas han tenido sus propios pensamientos asesinos.

«Han sentido ira contra su abusador, pero no pudieron actuar con base en esa ira. Los asesinos sí actuaron con su ira. Estar en una relación con ellos es liberador para la mujer, en cierta forma», sostiene.

Biología

Una causa más de este tipo de atracción también puede ser que las mujeres vean al «niño interior» del criminal o crean «que pueden cambiar a un hombre tan cruel y poderoso como un asesino en serie», dice Katherine Ramsland, profesora de Psicología Forense de la Universidad DeSales de Pensilvania, en un artículo en el portal Psychology Today, de 2012.

Ted BundyDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionTed Bundy, condenado a pena de muerte por unos 30 homicidios en los años 70 en EE.UU.

Ramsland también cree que la biología juega un rol en estas historias románticas.

«Investigaciones con primates sugieren que las hembras prefieren a los machos más grandes y más agresivos. En los humanos, ciertas mujeres pueden sentir que un hombre ‘agresivo’ puede ofrecerles más que un hombre común», opina la psicóloga.

Para Isenberg, esta búsqueda del «macho fuerte» tiene un trasfondo social.

«Tratamos a las mujeres como ciudadanos de segunda clase, muchas mujeres todavía buscan hombres que las protejan, que sean más fuertes que ellas», asegura.

«¿Quién es más fuerte que un asesino?».

Jonathan Haidt: «La sobreprotección daña a nuestros adolescentes»

https://www.elconfidencial.com/cultura/2018-12-23/jonathan-haidt-psicologia-ideologia-entrevista_1722250/

Foto: Una joven consulta su móvil en Valencia. (EFE)

Una joven consulta su móvil en Valencia. (EFE)
Entre demócratas y republicanos se abre un abismo de mutua incomprensión. Los primeros ejercen un dominio aplastante en el ámbito académico, y el debate sobre las propuestas conservadoras es prácticamente tema tabú en las universidades norteamericanas. Con facultades de Humanidades prácticamente convertidas en espacios seguros, los estudiantes reaccionan con ira y temor ante las ideas que ponen en cuestión sus convicciones ideológicas. Una generación de adolescentes está siendo minada por la ‘cultura de la sobreprotección’: crecida al abrigo de Internet y de unos padres celosos de su seguridad, solo han experimentado el riesgo y la confrontación de forma vicaria -a través del ocio digital o las redes sociales-. Inmaduros y sin herramientas para resolver sus conflictos psicológicos, ahora se enfrentan a una grave crisis de salud mental.
Jonathan Haidt
Jonathan Haidt

Estas son algunas de las preocupaciones que Jonathan Haidt, psicólogo moral y profesor de la Universidad de Nueva York, ha desarrollado a lo largo de su carrera como ensayista e investigador. En el libro ‘La mente de los justos’ (lo publicará Deusto en enero de 2019), Haidt explora las raíces morales de progresistas y conservadores, y analiza los resortes de nuestra mente que nos hacen proclives a demonizar a nuestros adversarios y a reafirmarnos en nuestros sesgos ideológicos. Su experiencia como profesor le permite analizar en primera persona esta crisis intelectual que azota las universidades americanas. Lo plasma en su último libro, coescrito con el presidente de la Fundación para los Derechos Individuales en la Educación, Greg Lukianoff. ‘La transformación de la mente moderna. Cómo las buenas intenciones y las malas ideas están condenando a una generación al fracaso’ que será también publicado por Deusto en mayo de 2019.

PREGUNTA. Encuentro que la empatía es la nota dominante de sus ensayos. En ellos no culpa a un grupo específico, sino que trata de comprender qué mueve a las personas a razonar o actuar de forma errónea. ¿Cómo logra mantenerse moderado en medio de tanta polarización?

RESPUESTA. Lo que ocurre es que yo fui miembro de uno de los dos equipos durante mucho tiempo, y me vi obligado a entender a los conservadores con el objeto de ayudar a los demócratas a ganar las elecciones. Mientras escribía ‘The Righteous Mind’ me di cuenta de que John Stuart Mill tenía razón: no puedes entender realmente algo hasta que lo observas desde múltiples perspectivas. Gracias a mi dedicación al estudio de la psicología moral fui capaz de analizar mis propias ideas y me di cuenta de que necesitaba leer más y escuchar a gente muy diversa para comprender mi objeto de estudio. Poco a poco logré salir de mi matriz político-moral hasta volverme políticamente independiente, podríamos decir. Aunque es cierto que yo nunca he votado por los republicanos -un partido que en muchos sentidos parece haber perdido la cabeza-, al menos ahora ya no me considero un miembro del equipo de izquierdas.

'La mente de los justos'. (Deusto)
‘La mente de los justos’. (Deusto)

P. Steven Pinker mencionaba en una entrevista reciente que algunos de sus alumnos empiezan a simpatizar con la extrema derecha. Él lo atribuye a los errores de la izquierda y a su compromiso con la correción política.

R. Estoy de acuerdo con Pinker en que hemos entrado en un ciclo de polarización, y cuanto más les digamos a los estudiantes que piensen acerca de sus compañeros mediante categorías étnico-raciales, más se agravará el problema. Si fomentamos que se identifiquen con grupos y atribuimos a uno de esos grupos rasgos negativos, los miembros de dicho grupo reaccionarán de formas diferentes: algunos aceptarán que el grupo al que pertenecen es malo, mientras que otros replicarán: «vete a la mierda». Esto ya está ocurriendo, especialmente entre los chicos adolescentes y blancos. Mientras daba charlas en secundaria pude comprobar que dichos alumnos suelen estar muy callados, muchos de ellos sienten que no se les permite hablar. Y cuanto más le dices a alguien que se calle, más atraído se sentirá hacia quien lo alabe y le diga que en realidad él es el bueno.

Hemos entrado en un ciclo de polarización: cuanto más piensen los estudiantes con categorías étnico-raciales, más se agravará el problema

P. Cuando critica a los activistas de izquierdas señala que, aunque no comparte muchas de sus posturas, sus intenciones son buenas. Sin embargo, es menos habitual que alguien critique a un conservador a la vez que admite que sus fines son nobles.

R. Tendemos a ver a todos los que están al otro lado como una gran masa cuyos atributos se corresponden con lo peor de dicho grupo. Por ejemplo, yo respeto mucho a los intelectuales conservadores; he aprendido mucho de ellos y considero que su forma de pensar es esencial para el buen gobierno de una sociedad. Donald Trump, sin embargo, no es un conservador en ningún sentido. Es autoritario y narcisista, y no es justo identificar el pensamiento conservador con él y sus errores. Tampoco lo es asociar a los conservadores con el puñado de nazis que han salido a la luz en los EEUU, ni identificar a la izquierda con los antifascistas, esos grupos que recurren a la violencia, odian América y se definen explícitamente como anarquistas. Cada extremo del espectro político es conflictivo y da cobijo a gente que defiende el uso de la violencia. Pero mantengo que no puedes entender a los seres humanos si piensas que la gente es esencialmente egoísta o cruel: todos estamos motivados por intenciones muy diversas, que incluyen el objetivo de mejorar nuestras sociedades.

Donald Trump. (Reuters)
Donald Trump. (Reuters)

P. Si tuviera que hacer de abogado del diablo, ¿diría que la polarización nos está trayendo algo positivo? Tal vez, por ejemplo, nos permita explorar nuevas ideas que antes no se barajaban.

R. Es cierto que cuando se producen grandes cambios también es posible encontrar nuevas ideas, pero, en general, considero que los cambios rápidos traen grandes problemas. Si tuviéramos un sistema increíblemente opresivo y corrupto, podríamos argumentar que un cambio drástico es necesario, pero, en mi opinión, la historia de finales del siglo XX es, ante todo, la historia de los cambios que han garantizado derechos a infinidad de grupos, otorgándoles respeto y dignidad. Nadie hubiera imaginado en 1990 que los gays podrían casarse algunos años después, o que los transexuales pronto serían socialmente aceptados y se les garantizarían plenos derechos. Se han producido cambios muy veloces hacia sociedades más justas, así que exponernos a un nuevo cambio que proponga acabar con estos sistemas para establecer uno nuevo desde cero es muy poco probable que nos conduzca hacia una sociedad mejor.

P. Durante la lectura de sus libros he reparado en que jamás usa el concepto «posmodernismo» ni sus derivados, y «corrección política» apenas figura en cuatro o cinco ocasiones. ¿Los evita deliberadamente?

R. Así es, en efecto. Quería eludir los términos que se usan para atacar al rival. En parte, también se debe a que nunca he llegado a comprender el posmodernismo. Lo he intentado en diversos momentos a lo largo de mis treinta años como profesor universitario, y simplemente no logro entenderlo tan bien como para hablar de ello. La corrección política sí creo comprenderla, pero cuando analizo estos fenómenos trato de evitar conceptos que fomentan la confrontación.

La fragilidad de tantos alumnos no es algo que podamos pasar por alto, y en especial su tendencia a autolesionarse o incluso suicidarse

P. Diría que ha cumplido tu objetivo. Sin embargo, aunque termina su última obra con una nota de optimismo, no parece que la polarización y la situación en los campus universitarios haya mejorado.

R. Soy muy, muy pesimista acerca de la situación política de los EEUU. No confío en que la polarización se atenúe, sino que más bien parece arreciar, y no encuentro una solución para el problema nacional. Pero soy más optimista en lo que se refiere a la situación en los campus, porque la gran mayoría de la gente, tanto de izquierdas como de derechas, desea que las universidades sean espacios abiertos en los que se permita a la gente formular preguntas y participar en discusiones de buena fe. He escuchado a unos cuantos presidentes de universidades rechazar las ideas en las que se basa la cultura de la sobreprotección de los estudiantes. Creo que, aunque ningún líder ha tomado por ahora la voz cantante, cuando las cosas cambien, lo harán rápido. Y diría que el detonante será la severidad de la actual crisis de salud mental. La fragilidad de tantos alumnos no es algo que podamos pasar por alto, y en especial su tendencia a autolesionarse o incluso suicidarse. Creo que esto obligará no solo a las universidades, sino a cualquiera que trabaje con niños a frenar y preguntarse qué es lo que se está haciendo mal.

'The Coddling of the American Mind'
‘The Coddling of the American Mind’

P. Cuando observo los enfrentamientos entre estudiantes y profesores que se producen en los campus me parece estar observando un fenómeno religioso.

R. Sí, creo que lo que vemos solo puede ser explicado mediante referencias a la psicología de la religión. Intervienen la psicología de lo sagrado, la blasfemia y el tabú. Se observan patrones que son propios del pensamiento y los rituales religiosos. Por ejemplo, muchos creen que la gente que defiende ideas radicales no debería corromper el campus. En ‘The Coddling…’ analizo algunos de estos incidentes relacionados con la psicología de las cazas de brujas. En especial, el miedo que muchos tienen a defender al acusado, y cómo incluso hay quienes se suman al ataque aun cuando en su fuero interno consideren que es inocente (a diversos oradores se les impidió hablar en el campus o incluso los expulsaron violentamente, y los responsables de las universidades hicieron poco o nada por evitarlo. Algunos profesores fueron intimidados por grupos de alumnos, ante la pasividad del resto).

Por otra parte, lo que desarrollo en ‘La mente de los justos’ es cómo el ser humano ha evolucionado para ser religioso, partiendo de comunidades de pequeño tamaño hasta las religiones de masas que satisfacen esas necesidades metafísicas; y, conforme estas creencias religiosas desaparecen de nuestras vidas, especialmente de las de la gente joven -suelen describirse como espirituales, pero no religiosos-, sus mentes se abren a otras formas de pensamiento cuasi religioso. Y algunos de ellos están abrazando movimientos religiosos de la misma forma en que los fanáticos lo han hecho durante milenios.

Los jóvenes están abrazando movimientos religiosos de la misma forma en que los fanáticos lo han hecho durante milenios

P. Es muy crítico con las redes sociales y el efecto que estas tienen sobre los jóvenes.

R. Me inquieta mucho el futuro de mi país y el de las democracias liberales, en parte porque sospecho que el tipo de estructuras sociales que hemos tenido hasta ahora podrían ser incompatibles con las redes sociales. Los seres humanos somos proclives a entrar en ciclos de polarización, y cuando existe la posibilidad de enfadarse por absolutamente cualquier cosa que otro haya hecho, teniendo en cuenta que en EEUU somos 325 millones de personas, todos los días habrá cientos de ellas que hayan cometido alguna atrocidad. Si estoy obligado a enterarme de estas salvajadas todos los días durante el resto de mi vida, me veré abocado a una vida llena de odio y desconfianza.

El segundo problema es que parece que el uso de redes sociales es dañino para los adolescentes menores de dieciséis años, especialmente para las chicas. El número de casos de ansiedad, depresión, autolesiones y suicidios está subiendo de forma alarmante entre las adolescentes de EEUU, Reino Unido, Canadá e Irlanda -que son los países que he podido estudiar-; en todos ellos observo un crecimiento preocupante de la depresión femenina que coincide con el momento en que comienzan a usar las redes sociales. Creo que pueden estar debilitando y dañando a toda una generación de adolescentes en el mundo occidental. No tenemos certezas acerca de los efectos exactos que provocan las redes sociales, pero existe una sincronía perfecta en todos los países que he analizado, y no se me ocurre ninguna otra explicación para esto. Por el contrario, en el caso de los chicos los efectos negativos son relativamente pequeños o incluso inexistentes.

Fotografía de la pantalla de un teléfono donde se ven los íconos de las aplicaciones Instagram, Snapchat y Facebook. (EFE)
Fotografía de la pantalla de un teléfono donde se ven los íconos de las aplicaciones Instagram, Snapchat y Facebook. (EFE)

P. Menciona a menudo la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) como la más adecuada para ayudar a los adolescentes con problemas. ¿La considera más efectiva que otras terapias?

R. Algo bastante desconcertante en el campo de la investigación psicológica es el hecho de que la mayoría de terapias presentan una eficacia similar. Menciono mucho la TCC no porque sea más efectiva que otras terapias, sino porque es mucho más sencillo usarla y porque, además, es posible tratarse uno mismo. Las universidades no pueden preparar a todos los estudiantes para que se psicoanalicen, pero sí está a su alcance darles una copia del libro de David Burns ‘Feeling Good’, que se lee en pocas horas, y el mero hecho de leerlo ha demostrado ser en sí mismo una forma efectiva para combatir la depresión. También sería posible facilitar a los estudiantes una aplicación para móviles que les permita mejorar su forma de pensar. En resumen, recomendamos la TCC no por ser mejor, sino por ser tan fácil de usar.

P. Su último libro tiene un título que remite al ensayo de Allan Bloom ‘El cierre de la mente americana’. Ambos comparten objeto de estudio, pero Bloom emplea un enfoque distinto, y él es netamente conservador.

R. Aunque el título lo puso el editor, no nosotros, es un juego de palabras: en efecto, alude al de Allan Bloom, pero el análisis que ofrecemos es muy diferente del que él realizó en los años 80. Ese ensayo fue muy importante en los EEUU, pero, aunque mucha gente lo conoce, poca lo ha leído. Es un libro complicado y oscuro, muy intelectual. En él se arguye que los estudiantes americanos son muy abiertos mentalmente, y que se han convertido en relativistas. En la actualidad veo pocas evidencias de que esto sea cierto. El problema que encontramos no es uno de relativismo moral, sino de certeza moral. Tal vez haya una conexión en que Bloom, como conservador, se lamenta por el declive de los valores, del sentido de la historia, de las normas compartidas, etc. Es posible que la pérdida del sentido de quiénes somos y de dónde venimos haya abierto la puerta al caos moral de la actualidad. Considero que vivimos en una época que recuerda a la de la Torre de Babel, cuando los humanos nos vimos obligados a hablar diferentes idiomas y éramos incapaces de entendernos. Siento que nos encontramos en un tiempo de fracturas morales y tenemos pocas cosas que nos mantengan unidos como país. El problema es muy grave en los EEUU, y parece estar ocurriendo también en Gran Bretaña, una sociedad muy dividida por el Brexit y la inmigración. No sé hasta qué punto ocurre lo mismo en otros países europeos.

DANIEL ARJONA

P. Es posible que el público español se pregunte por qué debería preocuparnos aquí algo que ocurre en un entorno tan específico como los campus americanos.

R. La cultura de la sobreprotección no era apenas visible en 2013, pero ahora sí lo es, y comienza a expandirse por las grandes empresas, en la educación secundaria y en el bachillerato. Se disemina muy rápido en los EEUU, y en otros países o bien estos problemas existen a pequeña escala, o bien están acercándose y serán más graves en cuestión de tres años. Por eso, os aconsejo que toméis medidas ante los primeros síntomas: si veis a adolescentes hablando sobre libros o ideas no en términos de acierto o error, sino de seguridad o peligro, deberíais estar alarmados, porque es un esquema mental muy dañino para los jóvenes. Los debilita y les hace perder su locus de control interno, les incita a juzgar a los demás con dureza y a no concederles el beneficio de la duda. Es muy difícil llevar una escuela o una empresa cuando algunos de sus miembros interpretan las acciones ajenas de la forma más negativa posible. Es algo que aboca a un conflicto interno sin fin.

P. Cuando publicó su último libro, el movimiento #MeToo acababa de nacer. ¿Qué opina de él un año después?

R. Considero que ha tenido éxito en modificar normas de comportamiento que muchos de nosotros asumíamos que no podían ser cambiadas. Y, lo más importante, creo que toda mujer ha tenido la experiencia de tratar con hombres indeseables; el #MeToo ha lanzado el mensaje de que no tienen por qué tolerarlos, y que deben ser castigados aunque no hayan infringido ninguna ley. Personas como Harvey Weinstein son criminales y deben acabar en la cárcel, pero el #MeToo va mucho más allá de los casos de violación o de la presión que los jefes ejercen sobre sus subordinados: trata sobre cómo cambiar reglas que permitían a los hombres tratar a las mujeres como objetos sexuales, especialmente en el trabajo. Por otro lado, tal y como muchos predijeron, en todo movimiento moral hay sectores que van demasiado lejos, y que una acusación se convierta de facto en en una condena es una tragedia. Esto implica que, si un hombre es acusado, no existe ningún mecanismo por el que pueda ser defendido y recuperar su lugar en la sociedad sin padecer un enorme sufrimiento. Espero que alcancemos un punto de equilibrio en el cual los hombres culpables de abusos graves sean acusados, pero en que las interacciones normales entre hombres y mujeres no se desarrollen en un clima de desconfianza.

Manifestación feminista en Nueva York. (Reuters)
Manifestación feminista en Nueva York. (Reuters)

P. Al final de ‘The Coddling of the American Mind’ esperaba que las cosas empezaran a cambiar en 2018. De lo ocurrido a lo largo del año, ¿qué motivos encuentra para el optimismo, y cuáles para el pesimismo?

R. Han ocurrido pocas cosas en mi país que me hagan ser optimista, excepto que los demócratas hayan recuperado la Cámara de Representantes, algo que permitirá establecer mayores controles sobre Trump y hacer que se investiguen las ilegalidades en que pueda haber incurrido. También me da esperanza comprobar que cada vez más gente es consciente de la magnitud del problema al que se enfrentan los adolescentes y de la necesidad de que esto cambie. En 2018 hemos asistido al auge del populismo y el autoritarismo, y tal vez estemos en la cresta de la ola: es posible que a partir de ahora los más moderados o centristas empiecen a hacer un mejor trabajo y a encontrar formas más atractivas de frenar todo esto. Por otro lado, Macron era uno de ellos, pero parece estar atravesando grandes dificultades en Francia.

También me gustaría mencionar un estudio llamado Hidden Tribes, realizado por More in Common. En él se analiza la postura política de muchos americanos, y el resultado revela que hay un pequeño grupo en la extrema izquierda y otro en la extrema derecha que están muy ideologizados y poco dispuestos a ceder; pero también concluye que la inmensa mayoría de los americanos son relativamente moderados y están abiertos a la cooperación con sus rivales. Este estudio me dio esperanza y me hizo ver que el problema no es que la mayor parte de la gente esté cabreada, polarizada y sea inflexible, sino que nos encontramos ante una dinámica en la que unas pocas personas situadas en ambos extremos adoptan posturas intimidatorias. En algún momento debería ser posible que las mayorías que forman mi país, e incluso las mayorías de cada lado del espectro político tomen la batuta durante los próximos años.

 

Y un gran comentario de la noticia:

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Lo que ocurre en las universidades yanquis es gravísimo. Algo parecido a las universidades catalanas: un colectivo de alumnos muy ideologizados y extremistas han tomado el control de los campus con la permisividad, y a veces la complicidad, de buena parte del profesorado, silenciado de manera totalitaria y violenta a cualquiera que quiera expresar una opinión diferente.

Sus ideas radicales, referenciadas en la defensa de determinados colectivos «marginados» (es dificil defender que un universitario norteamericano sea un «marginado» por muy negro u homosexual sea) que se plasman en el ataque y desprecio por todo aquello que supone cultura «blanca» o «heterosexual».

Su radicalización les ha llevado precisamente a marginar continuamente, y muchas veces de forma violenta, a la gran mayoría de estudiantes, y buena parte del profesorado, que son blancos y heterosexuales y que están ACOBARDADOS y no se atreven a protestar por este acoso, porque saben que esos colectivos minoritarios, pero muy activos y violentos, tienen el respaldo de los rectorados.

Darse un vuelta por Youtube para ver casos lamentables, como profesores que son humillados en medio del campus y obligados a pedir perdón por haber denunciado estas extremistas actitudes sin que ello haya supuesto evitar que al final hayan tenido que renunciar a su puesto ante el acoso que no cesa, da una buena idea de adónde nos llevan los excesos de cualquier índole.

Y aquí, como en el feminismo, lo preocupante no es la actitud de algunos de estos individuos «marginados» si no como algunos de los integrantes de los colectivos que ellos atacan se suman a su lucha en un loco juego de tirar piedras contra su propio tejado y dar impulso a aquellos que realmente quieren acabar con ellos.

Luego les pasará como a Woody Allen o tantos otros que, cuando son ellos los criminalizados, no encuentran a nadie que los defienda.»

Silencio

Hacía como 20 años que Celtas Cortos no sacaban nada decente. Este Silencio recuerda a los viejos Celtas.

Recuerdo que en los 90 a un compañero de piso le gustaban mucho los Celtas Cortos y me enganché a su disco Tranquilo majete.

P.D. Me gusta mucho su música, no tanto sus letras.

 

Lo que nos hacen creer que nos pasa

Gran artículo de Javier Marías sobre la Guerra Civil, sus causas, sus consecuencias, y también, sobre sentimientos que afloran al perder a alguien. No hace falta que alguien muera, basta con que desaparezca de tu vida. Algunos releen sus obras, sus escritos, miran sus fotos una y otra vez,… Yo no puedo hacer nada de eso. Cuando alguien desaparece de mi vida no quiero hacer nada de todo eso sino pasar página, liarme la manta a la cabeza y hacer como si esa persona no hubiera existido. Otros prefieren recrearse en el recuerdo. No me gustan las fotos tampoco por eso, porque recuerdan a alguien que ya no está, y, en muchos casos, no está de forma voluntaria. Por eso no me gustan nunca las muestras de afecto cuando ya estás muerto o ya no estás. Esas muestras hay que hacerlas cuando se está vivo o cuando esa persona está cerca tuyo.

LA ZONA FANTASMA. 27 de enero de 2019. ‘Lo que nos hacen creer que nos pasa’

Trece años después de su muerte el 15 de diciembre de 2005, he releído un breve texto de mi padre, que fue Julián Marías. A diferencia de lo que hace mucha gente, que homenajea a un escritor recién desa­parecido leyendo o releyendo en el acto algunos de sus párrafos, yo me quedo tan triste —sobre todo si el escritor me era cercano— que tardo siglos en asomarme de nuevo a su obra, como si hasta cierto punto me pareciera una ofensa que ésta sobreviva a la persona. (Al autor esa posibilidad, en cambio, lo reconforta un poco en vida.) Son sólo cincuenta páginas, fechadas en 1980, cuando nuestra democracia era muy joven. En 2012 las reeditó en forma de librito la editorial Fórcola, bajo el título La Guerra Civil ¿cómo pudo ocurrir? En su día me había gustado mucho —no todo lo de mi padre me gustaba cabalmente, como supongo que a él tampoco lo mío—, y si ahora he vuelto a él no ha sido porque vea el menor peligro de una situación parecida a la que desembocó en aquella Guerra, ni de lejos. Pese a que el panorama político y económico de nuestro país sea declinante desde hace un decenio o más, no hay que ser nunca agorero ni exagerado.

Precisamente con esta última palabra se inicia este texto. Mi padre tenía veintidós años cuando estalló la Guerra, y recuerda que su primer comentario cuando comprendió que se trataba de eso y no de un golpe de Estado o insurrección triunfantes o fallidos —es decir, de escasa duración en cualquiera de los casos— fue: “¡Señor, qué exageración!” A lo largo de las cincuenta concisas páginas va señalando cómo aquello no le pareció inevitable, en contra de lo que tantos han pensado, sino absolutamente evitable y desproporcionado; por mucho que la convivencia estuviera deteriorada y maltrecha, que los problemas fueran enormes y que casi todos los políticos se comportaran con frivolidad teñida de mala fe. Sostiene que la mayoría de los españoles no querían esa Guerra, sino si acaso su resultado, esto es, la derrota de una porción de sus compatriotas a los que unos y otros no podían ver. Pero sin pasar por una matanza desaforada como la que se produjo durante tres años. Mucho menor en los frentes que en las respectivas retaguardias. Menos sufrida por los combatientes reales que por la población civil. Si he releído este librito no es, como he dicho, por temor, sino por la extraña persistencia española (andaluza, madrileña, catalana o vasca, tanto da) en caer en las peores tentaciones cada cierto tiempo. Mi padre relata demasiadas actitudes reconocibles. Al hablar de la discordia, dice: “Entiendo por tal no la discrepancia, ni el enfrentamiento, ni siquiera la lucha, sino la voluntad de no convivir, la consideración del ‘otro’ como inaceptable, intolerable, insoportable”. Habla de la terrible consigna, tantas veces oída, “Cuanto peor, mejor”, y acuña una expresión para explicar el progresivo envilecimiento: “el temor y respeto a lo despreciable, clave de tantas conductas sucias en la historia”. Y en efecto, cuando los dichos y hechos despreciables empiezan a “pasarse”, a no condenarse con energía y a no ponérseles inmediato freno, uno puede estar seguro de que no van sino a crecer, a ir a más, hasta que llegue un punto en que se admita “todo (incluida la infamia), con tal de que sea ‘de un lado”. Y agrega: “Nadie quería quedarse corto, ser menos que los demás en la adulación de los que mandaban o en la execración de los adversarios”.

Advierte de “la necesidad de un pensamiento alerta, capaz de descubrir las manipulaciones, los sofismas, especialmente los que no consisten en un raciocinio falaz, sino en viciar todo raciocinio de antemano”. (Ay, hoy se ensalzan las “emociones”.) Hubo intelectuales que lo intentaron, pero “se les opuso una espesa cortina de resistencia o difamación…, y llegó un momento en que una parte demasiado grande del pueblo español decidió no escuchar, con lo cual entró en el sonambulismo y marchó, indefenso o fanatizado, a su perdición”. Para él, el verdadero origen de la Guerra no fue la situación objetiva  de España, sino su interpretación, o el desajuste de dos interpretaciones que llegaron a excluir a las demás. Esto fue posible por algo que hoy, con las redes sociales, padecemos de manera más extrema: “una forma de sofisma consistente en la reiteración de algo que se da por supuesto”. Cuando se proporciona una interpretación de las cosas que ni se justifica ni se discute, y se parte de ella una vez y otra como de algo obvio que no requiere prueba, la pereza se adueña del escenario y se inocula fácilmente a “las personas sin influencia en la vida colectiva, con un mínimo de responsabilidad, sujetos pasivos de todas las manipulaciones”. A la mayoría, por tanto, que asume con holgazanería las conclusiones simplistas con que se la aturde. Todo esto, por desdicha, resulta hoy reconocible. Al menos nos zafamos de la peste de las tres o cuatro décadas siguientes, en las que se perpetuó el espíritu de la Guerra, para vivir literalmente de las rentas los vencedores, moralmente los perdedores supervivientes. Éstos no fueron muchos, porque millares de ellos fueron ejecutados por Franco cuando ya no había guerra, pero se siguió fomentando su interpretación. Tal vez lo malo no sea nunca tanto lo que nos pasa, cuanto lo que nos hacen creer que nos pasa.

JAVIER MARÍAS

El País Semanal, 27 de enero de 2019

David Summers: «Nos echaron de La Movida por pijos, por envidia y por no ser gays»

https://www.elmundo.es/papel/todologia/2017/07/11/595f9e44268e3edc1a8b4589.html

Reportaje fotográfico de Juan Gómez

Historia del Socialismo IV: Y Felipe destruyó el Partido Socialista.

Historia del Socialismo IV: Y Felipe destruyó el Partido Socialista.

Otro comentario…educación y trabajo…

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Los mejores que están son los médicos, por mucho que se quejen. Si le da la nota yo no dudaría en meterme, donde la estudies no es demasiado importante. La prueba de fuego es el MIR, si ahí le diera la nota elegiría dermatologia, oncología o cirugía. Si no le da siempre tendrá médico de familia que aunque no es lo más prestigioso siempre habrá demanda. Eso sÍ que se mentalice en que tendrá que trabajar fines de semana, festivos, Navidad y viendo situaciones muy duras y gente muy indeseable. Muchos empollones médicos acaban mal de la cabeza, quemados y frustrados por estas situaciones pues se imaginaban otra cosa.

Enfermería no es una mala opción tampoco. Y al terminar puedes acceder a medicina. Farmacia tiene trabajo aunque muchos acaban aburridos pues la mayoría están de dependientes en farmacias. Algunos estan en farmacéuticas, otros de visitadores medicos y otros en hospitales con el Fir. Si te gusta la química yo no dudaría en meterme en farmacia, en cuanto a que se ve muchísima química y tiene almenos un trabajo seguro

Ingenierías: Ing. Mecánica, electrica o electrónica + máster de ingeniería. Industrial. Esta tecnología industrial también pero ahora es una carrera vacía y necesitas el máster si o si para ser ingeniero de verdad. Hacer 1 año eramus también ayuda y lo ideal sería terminar con un C1 de inglés +B2 de alemán/francés.

También hay programas de posgrado muy interesantes por Europa llamados PDeng. Los que los han hecho en la U. De Delf o Eindhoven están muy contentos y desde el minuto 1 en contacto con. La industria y cobrando. Son 2 años.

Ing. Química, civil (antigua caminos), materiales y ambiental ni con un palo. A menos de que tenga enchufe en algún sitio al salir o tengáis una empresa pues… Pero sino ni tocarlas.

Ciencias puras: biología y bioquímica ni con un palo. O eres el mejor de entre 1 millón o solo comes mierda. La mayoría acaban de profesor de instituto. Fisicas y matemáticas o acaban de profesores o de programadores junto a informáticos, pero no suelen estar muy contentos.

Teleco e informática: trabajo de programador hay, mucho, pero está mal pagado, malas condiciones y mal valorado. A los 40 vas a la calle si no has conseguido una posición buena, cosa que en España es difícil. Muchos acaban en Madrid/Barcelona. En Europa, sobretodo UK la situación es mejor pero cuando la gente se ve cumpliendo años lejos de España muchos se amargan. Es un mumdo que cambia mucho. Ahora el tema de la ciberseguridad y de las app móviles estam muy demandados, pero en 10 años quien sabe que demandaran. Eso sí, están saliendo buenas oposiciones (35000€/año netos) y no es mala idea prepararse la carrera para ir directamente a esas oposiciones.

Tema de universidades para ingenieria: UPM, UPC, U. País Vasco, UPV, US y Universidad de Zaragoza. Del resto HUYE. Si tienes pasta la de Comillas y la del Opus en Navarra dicen que no estan mal y suelen colocarte al salir.

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Víctor Lenore: «La movida madrileña fue una escena cultural frívola, clasista, ególatra y neoliberal»

https://blogs.publico.es/strambotic/2018/12/victor-lenore-entrevista/

Luis Landeira

«Vamos a dejar a España que no la va a reconocer ni la madre que la parió», amenazó Alfonso Guerra en 1982, poco después de que el PSOE llegara al poder con su neoliberalismo travestido de socialismo. Y sin duda cumplió su promesa: una década después, España se había convertido en lo que Julio Anguita llama «un país de funcionarios, putas y camareros».

La vaselina de ese proceso de sodomización social fue la cultura, y de esto trata ‘Espectros de la movida. Por qué odiar los años ochenta’ (Akal), nuevo libro del crítico musical Víctor Lenore. Un verdadero ejercicio de memoria histórica que desmonta el relato oficial, sin falsas nostalgias y utilizando las mismísimas palabras de los protagonistas y sus adláteres.

Tan amado como odiado por su anterior ensayo, el best seller contracultural ‘Indies, hipsters y gafapastas’, que aireaba las miserias de la modernidad contemporánea, Lenore remueve ahora los polvos que trajeron estos lodos: los endiosados artistas de la movida y el régimen que los amamantó.

Para hablar de yuppies, pegamoides, babosos, irritantes, paletos y otros misterios, nos ponemos la chaqueta de hombreras, los calentadores y el guante de lentejuelas y contactamos con Víctor Lenore vía satélite. Que Mister X nos coja confesados.

Supongamos que me han dado un porrazo en la cabeza y he perdido la memoria. ¿Cómo me explicarías lo que fue la movida madrileña sin pelos en la lengua?

Te diría que fue una escena cultural frívola, clasista, ególatra, autocomplaciente y neoliberal, germen de un montón de dinámicas culturales muy nocivas que todavía perviven. Porque esto no es un libro sobre los ochenta, es un libro sobre la cultura actual. Hace poco, Alaska dijo que «Warhol es el tío que mejor vio el futuro cultural». Tiene razón: con sus diarios, fue el primer bloguero; con sus polaroids, fue el primer instagramero; con su Warhol TV, fue el primer youtuber. Warhol vio que la cultura iba a dar un giro hacia el individualismo y el narcisismo donde solo importan los clics, el dinero, la fama y la atención.

Siempre se ha considerado a la movida un fenómeno apolítico; sin embargo, en tu libro revelas que en el fondo tenía una fuerte carga ideológica.

La ideología más resistente es la que no crees que es ideología, sino una decisión personal. El otro día mi editor, que es algo más joven que yo, recordaba que en Madrid, en la sala Jácara, se cerraban las sesiones con las canciones ‘Todos los paletos fuera de Madrid’ de 7º Sello y ‘El imperio contraataca’ de Los Nikis. Y eso no es casual. La de los paletos dice que los de ciudad, los señoritos, son mejores que los campesinos. Y la de Los Nikis es nostalgia del pasado colonial, mirada despectiva hacia Sudamérica y «somos los mejores porque tenemos un ejército de puta madre».

¿La ideología de la movida implicaba abrazar el individualismo?

El individualismo, el narcisismo y la anglofilia. A los de la movida les parecían cutres los cantautores de la guitarrita. Una misa, un comedor social o un sindicato les parecían cosas absurdas, rechazables, antiguas y cursis, cuando justamente eran espacios de relación social de la clase trabajadora. Entonces, cuando dicen que la movida no es política, no es militante, no es panfletaria, no es cierto: hay unos valores políticos muy fuertes.

¿Supuso la movida una ruptura con la cultura franquista?

No. Fraga ya hacía eventos culturales para que en el extranjero vieran que España no solo era solo torturas y cárceles, sino también Dalí: coger pintores y compositores y decir que España era un paraíso de la creatividad. Y el PSOE hizo lo mismo, pero aplicado al interior del país: esconder sus valores pro-sistema, pro-empresariales, pro-IBEX y venderse como los jefes enrollaos que van con trajes de Adolfo Domínguez y se meten rayas por la noche.

Pese a que el título habla de «espectros» y de «odiar», tu libro es bastante contenido, es más un manual para comprender los 80 que para aborrecerlos. ¿Buscaste deliberadamente ese tono templado?

En este libro tenía dos opciones: hacer muchas entrevistas o leer muchos libros. Escogí los libros porque creo que la gente cuando se hace mayor falsea sus recuerdos de juventud, y es mejor ver lo que decían en la época. Y me di cuenta que las cosas que decían sobre sí mismos eran mucho más duras que lo que yo podía decir de ellos. Por ejemplo, cuando Pedro Almodóvar dice «nosotros militábamos en la frivolidad». No hace falta que les insulte cuando se retratan ellos mismos.

¿Por qué se han enfadado menos los movideros con este libro que los indiescon el anterior?

Los personajes de la movida son mucho más listos que los indies, conocen muy bien cómo funciona la publicidad y saben que cualquier mención al libro, especialmente si es despectiva, va a hacer que se cree debate y se vendan más libros. Entonces se callan.

Wagner Clemente Soto dijo que el pop rock indie es el equivalente musical a la salsa de soja. ¿A qué equivaldría el pizpireto tecno pop de la movida?

El sonido del típico grupo de la movida lo asociaría al reducido de Pedro Ximénez, que por vulgar que fuera la comida, si la comías con ese reducido ya eras una persona súper sofisticada. Y en la movida si te ponían un tecladito en vez de una guitarra y un bajo ya eras una persona súper moderna. La movida ofrecía modernidad por el consumo. Un timo bastante evidente que hay que explicar, pues la gente ya está hasta las narices de la sobrevaloración de esa época. Eso de «la edad de oro del pop español» no se sostiene: los sesenta o los setenta fueron superiores. Y la prueba es, entre otras cosas, la cantidad de plagios que hubo en la movida.

«De la movida no ha quedado nada, ni una película ni una canción», dijo el exalcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano. ¿Tenía razón?

Evidentemente no tenía razón, hay muchos discos salvables: de Los Coyotes, Golpes Bajos, Nacha Pop… También Los Secretos o Mamá tenían canciones muy buenas, aunque en su día los llamaran «babosos» tenían un repertorio muy superior al de los prestigiosos «irritantes». O el mejor grupo pop de la época,Gabinete Caligari, que iba contra el espíritu moderno de la movida, abogaba por relaciones sentimentales tradicionales y no miraba por encima del hombro a las personas de campo.

¿Y cuáles fueron los peores grupos de la época?

Derribos Arias fue el grupo más sobrevalorado de los ochenta. Su líder, Poch, tenía problemas mentales y hacía letras que hoy resultarían incomprensibles (y carentes de gracia) para cualquier veinteañero. O Siniestro Total, que eran superventas pero sonaban como la tuna de Empresariales con guitarras eléctricas.

También se hizo buena televisión. Un ejemplo fue ‘La bola de cristal’ que, aunque era un programa que presentaba Alaska y hacía apología de la movida, también incluía las fábulas marxistas de los Electroduendes, con máximas como «viva el Mal, viva el Capital».

Sí, en ‘La bola de cristal’ la estética movidera se aderezaba con mensajes anticonsumistas y abiertamente marxistas, obra de guionistas como Santiago Alba Rico o Carlos Fernández Liria. Se decía que los telediarios mentían o que no se viera tanto la tele. Debido a esto y a sus sketchs contra Felípe González o contra el pijerío de la enseñanza privada, Televisión Española eliminó el programa.

Mientras exaltaban el pijipunk de Kaka de Luxe, los propagandistas de la movida ignoraban a bandas antisistema tipo La Polla Records, Eskorbuto o Kortatu. ¿Fue por su ética o por su estética?

Los marginaron por su estética, por sus valores, por todo. Kaka de Luxe fue el grupo punk más esnob de la historia, unos cuasi niños que disfrutaban aireando palabras sucias, señoritos quejándose de cosas absurdas. Cantaban «que público más tonto tengo» o «qué feo es el metro», mientras The Clash se cagaban en la monarquía y en el sistema. La idea del PSOE es «no os vamos a dar justicia social pero os vamos a dar modernidad». Si tu miras a La Polla o a Los Chichos no te parecen gente moderna: unos te parecen unos zarrapastrosos de un barrio industrializado y otros unos gitanillos de extrarradio. Sólo hacía falta un vistazo para saber quién sería útil a los intereses del PSOE.

Sin embargo, uno de los miembros de Kaka de Luxe, y después en Paraíso y La Mode, Fernando Márquez ‘El Zurdo’, acabó vetado a raíz de su spot para Falange, cosa que no mentas en el libro.

Sí, y a mi me parece muy mal que se vete a alguien por falangista, sobre todo cuando falangistas había muchos en España. El Zurdo fue sincero, cuando todos los falangistas de la época lo que hacían era disimularlo. No me metí en eso porque es muy específico de la personalidad del Zurdo, mezclar antagonismo e ingenuidad. Además, busqué por miles de sitios y no encontré nada del spot, y estoy muy paranoico: desde el primer libro compruebo todos los datos para que no me caiga una lluvia de mierda en internet.

«Nos metieron en la cabeza que irse de juerga era contestatario. Fue una idea impulsada desde arriba»: esta frase de Patricia Godes da ganas de quedarse en casa.

Sí, también se lo he oído decir a Cristina Fallarás en una conversación informal, que la frase de Tierno Galván de «al loro y a colocarse» destruyó una generación. La gente se tiró a esto primero por hedonismo y luego porque creían que así tendrían unas vidas menos tristes que las de sus padres.

La movida no logró eso, pero en cierto modo sí lo hizo la ruta del bakalao, pese a su poso nihilista. ¿Por qué el poder apoyó la movida y reprimió la ruta?

Lo guay de la ruta es que no había élites culturales. En la movida había cuatro pandillitas que eran los molones y los demás les seguían y les imitaban. La ruta se parecía más a una fiesta de pueblo que al Studio 54, y aún así venía gente de Manchester, o famosos como Almodóvar, Victoria Abril 0 Antonio Banderas, porque los fans no les acosaban, no había prensa rosa y la fiesta era más divertida, sin tantos trepas ni tanta competitividad. Lo que pasa es que la ruta se convirtió en un problema de orden público para el PSOE y se la cargaron: «Somos socialistas pero esto no se nos va de las manos». Fue una forma de disciplinar a la clase obrera.

Se pasó del misionero a oscuras a la pansexualidad en muy poco tiempo. ¿Cómo afectó esto a la juventud?

Como dice Juan Manuel de Prada, eso fue un ataque a los valores familiares. Se intentó prestigiar la soltería y desprestigiar los lazos fuertes, que son los de la familia. Canciones como ‘Quiero ser mamá’ de Almodóvar y McNamara son elogios de la sexualidad individual frente a la familia: quiero ser mamá pero para que mi hija sea prostituta, actuar de forma luciferina, sacar dinero a los yuppiesque tenemos alrededor… El sistema nos quiere solteros y los lazos humanos fuertes les espantan porque van contra sus dogmas del mercado liberal.

Y luego está el asunto de la homosexualidad, tradicionalmente considerada como un vicio burgués por la extrema izquierda. ¿Crees que el PSOE potenció al homosexual frívolo, consumista y superficial porque es más dócil ante los abusos del sistema?

Yo creo que no fue una conspiración, sino que ese tipo de homosexual sintoniza de forma natural con el sistema. Primero, tiene que ver con las industrias de la moda, la publicidad y la música, que desde los sesenta en Estados Unidos e Inglaterra fue dominada por homosexuales, así que aquí se apuntaron todos de golpe. Y luego tiene que ver con que el consumidor perfecto es una pareja sin hijos que los dos tienen sueldazo, la típica parejita de gays que pone su modernidad en cambiar todo el rato y se aburre si no tiene novedades culturales: el perfil canónico para lo que buscaba el PSOE. También fue una forma que tuvieron de diferenciarse de la derecha sin que hubiera ningún cambio en la estructura económica.

Y ahí entran las películas de Almodóvar, fiel reflejo de la movida.

Almodóvar captó el espíritu de la época, sus películas son como publirreportajes del yuppismo sociata: gays que han triunfado en las industrias creativas, moviéndose por la Latina o Huertas, y luego personajes rurales que representa como gente simplona con una vida hiperprogramada, sin ningún matiz emocional. Era el ideario sociata llevado a la pantalla. Es un cambio muy fuerte con respecto a los setenta, cuando se hacía documental social, cine experimental, películas como ‘El desencanto’, dramas rurales…

La droga también vino muy bien al sistema, especialmente la heroína.

Sí. En ese sentido, ‘Heroin’ de Lou Reed es una canción muy reaccionaria, de un tío que se aparta en una esquina de la sociedad y simplemente describe lo que ve, y dice «ojalá todo esto ardiera», pero él está ahí feliz con tu pico y no molesta a nadie. Se potenció esa posición: ni izquierda ni derecha, pero con una vida intensa, el  yonqui que ve el sistema podrido y casi siente satisfacción por no participar en él. Me parece un tipo de rebeldía muy cutre, casi de alegrarse de que todo vaya mal.

En los ochenta la juventud se convirtió en una nueva clase social, que despreciaba a los mayores. Excepto al «viejo profesor» Tierno Galván, una especie de abuelo de la movida.

Sí, pero Tierno era una mascotita benevolente. No me imagino a nadie a las dos de la mañana diciendo «qué grande es Tierno»; se le veía como «ji ji, ja ja, este viejo tolerante que nos deja hacer lo que nos da la gana». Había loas a la cantidad de presupuesto que gastaba en cultura, no a él. Y Tierno lo que quería realmente era mandar, su aspiración era ser el primer presidente de la democracia española y al final se tuvo que conformar con la alcaldía de Madrid. Pero no se le recuerda ningún enfrentamiento con nadie, fue un político un poco blando.

¿En qué se parecen Tierno Galván y Manuela Carmena?

Ambos son juristas, vienen del Partido Comunista sin mucha convicción, tienen ciertos valores republicanos… Pero lo que realmente les define es no meterse en conflictos con los dueños de la ciudad y creer que el distintivo de la izquierda es la cultura. Y es peor Carmena, porque cree que el único objetivo de la izquierda es hacer el centro más respirable y que haya más cultura. El concepto de la creatividad se usa para justificar la desigualdad económica, cosa que todos los coachs de negocios tienen siempre en la boca. Te están diciendo que si te han desahuciado, si estás en el paro o si no has subido en tu sector laboral en 30 años es culpa tuya por no ser lo suficientemente creativo.

En esta vorágine posmoderna, es normal que el ámbito rural se menospreciara y se destruyera. ¿Fue un sacrificio que el PSOE ofreció a Europa?

Totalmente. Fue una sumisión a los dictados de la Unión Europea, que decía «vosotros vais a ser el parque inmobiliario para los jubilados de Europa y nuestro patio de recreo para venir de vacaciones, y a cambio no vais a competir con nuestras industrias». Creo que España tenía la tercera flota pesquera, y hubo que desarticularla, como la industria o el sector agrario, desmontando todo lo que podría haber mantenido un buen mercado laboral. El PSOE vendió el país a la banca y a Europa.

‘Yo fui a EGB’, ‘Ochéntame otra vez’, las giras de viejas glorias… Lo que parece incontestable es que la movida sigue dando dinero. ¿Cuándo acabará esta pegajosa nostalgia que ya dura tres décadas?

Es normal tener nostalgia. Si antes con el sueldo de nuestros padres vivía una familia de cuatro miembros, ¿cómo no vas a tener nostalgia? Si te podías comprar un piso en nueve años y ahora tardas treinta, ¿cómo no vas a tener nostalgia? El mundo parecía un lugar seguro, agradable, encendías la tele y había programas bonitos… es normal tener nostalgia de los ochenta, y también de los sesenta y de los setenta, porque las condiciones de vida de la mayoría de la gente eran mejores. Que haya una industria cultural que explote esa nostalgia también es normal.

En el libro dibujas una línea genealógica que une movida, indiehipsterismo y trap.

Sí, eso se ve muy bien en los festivales de música o en la revista ‘Rockdelux’: apostaron por la movida, por el indie y por el trap porque gustan a los publicistas y al mundo de la moda. Pero Evaristo Páramo nunca sale entrevistado, Los Chikos del Maíz tienen la entrada vetada en Radio 3, y de Juan Magán ni hablar, y eso que ha inventado el género electro latino.

¿Quiénes son hoy los herederos de la movida?

Los Javis, Soy Una Pringada, Jedet… Son figuras que dicen «con una cámara que me he comprado en Media Markt me hago mi propio reality show y soy súper diferente». Alaska dice que con ellos se siente como en casa. Quizá de pequeños les pegaran en el colegio, pero ahora son el prototipo de triunfador de las industrias culturales. Es la democratización del elitismo: la gente que tiene nosecuantosmil likes en Instagram no se junta con quien no tiene ninguno.

Otro de los grandes herederos de la movida, y no sólo por su matrimonio con Alaska, es Mario Vaquerizo, a quien dedicas un capítulo entero del libro.

Tanto Mario como Alaska no engañan a nadie, tienen un discurso muchísimo más honesto que, por ejemplo, Loquillo, que presume de anarquista y hace anuncios para bancos y partidos. El discurso de Alaska siempre fue una mezcla de las posiciones de la CEOE, el culebrón ‘Dinastía’ y ‘Cuarto Milenio’. Se trata de un personaje tan estereotipado como Bertín Osborne. Y del histrión catódico Mario Vaquerizo me interesa el hecho de que alguien tan insustancial ocupe tanto espacio en los medios. Mi conclusión es que, como dijo el rapero Koma, «el sistema ama a los que no tienen nada que decir». El sistema mediático quiere a Vaquerizo porque es simpaticón, no crea problemas con los anunciantes y no ofende a nadie de la audiencia.

Bueno, no hace mucho dijo que «las anónimas que se meten conmigo en los foros de internet son todas unas feas y unas muertas de hambre».

Claro, Vaquerizo en el fondo es un yuppie riéndose de los pobres, como toda la vida de Dios: «Yo estoy aquí arriba y vosotros estáis ahí abajo y me criticáis por eso, porque no estáis donde yo estoy».

Fangoria se jactaron de su liberalismo galopante en una entrevista: «Si te has metido en un hipoteca no pidas luego que te saque el gobierno.». Sin embargo, la gente se indignó y los machacó en redes sociales. ¿Los tiempos están cambiando?

Sí, hubo indignación, pero tiene que ver con que el país está muy deteriorado: hoy, un día normal pre-Navidad va a haber en España 136 desahucios. El país se cae a pedazos, el mercado laboral está destruido, el mercado inmobiliario por las nubes… antes por lo menos las familias de clase media compraban una casa, ahora se alquila, y cada mes mil euros de tu sueldo van a las elites. Te tienes que politizar obligatoriamente porque estás defendiendo tus condiciones de vida más básicas.

Al final del libro das soluciones, formulas y esperanzas, basándote en planteamientos del ecologista Emilio Santiago Muiño que pasan por acabar con el dominio tecnológico y llevar una vida más digna y sencilla.

Lo que pretendía mostrar es que hay otras ideas de modernidad además de la de consumir y salir mucho. La movida era gastar pasta, ser guapo, ser listo y que te admiren, y a mi me parece mucho mejor el enfoque de Muiño, que dice que ser moderno es ver las necesidades y los recursos que tenemos y decidir lo que es mejor para todos. Estar menos pendientes de los cacharritos, prohibir los coches, viajar menos y tener más tiempo libre para relacionarnos con las personas de nuestro entorno.

Pero todos estos cambios son imposibles mientras impere este sistema. ¿Crees que el capitalismo se puede destruir o simplemente hay que esperar a que colapse, como aconsejó Marx?

Lo de «el capitalismo colapsará víctima de sus propias contradicciones» fue la profecía más desastrosa de Marx. Ahora las fuerzas ya son muy desiguales: la gente que quiere este sistema tiene todo el poder y los que somos perdedores de la globalización, víctimas o sujetos pasivos estamos totalmente indefensos. Es una situación muy jodida y de muy difícil solución. Lo que dice Muiño es que haría falta una catástrofe natural, un cataclismo o bien una conversión religiosa. Para dar el volantazo necesitamos algo parecido a cuando Johnny Cash y demás countriesciegos de cocaína y de follar y de ganar dinero, dicen: «ya no puedo más, me voy a convertir al cristianismo y voy a encerrarme en casa con mi familia».

Víctor Lenore sujetando la pared del bar Penta, uno de los templos de la movida. Foto: The Objetive.

 

Otro comentario…(el trabajo y la vida)

«Cuando uno tiene veintitantos, empieza a trabajar con cierta ilusión. Por fin algo de dinero, independencia. Uno sueña con mil planes por hacer, caprichos por darse.

Después se va pasando esa sensación y lo que queda no es tan bonito. Te das cuenta de lo rápido que pasan los días, semanas y meses. Te das cuenta de que la mayor parte de esos días los inviertes en algo que, por obligado, deja poco a poco de apasionarte. Además, tienes la certeza matemática de que malgastas la mayor parte de tus horas rodeado de gente que ni conoces ni te importa.

Es en ese momento cuando intentas hacer algo por ti. Te apuntas a actividades, te fuerzas a hacer algo más que llegar a casa y caer rendido en el sofá. ¿Por qué creéis que hay tantos runners a los cuarenta? Aprovechar los fines de semana para hacer algo es casi obligatorio aunque no tengas ganas de hacer nada. El problema viene cuando esas actividades para salir de la rutina se convierten en otra rutina; la presión por rellenar los resquicios de tiempo libre que deja el trabajo puede ser agotadora.

Todo esto es un cóctel en el que algunas personas nos ahogamos por la falta de tiempo para nosotros mismos, para desarrollar nuestros proyectos y seguir cultivándonos en diversos campos. Por poner un ejemplo que me ocurre: sumergirme al 100% en un libro me resulta casi imposible, ya no digamos escribir. Recuerdo mi nivel de empatía, imaginación y reflexión antes de empezar a trabajar y eran muy superiores a los que tengo hoy en día tras años en el mundo laboral. Las situaciones de estrés van haciendo mella por fuera y por dentro. Aún soy joven, pero me encuentro más torpe, más lento, menos ingenioso, atractivo y enérgico. Ya no río con tantas ganas, me cuesta ilusionarme.

Además, empiezas a darte cuenta de que, una vez entrado en el mundo laboral, toda la gente empieza a ser más individualista y es cada vez más difícil hacer planes en que coincidan todos los amigos, y más si cada uno trabaja en una punta de España. Una vez te reunes con alguien, los temas de conversación suelen girar en torno al trabajo, tal es su poder de eclipsar cualquier otra cosa.

Doy gracias a los avances en tecnología y medicina y sin embargo me gusta imaginar las vidas que llevaban nuestros antepasados en la prehistoria: una actividad física constante en la caza, recolección y nomadismo. Siempre rodeados de los suyos, de la familia, de la tribu. Gente por la que morir y matar. Su trabajo era la subsistencia, su mundo era hostil. Y sin embargo creo que podían vivir momentos de extraordinaria belleza: despertar con la caricia del sol, ver crecer a sus hijos, encontrar refugio junto a los suyos bajo la lluvia torrencial, terminar el día inventando historias alrededor del fuego.

Vivimos en un sistema en continuo avance. Los logros de esta sociedad se construyen a través de vidas vacías y alienadas. Somos los pequeños granos de arena que van construyendo la montaña infinita del progreso. Y esto, al contrario de lo que muchos defienden, no tiene nada de heroico ni dignificante, porque trabajar se ha convertido en un mal sin remedio: solo queda asumirlo y resignarse.»

El gráfico que demuestra que el norte de España vive de las pensiones

https://www.elconfidencial.com/economia/2018-12-25/norte-espana-vive-pensiones-envejecimiento-paro_1726398/

Foto: Concentración de pensionistas en Bilbao (Efe)

Concentración de pensionistas en Bilbao (Efe)

España ha cambiado mucho en las últimas décadas. El norte, antaño el motor más potente del país y líder en niveles de renta ha dejado paso al Mediterráneo como foco de crecimiento. El fracaso de la transición industrial, su debilidad para el turismo, etc., muchas son las causas que explican su situación actual. Sus problemas, sin embargo, se concretan en dos, que son uno en realidad: la despoblación y el envejecimiento. Los jóvenes emigran buscando un trabajo y los mayores envejecen en pueblos y ciudades cada vez menos dinámicas.

El escenario para todas estas regiones sería mucho peor si no existiesen las transferencias directas derivadas de la protección social, esto es, pensiones y seguro de desempleo. Los datos de Contabilidad Regional publicados por el INE esta semana muestran que la renta de de estas regiones se habría hundido sin las pensiones. Así se deriva de la comparativa entre el PIB per cápita, esto es, lo que produce una región, y su renta bruta, esto es, el dinero del que disponen las familias.

CARLOS PRIETO. GIJÓN

Este gráfico explica perfectamente esta situación. En él están representadas las diferentes comunidades autónomas en función de su PIB y su RDB per cápita en comparación con la media nacional. El 100 equivale a la media nacional, cualquier dato superior es que esa región tiene un PIB o una RDB superior a la media y por debajo, inferior.

Lo bueno de utilizar estas dos variables (PIB per cápita y Renta Disponible Bruta per cápita) es que la diferencia entre las dos responde básicamente al pago de impuestos y la percepción de transferencias directas, principalmente pensiones. Es por eso que son los dos mejores indicadores para analizar esta situación, porque muestra que unas regiones financian a otras a través de transferencias directas. Es importante tener en cuenta que la inversión productiva genera PIB, por lo que se contabilizaría en ambas estadísticas, de modo que no influye en este estudio.

[La agonía del norte de España: no ha recuperado ni el 40% del empleo perdido]

La línea de regresión del gráfico indica el nivel de renta disponible que le correspondería a cada región en función de su PIB. De ahí que los puntos por encima representen a comunidades que tienen mayor renta de la que les correspondería por su nivel de producción. Todos ellos se corresponden con comunidades del norte: Asturias, Cantabria, Castilla y León, País Vasco, Navarra y Galicia. El resto de regiones, especialmente el arco mediterráneo y el centro, contribuyen con sus impuestos a financiar al norte, de modo que tienen una renta disponible inferior a la que les correspondería por su nivel de producción.

Como es obvio, estos datos coinciden perfectamente con las regiones más envejecidas. Todas ellas tienen más de un 20% de su población por encima de los 65 años y en los casos de Asturias, Castilla y León y Galicia, casi alcanzan el 25%. Con tal volumen de jubilados, es normal que la renta disponible de estas regiones esté inflada gracias a las pensiones. En otras palabras: reciben lo que no producen gracias a las transferencias automáticas desde otras regiones. De hecho, la subida de las pensiones aprobada en 2018 ha supuesto un importante estímulo para estas regiones envejecidas, ya que han visto aumentada su renta disponible.

[¿Por qué Madrid crece más que España?]

Hay otro factor importante y es que la pensión media en estas regiones es elevada. Es así por dos motivos, el primero, que su renta fue durante décadas superior a la del resto de España, de ahí que el cálculo de la pensión fuese superior. El segundo es que en muchos casos se utilizaron las pensiones como política de subsidios hacia las regiones que se desindustrializaban. Esto explica que País Vasco y Asturias sean las dos comunidades en las que la pensión media (contributiva) sea más alta, superando los 1.130 euros en ambos casos. Pero Cantabria, Navarra y Aragón también están por encima del conjunto de España en pensión media.

Transferencias contra la crisis

En este punto conviene señalar que las transferencias automáticas no solo responden a la solidaridad de la sociedad; también son el mejor instrumento para evitar crisis asimétricas dentro de los países. Este mecanismo permite que fluya el dinero de las regiones en mejor situación a las que lo están menos (en especial en momentos de crisis) sin que sean necesarios acuerdos políticos, que siempre entorpecen las inversiones regionales. La eurozona carece de este tipo de transferencias automáticas y esto ha sido siempre un lastre para la cohesión interna y la lucha contra las crisis.

JAVIER G. JORRÍN

Todas estas comunidades del norte tienen un gran déficit en la Seguridad Social: las cotizaciones de sus trabajadores no son suficientes para financiar sus pensiones (eso sin contabilizar el resto de gastos del sistema). El caso más escandaloso es el de Asturias, ya que ni siquiera genera ingresos para abonar la mitad del gasto. En el año 2017 destinó 4.433 millones al pago de las pensiones contributivas y, por el contrario, apenas recaudó 2.078 millones en cotizaciones a la Seguridad Social.

Su caso es paradigmático, ya que los antiguos mineros disfrutan de las pensiones más altas de España pese a haber contribuido muy pocos años. Era la fórmula para compensar el riesgo físico de su profesión y que ha derivado en un gran desequilibrio financiero para sus cuentas. Los antiguos mineros son hoy pensionistas que perciben prestaciones muy generosas, pero ya no quedan mineros para cotizar por ellos.

En el resto del norte, la situación no es mucho mejor. En Cantabria, Castilla y León y Galicia, los ingresos por cotizaciones son menos del 70% del gasto en pensiones contributivas. En el extremo opuesto se sitúan Madrid, Canarias y Baleares que generan más dinero del que perciben en pensiones, de modo que financian a la Seguridad Social.

[Las pensiones se han comido el gasto en educación, inversión y cultura desde 2008]

En muchas de estas regiones del norte, esta situación es el fracaso de las políticas de reconversión que se limitaron a subsidiar a los obreros y mineros que perdían sus empleos. Las jubilaciones y prejubilaciones fueron una vía para calmar las protestas sociales. De esta forma, los distintos gobiernos se aseguraban el mantenimiento de una renta para los asalariados cuyo puesto de trabajo se destruía, dejando sin posibilidades a los más jóvenes, que tuvieron que emigrar.

El resultado de estas políticas es una ‘muerte dulce’: se logró la paz social pero se hizo a base de rentas que desaparecerán en las próximas décadas. A medida que esas generaciones de obreros vayan muriendo, las transferencias de dinero hacia estas regiones en forma de pensiones se irán apagando. Este es el mayor peligro económico que afronta el norte de España para la próxima generación. Por el momento el consumo se sostiene sobre las pensiones, pero ¿qué pasará cuando esta renta ya no exista?

Saber perdonar: el valor del perdón

Con este artículo no estoy de acuerdo. Cuando alguien te traiciona, te insulta, te agrede física o emocionalmente, te ataca de algún modo, es alguien a quien no le importas una mierda. Si le perdonas le das opción a que lo vuelva hacer, y lo volverá a hacer. A esas personas …lejos.

Saber perdonar: el valor del perdón

Perdonar es un reto. Cuando alguien te traiciona, te insulta, te agrede física o emocionalmente, te ataca de algún modo, tu reacción natural es desdeñar a quién lo hizo y albergar un sentimiento confuso pero potente de frustración, dolor, ira, resentimiento e incluso venganza.

A pesar de ser ésta una respuesta lógica y natural en el ser humano suele traer consigo diversos inconvenientes. Algunos estudios han revelado, por ejemplo, que las personas que no perdonan tienden a sufrir niveles altos de presión arterial y frecuencia cardíaca, entre otros problemas de salud.

Y es que además de la carga emocional que la incapacidad de perdonar nos traslada (o tal vez como consecuencia de esa carga) las reacciones naturales de ‘no perdonar’, asociadas con la culpa, la hostilidad, el odio, la rabia, se han vinculado además con enfermedades cardiovasculares y muertes tempranas.

¿Por qué es tan importante perdonar?

Las ventajas del perdón han sido reveladas por la ciencia en diversas investigaciones, aunque las diferentes corrientes religiosas ya han predicado su práctica durante la extensa historia de la humanidad.

Mientras que desde el ámbito religioso se sostiene que perdonar enriquece el alma y te acerca a Dios, los beneficios de perdonar, que desde hace algún tiempo viene reclamando también la atención científica, van mucho más allá de lo estrictamente espiritual.

Así el valor del perdón se extiende a beneficios como la disminución del dolor crónico, del comportamiento violento, de ciertas dificultades cardiovasculares, al aumento de la esperanza, la tolerancia, la mitigación de los niveles de ansiedad y depresión, entre otros efectos menos estudiados, aunque no por ello menos evidentes.

Perdonar es terapéutico

Perdonar es un componente relativamente nuevo en la psicoterapia, que comenzó a incorporarse de manera paulatina en los años 70, pero no fue hasta la década de los 90 cuando se empezó a considerar como una herramienta terapéutica de efectos observables sobre la salud física y mental.

En el ámbito clínico se han propuesto distintas intervenciones diseñadas para estimular el perdón, que en general tienden a centrarse en la vivencia del daño percibido y en la expresión adecuada de reacciones conductuales, pensamientos y sentimientos.

Básicamente el perdón es una decisión de dejar de lado el resentimiento y los pensamientos de venganza. Y aunque a menudo consideramos que perdonar puede despejar el camino para que el otro individuo continúe con sus ofensas y humillaciones, es un acto crucial para librarnos de la rabia y el dolor que se apodera de nuestra emocionalidad en esas situaciones extremas.

Debemos tener en cuenta que perdonar:

  • Supone mucho más que una simple palabra, implica comprenderse profundamente a uno mismo y a nuestros semejantes, permitiéndonos entender la razón de por qué lo hacemos.
  • No es aceptar lo inaceptable, ni asumir maltratos, infidelidades, abusos, agresiones, etc. Tampoco significa hacer creer que no ha pasado nada, porque se estaría obviando la realidad y, por ende, se acumularían resentimientos o recelos.
  • Asimismo, no es tratar de olvidar lo sucedido, aunque exige aprender de estas experiencias negativas.
  • Es liberarse de emociones destructivas y negativas que de otro modo nos acompañarían durante toda la vida.
  • Es sobre todo la capacidad de comprender la perspectiva de los demás, apartando los cuestionamientos, los prejuicios, la culpa, el rencor y los reproches.

En resumen, perdonar nos hace mejores, y los resultados de distintos estudios sugieren que las intervenciones terapéuticas que promueven el perdón llevan a reducir los efectos negativos que para la salud mental tiene el “no-perdón”, produciendo incrementos objetivos de la autoestima.

En general, los niveles de perdón correlacionan positivamente con indicadores de salud mental y negativamente con indicadores de estrés o ansiedad.

El valor del perdón y su influencia

El no perdonar nos vuelve más intolerantes con nosotros mismos y con nuestros semejantes. De manera que reconocer una equivocación, ajena o propia, así como entenderla y perdonarla, implica una nueva oportunidad de continuar nuestras vidas sin cargas negativas, rompiendo el vínculo con las malas experiencias del pasado y sin arrastrar ningún resentimiento o rencor.

El valor del perdón radica por tanto en su poder de influencia sobre nuestro entorno y sobre nosotros mismos,  ayudándonos a crecer en los siguientes aspectos:

  • Nos permite ser más más generosos, más realistas, más tolerantes y más felices.
  • Nos ubica, a nosotros y a los que nos rodean, en un nuevo punto de partida desde el que se puede comenzar otra vez sin arrastrar vivencias negativas que ocurrieron en el pasado.
  • El perdón tiene el poder de liberarnos, tanto a quien perdona como a la persona que es perdonada. Además, sella la incomprensión y las malas situaciones pasadas, impulsándonos a enfocarnos en el presente y en nuestro futuro.
  • Perdonar es una oportunidad de entender que no somos perfectos, que es natural cometer errores y que cada individuo es un mundo que alberga sentimientos diferentes.

Saber perdonar, los cuatro elementos del perdón

De los diferentes estudios revisados hemos extraído cuatro elementos básicos que consideramos deben formar parte de cualquier proceso orientado al perdón. Estos son: expresar la emoción, entender el por qué, reconstruir la seguridad y soltar.

No tienen por qué presentarse en un orden concreto, aunque si es extremadamente importante que los tres primeros se hayan superado adecuadamente antes de llegar al último para completar el proceso.

Expresar la emoción

Cualquiera que sea el delito, la injusticia o la ofensa, el que perdona necesita expresar plenamente cómo se siente. Si la situación provoca ira, tristeza o rabia, esos sentimientos necesitan ser sentidos y expresados.

Si puede expresarse ante el autor de la ofensa, mucho mejor. Si no es así, se puede utilizar un sustituto, como la técnica de la silla vacía, una carta personal o gritando en el coche con las ventanillas bajadas.

Entender por qué

Nuestro cerebro continuará buscando una explicación hasta que esté satisfecho. Probablemente nunca estaremos de acuerdo con el agresor, pero necesitamos algún esquema que explique por qué ocurrió.

En algunas situaciones, incluso una aceptación de aleatoriedad o casualidad puede ser una explicación suficiente.

Reconstruir la seguridad

El que perdona necesita sentir una razonable seguridad de que el acto no se repetirá. Tanto si es en forma de una disculpa sincera por parte del autor, como una defensa más fuerte contra futuros ataques o la eliminación de la influencia de esa persona, es necesario un mínimo nivel de confianza y seguridad.

Soltar, dejar ir

Una vez procesado el sentimiento, entendido por qué pasó y con la seguridad de que no volverá a ocurrir, es el momento de tomar una decisión difícil. Dejar ir es hacer una promesa de no guardar rencor.

Pero además, dejar ir es hacerse una promesa a sí mismo de que va a dejar de pensar, reproducir, rumiar, perseverar en la injusticia. Si dejar ir parece imposible, es probable que sea debido a que algunos de los tres primeros elementos no habían sido suficientemente superados.

Como dice Leonel Narváez al final de su intervención en el siguiente documento TED: “Perdonar no va a cambiar tu pasado, pero si cambiará tu futuro”.

Nota del Editor

Se adjunta para su descarga el documento El Perdón como Herramienta Clínica en Terapia Individual y de Pareja”, publicado por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid (España), cuyo objetivo es presentar una revisión de los conceptos más relevantes de la Psicología del Perdón y su aportación al trabajo clínico.

Se exponen por una parte las cuestiones centrales sobre el concepto, señalando sus efectos sobre la salud y el bienestar, así como las implicaciones para el trabajo clínico.

En el ámbito de la terapia de pareja, se revisan los principales estudios centrados en el perdón en las relaciones sentimentales, las variables más frecuentemente relacionadas con el perdón marital y su uso en el trabajo clínico con parejas.

Un grave error

Una de las bandas más interesantes del momento.

Here lies a lifeless bride and groom
Till death do us part came far too soon
Buildings burn and people die
All of the time

But I heard that you reap what you sow
So around and around we go
And when you see my face you’ll know

You can’t save yourself or save your soul
When you meet the man whose life you stole
With weathered wings and broken bones
A flight for the fallen, flies the crow
You can’t save yourself

These vengeful thoughts trapped underneath
Rage, scorn, misery
Payback for what you took from me
Hope, love, sanity

I’ve heard that you reap what you sow
So here’s to believing in ghosts
Now when you see my face you’ll know

You can’t save yourself or save your soul
When you meet the man whose life you stole
With weathered wings and broken bones
A flight for the fallen, flies the crow

No forgiveness, just farewell
From the match made in heaven
You sent straight to hell
No forgiveness, no escape
May you rest in pieces
For your grave mistake

For your grave mistake

You can’t save yourself or save your soul
When you meet the man whose life you stole
With weathered wings and broken bones
A flight for the fallen, flies the crow
You can’t save yourself
No you can’t save yourself

For your grave mistake
You can’t save yourself

Panamá: a veintinueve años de la invasión de Estados Unidos

https://www.diariocontexto.com.ar/2018/12/21/panama-a-29-anos-de-la-invasion-de-estados-unidos/

Por Stella Calloni*

El 20 de diciembre de 1989, Estados Unidos invadió Panamá, después de una brutal campaña de desinformación y mentiras, cuando ocupaba colonialmente la zona del canal donde estaba enclavado el Comando Sur y sus bases militares.

Para invadir Panamá, de poco más de dos millones de habitantes, sus helicópteros y aviones levantaron vuelo y en minutos estaban lanzando sus primeras bombas en la ciudad. También lo hicieron por mar, tanto por el Pacífico como por el Atlántico, algo de lo que poco se habla. La capital panameña tenía unos 600 mil habitantes.

Sólo había que cruzar la llamada Avenida de los Mártires –en homenaje a los veintidós héroes estudiantiles que en 1964 fueron asesinados por las tropas estadounidenses por intentar plantar la bandera panameña en el territorio usurpado–, que separaba la capital de la zona del canal. La acción de las tropas de Estados Unidos dejó más de mil heridos, pero esa fecha fue un parteaguas en la historia de la lucha por la soberanía.

En realidad, la invasión comenzó en las últimas horas del 19 de diciembre, y en las primeras del 20 estaban bombardeando en distintas zonas y en la propia capital, donde la primera bomba produjo un temblor como si fuera un terremoto. Antes habían trasladado desde la capital a los dirigentes de la oposición que, en menos de media hora, ya estaban instalados en el Comando Sur. Allí sería juramentado como nuevo presidente de Panamá Guillermo Endara por las autoridades del Comando Sur.

El presidente George Bush nombró esta invasión como “Causa Justa” en nombre de “la democracia y los derechos humanos”, y tenía como argumento lograr la detención del jefe de las Fuerzas de Defensa de Panamá, Manuel Noriega, acusado de narcotraficante, al que los medios del poder hegemónico llamaban el “dictador”, a pesar de que nunca fue presidente. En el momento de la invasión era presidente Francisco Rodríguez.

Para detener a un presunto narcotraficante, ¿hay que invadir un país cualquiera, en este caso, pequeño y sin armamento de guerra?

Las Fuerzas de Defensa se habían creado para sustituir a la Guardia Nacional y al momento de la invasión eran un ejército chico y prácticamente desarmado para enfrentar semejante poder de fuego. La Fuerza Aérea estaba en formación.

Estados Unidos no sólo utilizó a fuerzas acantonadas en el canal, sino que trasladó a sus fuerzas de élite, incluyendo a excombatientes de Vietnam, especie de “Rambos”, y en las primeras horas bombardearon lugares estratégicos que no tenían ninguna capacidad de defensa.

La invasión dejó alrededor de siete mil muertos. Los datos más difundidos fueron cuatro mil y miles de heridos, y el primer bombardeo a la ciudad destruyó e incendió el barrio del Chorrillo, donde la mayoría de las casas eran de madera y se habían levantado en la época de la construcción del canal. Allí estaba enclavada la comandancia de las Fuerzas de Defensa, un cuartel pequeño en un barrio pobre.

Las tropas del Comando Sur encerraron a los periodistas que habían llegado desde Estados Unidos para cubrir la invasión y a un grupo de corresponsales de distintas agencias europeas y de Notimex, de México, para impedir que difundieran lo que iban a hacer.

Otros corresponsales debimos trabajar en condiciones dramáticas. Estados Unidos no sólo probó aviones como los Stealth, que volaban silenciosamente, y que bombardearon distintos lugares. Probaron diversas armas sobre la población indefensa, como en Guernica.

En Panamá no había presos políticos, sólo un hombre de la CIA que había sido detenido por montar radios para transmitir mentiras sobre la situación panameña durante las elecciones de mayo, y que estaba en el cuartel central. La primera operación de Estados Unidos fue sobre el cuartel general en el Chorrillo para liberarlo, donde perdieron un helicóptero, derribado por los escasos defensores, pero salvaron a su hombre para después comenzar el duro bombardeo.

Cuando entraron las tropas, la orden fue que debían entregarse todos los varones de catorce a setenta años, que fueron tendidos en las calles con las manos atadas a la espalda. Luego armaron campos de detención rodeados de alambradas de púas donde fueron llevados muchos panameños, mientras buscaban detener a los miembros del Partido Revolucionario Democrático (PRD) surgido por decisión del general Omar Torrijos, quien se enfrentó con Estados Unidos y la cómplice oligarquía panameña desde que produjo un golpe en 1968 que cambió la historia de Panamá.

Torrijos se comprometió a luchar –como lo hizo– por los derechos del pueblo panameño, y fue clave en el apoyo a la Revolución sandinista de 1979 y a todos los luchadores de la región. Además, en los intentos de unidad de Centroamérica, Panamá comenzó a existir en el mundo como un país en lucha por su soberanía. Amado por su pueblo, murió en un “accidente” de aviación el 31 de julio de 1981, después de haber aparecido como enemigo de Estados Unidos en el documento de Santa Fe 1 (1980) junto al presidente de Ecuador Jaime Roldós, que no casualmente había muerto en otro “accidente” de aviación el 24 de julio del mismo año. Ambos fueron asesinatos de la CIA, que ya los había condenado en varios documentos.

América Latina no reaccionó ante la barbarie de la invasión y no sólo fueron las derechas del continente, sino sectores de izquierda que cayeron en las brutales trampas de la desinformación y no respondieron. Sólo algunos sectores de izquierda verdadera lo hicieron. Cuba fue la primera llama de la solidaridad y sus diplomáticos incluso fueron detenidos.

El torrijismo era considerado como un enemigo también por las dictaduras del continente, especialmente por la solidaridad del gobierno con los pueblos oprimidos y con los exiliados de la región.

Los defensores de Panamá en los primeros momentos fueron los “Batallones de la dignidad”, que se estaban preparando para resistir una acción de Estados Unidos y que eran militantes del Partido del Pueblo (Comunista), estudiantes y trabajadores de izquierda, a los que algunos llamaron “los escuadrones de la muerte de Noriega”, una canallada porque en Panamá no había escuadrones de la muerte como en El Salvador y Guatemala, o paramilitares como en Colombia y otros países. Tampoco había una dictadura ni presos políticos. Los primeros muertos fueron jóvenes de estos Batallones y militares que resistieron con lo que tenían. Resistencia que duró hasta los primeros días de enero en algunos barrios heroicos. El general Marc Cisneros, al frente de las tropas invasoras, dijo que antes de que se enfriara la cerveza que estaba tomando Panamá ya estaría rendida. Sin embargo, no fue así. Se resistió mientras se pudo, mientras la clase alta no sólo festejaba la invasión, sino que entregaba a quien pudiera a los invasores, que además robaron en toda la ciudad y todo lo que había en el aeropuerto internacional panameño.

Hasta hoy permanecen sin ser abiertas varias tumbas colectivas donde los norteamericanos arrojaron a los muertos, mientras otros eran tirados en bolsas negras al mar. A la destrucción del país se agregó que los invasores abrieron las cárceles de delincuentes comunes y los dejaron arrasar la ciudad en los primeros días de la invasión.

Fui testigo del horror a sólo cuatro días de la Navidad, cuando la ciudad estaba adornada de pesebres en las calles. Vi imágenes sobrecogedoras, como la de una joven muerta en un charco de sangre junto a una imagen de la virgen de un pesebre. Vi a los niños y a las familias corriendo por el malecón esa madrugada del 20 de diciembre que nunca podré olvidar. Asocié esa imagen con la de la niña corriendo desnuda tras un bombardeo en Vietnam. Viví el dolor profundo de la injusticia y de la impotencia ante semejante crimen de lesa humanidad, y como periodista mandé las notas, respondí cuando pude a radios de mi país y de otros lugares, donde conté la tragedia y denuncié la ausencia de los organismos internacionales. En medio de la noche, escuché el llanto desesperado de los niños que hoy son mujeres y hombres marcados por aquellos días del terror.

Junto a compañeros de Prensa Latina y de la Televisión cubana, además de un querido periodista dominicano que vivió la invasión de 1965 a su país, nos constituimos en las escasas voces de esos primeros momentos. Reivindico a radio Libertad de Panamá, que transmitió hasta que la bombardearon. Nunca olvidaré a esos compañeros. Nunca pude volver al departamento pequeño que ocupaba y que fue allanado dos veces por tropas de Estados Unidos. Muerte, desolación, destrucción era lo que veíamos y nos preguntábamos por qué, para qué, sin respuesta lógica.

El Imperio estaba dando sus mensajes a América Latina y al mundo.

Cuando el tiempo pasó y los familiares lograron que se abriera una de las tantas tumbas colectivas que hay aún en distintos lugares, fueron encontrados tanto civiles como militares panameños que en todos los casos habían sido sacados de los hospitales heridos y asesinados con un disparo en la nuca.

Temblé y lloré junto a un pueblo al que amaba y amo. No puedo olvidar la indiferencia o la banalización de estos hechos. Abracé a las madres de los pañuelos negros que tiran hasta ahora flores al mar para recordar a sus muertos, muchos desaparecidos hasta hoy. Y hasta hoy acompaño desde donde estoy a madres y familiares de las víctimas, pero esencialmente al pueblo de Panamá, que siempre fue inmensamente solidario.

Hoy, 20 de diciembre de 2018, en un nuevo aniversario de la invasión, llamo a la solidaridad con un pueblo al que nunca se le hizo justicia y que está siendo nuevamente invadido por tropas de Estados Unidos, que amenazan a Venezuela. Es hora de cerrar una vieja deuda con ese pueblo. Es hora de la verdad. Justicia ya para los panameños.

No más bases de Estados Unidos en Panamá. Es hora de la verdad y la justicia, cuando nuevamente estamos ante el peligro de una invasión en pleno siglo XXI contra Venezuela y cuando el proyecto de recolonizar a Nuestra América avanza mediante otro tipo de guerra contra nuestros pueblos y nuestros dirigentes, contra nuestros derechos de ser por fin definitivamente independientes. Sólo la unidad y la solidaridad nos harán libres.

Las madres, las familias panameñas, aún nos necesitan. Abracemos a un pueblo al que se ha olvidado, un pueblo que nos necesita tanto como nosotros a ellos. Que nunca más sea.


* Periodista y testigo del crimen y la devastación contra un pueblo hermano.